〖5 minutes ❏ Todoroki Enji〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁵'⁵

Endeavor solo podía mirar sin hacer nada, se lo prohibieron aún más al descubrir que un rehén estaba profundamente relacionado con él y además fue cuestión de minutos para que estuviera en las noticias que le había sido infiel a su mujer, pero no podía importarle menos en esa situación, solo estaba desesperado.

No podía hacer más que esperar al lado de una ambulancia listo para recibir a Hotaru ahora que había visto cómo los héroes se decidían a entrar después de haber atrapado al delincuente.

Los recuerdos de Hotaru pasaban por su mente, el cómo le esperaba siempre, el cómo decía su nombre o su claro "cariño", aquel apodo por el que solía regañarla, pero en realidad lo adoraba.

Sabía que no era el indicado para ella siendo que la ha dejado hasta en el piso, lastimada y herida, no era culpa de ella que él echara todo a perder, después de todo ella un ángel que él estaba llevando al infierno sólo por mantenerla a su lado, pero aún así... Él amaba a ese ángel y la quería a su lado, no le importaba si no tenía kosei, si era una simple oficinista, si era tan simple como cualquier civil, ella era su todo, ella era su persona amada.

Ella era preciada y él solo la quería a ella, a Honda Hotaru.

Enji cerró sus ojos con pesar mientras se hacía el dormido al sentir como Hotaru se aferraba a su camisa y la mojaba con sus lágrimas, ella sollozaba en silencio, a sus espalda, ella escondía todo le desamor que sentía.

Y él era un cobarde, que sólo podía tratarla mal y nunca consolarla, no era capaz de darse vuelta y abrazarla o pedirle perdón, era un idiota y sabía que no la merecía en lo absoluto.

Pero la amaba, no quería dejarla, por más que estuviera lastimandola, no la quería soltar.

— ¡¿Hotaru?!

Enji al verla se dispuso a subir a la ambulancia, ella estaba viva, debía acompañarla, pero al intentar ir a su lado aquel que ahora se le hacía molesto se lo impidió; Best Jeanist.

— ¿Qué haces, Endeavor? Ya te dije que no necesitabamos ayuda, yo me encargo de la civil.

— No te metas, Jeanist. — La voz del pelirrojo se oía molesta. — Ella... Ella va a querer que la acompañe ¿Cierto, Hotaru?

Dirigió su mirada a su amada en busca de la aprobación, pero lo que escuchó a continuación hizo que su corazón se paralizara por unos segundos.

— Púdrete, no te me acerques más.

Con solo esas palabras el Todoroki se quedó mudo mientras veía cómo Hotaru cerraba sus ojos y se iba en la ambulancia junto al otro heroe.

— No te vayas sin mí... Hotaru.

El pelirrojo se sentó en el piso siendo visto con extrañez, pero no le importa, no podía sacarse la mirada de ira de su amada de la mente, definitivamente se arrepentía de todos esos años haciendo todo mal, sabía que todo eso la había lastimado de sobremanera y al parecer ya no podía disculparse y hacerse el tonto.

Ella ya había reaccionado, pero por un lado se lo esperaba, le podía echar toda la culpa, pues la tenía, ella era una víctima más de sus problemas, él como siempre era el victimario que siempre destruía.

Estaba seguro que una vez más otra persona deseaba no haberlo conocido jamas.

Y esos cinco minutos... Fueron los mas dolorosos de su vida.

— Hotaru... No pienso rendirme.