〖5 minutes ❏ Todoroki Enji〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁴'⁵

Las memorias de los daños, palabras hirientes, todas iban a su mente, él era tan insensible, incluso cuando llegó una persona maravillosa a su vida que quería brindarle amor y ayudarle, él no se dejó salvar y solo se hundió más.

El problema es que esta vez hundió a su amada junto con él, en esos momentos deseaba que ella se hubiera alejado antes de que se pusiera peor, que se hubiera dado cuenta y le hubiera abandonado, pero Enji sabía que ella no era así, ella sabía cómo era y aún así seguía a su lado.

Por eso mismo lamentaba aún más todo lo que le hizo a esa mujer que él consideraba maravillosa, solamente jugó con su mente logrando dejarla inestable y quitándole su brillo, ojalá nunca le hubiera mentido cuando decía no amarla, porque sabía que cada vez que no le respondía ella se sentía lastimada.

Si pudiera volver el tiempo atrás, él desearía no mentirle nunca más y ser honesto, decirle de una vez por todas la verdad a Hotaru y la verdad era que...

— Te amo, Hotaru.

Enji la pudo ver acostada en la cama con la mirada perdida, sabía que había dicho de más por la molestia y esta vez se había pasado.

Ella estaba destrozada y todo por su forma de responder, llegaron a ese punto de la peor forma, todo por un mero intercambio de palabras.

Ella le estaba pidiendo mas tiempo juntos y él le gritó que ni su antigua mujer le fastidiaba tanto, que para eso se hubiera ido con ella en vez de ir a verla.

— Enji... Puedes irte, entiendo que no estés de humor.

Él la miró algo tenso, tanto en su cabeza como en su corazón sabía que debía retractarse de lo que dijo, pero su terquedad y orgullo no se lo permitían.

Nuevamente solo abandonó la habitación y se dejó caer en el sofá del departamento con sus manos cubriendo su rostro mientras su cuerpo temblaba levemente.

— Lo siento tanto...

La impotencia de Enji crecía a cada segundo, el no poder hacer nada le mataba, acababa de llegar, pero no le permitían ingresar.

— Debo ingresar, Jeanist. — Miró con impotencia al otro héroe que le miró neutro.

— No puedes, eres muy destructivo y hay rehenes, no tomaré el riesgo, Endeavor.

"Destructivo"

Sí, lo era y claro que lo sabía, pero necesitaba ir por Hotaru, independiente de si destruía todo a su paso, él no poder entrar a salvarla le hacía sentir que él mismo estaba muriendo, sobretodo al oír que la mayoría de rehenes parecían estar heridos por no contar los disparos y posibles bajas.

— Jeanist, déjame pasar.

— ¿Por qué tanto afán por querer ir?

Al oír esa pregunta el pelirrojo se tensó, no podía mentir, no había excusa válida.

Sabía que debía ser sincero, pero eso arruinaría su reputación.

Aún así la imágen de Hotaru pasó por su mente y recordó lo buena que era con él y el como le amaba, la imaginó desapareciendo de su mundo y eso le dió el coraje para gritar cuando el otro héroe se alejaba.

— ¡Mi mujer esta ahí!

Solo quedaba un minuto.