Hotaru miraba su alrededor con pesar, sentía que cada segundo duraba una eternidad y con esa eternidad sus esperanzas de salir con vida disminuían a una rapidez exagerada.
Se preguntaba qué tan mala suerte tenía, no tener kosei ya era una desventaja en la sociedad actual y esa situación lo demostraba en su totalidad.
Sus probabilidades de salir con vida de esa situación eran mínimas con la herida que cargaba en su costado.
— No quiero morir...
Apretó los puños con impotencia, solo tenía 40 años, aún sentía que podía hacer muchas cosas, viajar si es que su sueldo se lo permitía en un par de años más, casarse y tener hijos.
Aunque ella sabía que las últimas dos cosas eran imposibles, Enji nunca se lo permitiría.
Ella tenía que vivir en las sombras, acompañándole.
Después de todo, estaba en aquella situación voluntariamente, ya que, amaba a Todoroki Enji con todo su corazón.
Y eso la estaba hundiendo, pero a Hotaru no le importaba vivir un infierno con tal de reflejarse en los orbes del pelirrojo, sabía que ella misma no tenía dignidad al verse en aquella situación, pero a pesar de que intentaba alejarse, su corazón dolía al tomar distancia y también dolía cuando se acercaba demasiado y veía como el héroe prefería a su esposa antes que a ella.
Hotaru sonreía mientras caminaba en dirección a su hogar, Enji le había llamado y dicho que pasaría la noche ahí.
Por fin pasarían tiempo de calidad juntos, eso le hacia sentir una gran calidez en su interior.
No podía ver todos los días a su amado, ya que, él era un hombre ocupado y por eso atesoraba aquellos días en que el pelirrojo la visitaba, a pesar de que solo fuera por las noches.
En ese momento la pelinegra sintió como la empujaron y al caer al suelo subió la mirada enfada dispuesta a quejarse, pero aquel ni la miró y siguió su camino.
— ¿Enji... ?
Ahí iba su amado pelirrojo con ramo de flores en mano y su traje de héroe, confusa pudo ver como caminaba más rápido y la dejaba atrás.
Él estaba entrando a un hospital.
Hotaru bajó la mirada y ni siquiera hizo el esfuerzo por levantarse, sabía que sólo existía una persona a la que el Todoroki iría a ver a un hospital, pero... ¿Le llevaba flores?
¿Qué tan buena era la relación con su esposa? Ella pensaba y juraba que ni siquiera se veían los rostros.
— ¿Acaso me mintió?
La respuesta nunca llegó, pero era obvia y de alguna manera no le sorprendía, hasta sabía que ella no era nadie para reclamarle.
De esa forma sólo pudo ver como su persona amada llevaba aquel ramo de flores a la institución médica, y como siempre, no habían flores para ella ni las habrían.
Su esposa estaba primero.
La mujer cerró sus ojos con fuerza ¿Por qué recordaba cosas tan tristes? ¿Acaso eso era lo único que su memoria podía recordar en esa situación?
Era lamentable y ya no sabía si la situación o ella. Probablemente ambas, ya que, al recordar todas esas situaciones se sentía estúpida, pero no podía dejar su amor de lado y eso la hacía sentir tan pequeña y vulnerable ante aquel hombre.
Un disparo se escuchó mientras veía el piso mancharse cada vez más de un color rojizo, automáticamente cerró sus ojos con fuerza mientras se abrazaba a sí misma y se consolaba a la vez, después de todo sabía que nadie más lo haría.
Van dos minutos.
ESTÁS LEYENDO
〖5 minutes ❏ Todoroki Enji〗
Storie brevi5 minutos era lo que creía que podía resistir antes de cerrar sus ojos, 5 minutos recordando a aquel héroe que quería que la salvara en ese instante, 5 minutos perdiendo la fe lentamente. 5 minutos corriendo apresurado en su búsqueda, 5 minutos roga...