2. Una vida de mentiras

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— Buenos días señor Alex

— Buenos días — dice Alex a penas cruzar la puerta, tiene una sonrisa leve en los labios y sus ojos azules se ven más claros de lo normal, sigue caminando buscando llegar a la oficina de Luzu.

— Buenos días señor Alex.
— Hola señor Alex.
— Lindo día señor Alex.

— Gracias — a penas vio una sala de reuniones desocupada, entró. Soltó un suspiro y palmeó su pecho. No importaba cuántos años pasaran, nunca se acostumbraría a la atención excesiva que le daba la gente cada vez que venía a la empresa.

— Buenos días Alex — le dice Nina cuando abre la puerta — ¿puedo pasar?

— Adelante Nieves — le dice con una sonrisa.

— Tienes que tener cuidado Alex, no entraste hace mucho y la sala está llena de tus feromonas.

— ¿Quién se atrevería a hacerle algo al omega de su jefe? — Alex sonrie mientras niega — estoy bien Nieves, no tienes que preocuparte. Lo que quiero saber ahora es esa cosa que te pregunté hace unos días ¿lo recuerdas?

— Si — Nina suspira — estuve investigando, no pude encontrar mucho pero si hay incongruencias en los reportes. Poco después cerraron el departamento de finanzas. Siguen trabajando pero nadie dice nada.

Alex suspira — supongo que tendré que hacer lo que debía desde el inicio — deja la comodidad del
asiento que había tomado — deséame suerte.

— Suerte Alex.

El chico sale a paso lento, ya no hay más saludos así que tiene la vía libre para llegar a la oficina de su futuro esposo pero sus ganas por hacerlo se vuelven nulas. Entonces se pregunta ¿de verdad quieres saber si tu prometido ha cometido fraude?

Alex conoció a Luzu a penas terminar la secundaria y desde entonces se habían hecho inseparables. El omega cree que porque Luzu es su destinado, aunque en realidad eso es solo un mito. Luzu pidió su mano después de un año de novios y el aceptó muy contento.

Entre los dos había hecho crecer el negocio que Luzu había empezado de cero y se habían centrado tanto en ello que habían aplazado su compromiso más de dos veces.

A pesar de esto, Alex estaba muy feliz, sin embargo, los últimos meses ha notado cambios en Luzu, como que llega tarde a casa o que evita que vea su computadora. Al principio creyó que Luzu lo engañaba pero después de un tiempo se dio cuenta de que aquello era imposible.

Entonces vio un envio grande a una cuenta de banco que no podía ser localizada por ningún hacker en la computadora de Luzu y comenzó a asociar el problema con la empresa.

Toca la puerta tres veces luego de un suspiro y con una sonrisa entre abre la puerta y asoma su cabeza — hola cariño ¿puedo entrar?

— Quackity, no esperaba verte aquí tan temprano — Alex abre la puerta por completo y la cierra detrás de él. Se acerca a abrazar a su prometido pero antes de que pueda, el alfa lo toma de la cintura y le roba un beso.

— ¿Y eso por qué? — le pregunta sin aliento.

— Te extráño demasiado — Luzu se separa y deja un beso en su frente. — y te extrañaré más ahora que vayas al país F.

— No quisiera tener que ir pero es importante que yo cierre el trato con el señor Merlon — se acurruca en sus brazos y deja que siga repartiendo besos en su mandíbula y su cuello — para ya — se queja pero no se aparta. Luzu rie entre travieso y divertido.

— Te dejaré porque tengo mucho trabajo — Luzu vuelve a su escritorio — ¿necesitabas algo?

— Si, en realidad vine para preguntarte una cosa.

— Dime entonces — lo ve firmar un par de documentos, se acerca un poco y se sienta en el escritorio.

— ¿Estás cometiendo fraude, Luzu? — lo ve quedarse quieto, el alfa levanta la vista lentamente y ve sus ojos oscurecerse, su aroma se vuelve agrio y se siente pequeño aunque no se lo demuestra.

— ¿Qué clase de pregunta es esa Alex?

— Es una pregunta solamente Luzu, no estoy insinuando nada. Solo quiero saber el porqué de tu comportamiento tan extraño y el del departamento de finanzas.

— No estoy haciendo nada inmoral Alex.

— Bien, solo eso quería saber — suspira — no me gustaría que hicieras nada que no debes pero se nuestra condición Luzu, siempre estaré de tu lado de cualquier modo.

— Es bueno saberlo — dice el alfa con la voz levemente más suave.

— Entonces me iré ahora, tengo muchas cosas que acomodar en la maleta aún, ¿te veré antes de irme?

— Seguro — se acerca a darle un beso en la cabeza — te veo mañana.

— hasta pronto.















— Señor Merlon, no entiendo que está pasando, ayer dijo que si. Solo nos faltaba su firma.

— Lo sé Alex, pero tú también sabes el porqué de mi negativa actual — le dice el señor serio pero cuando nota su mirada confusa acaricia su larga barba — por tu reacción puedo notar que en realidad no estás enterado.

— Lo siento señor Merlon, no se a que se refiere.

— En ese caso — el hombre suelta un suspiro — hijo, lamento ser yo quien te lo diga, se que ese hombre es tu prometido desde hace un tiempo pero todos en la industria saben que es lo que está haciendo Luzu, es un secreto a voces y no falta mucho para que se vuelvan gritos. Entenderás entonces que no quiero que mi nombre se vea envuelto con el de un estafador.

Alex siente un aire frío chocar contra su cuerpo y recorrerlo de arriba a abajo. Casi como un balde de agua fría cayendo sobre él. Su pecho comienza a doler y se queda sin saber que decir. — lamento las molestias en ese caso, señor Merlon.

— No es molestia niño — el hombre palmea su hombro una vez se despide — suerte hijo.

Alex se quedó en el mismo lugar por horas, no hablo, comió o bebió hasta que llegó la noche. Entonces tomó el valor y devolvió las llamadas que tenía perdidas — si papá, volveré hoy mismo. Necesito hablar con Luzu — suspiro mientras empacaba.

¿Por qué le había mentido? Le dijo que estaría de su lado sin importar que, dijo que prefería que no hiciera cosas inmorales pero no tembló al decirle que tenía su apoyo.

¿Entonces por qué mentirle? ¿En qué otras cosas le ha mentido y no se ha dado cuenta?

Así que mientras espera que suban su equipaje al autobús, decide que no quiere volver aún. Necesita un tiempo a solas, necesita pensar y necesita mantenerse firme con las decisiones que ha tomado. Toma su maleta y abandona la estación, entonces busca un hotel donde pueda descansar.

Horas más tarde mira las noticias sin saber si sentirse afortunado o no.

El camión que iba a tomar ha sufrido un accidente en el que solo 5 cuerpos han sido identificados. Está por llamar a Luzu y decirle que no iba en ese camión cuando lo piensa mejor.

Su paradero es desconocido en este momento lo que implica que nadie sabe que está en país F por lo que nadie lo buscará, tiene consigo los papeles necesarios para hacerse un residente en el país y no volver jamás. Entonces no tendrá que afrontar las consecuencias de los problemas que no le corresponden. Puede que al mundo le parezca infantil y egoísta su decisión pero para él era muy importante confiar en su pareja.

Si ya no puede hacerlo ¿qué sentido tiene volver?

















Hoy es su funeral. Han pasado dos meses desde que ha decidido no volver, dos meses sin contacto con nadie conocido y una prueba de embarazo positiva.

— No es cierto, no es cierto, no es cierto — repite una y otra vez con los ojos llorosos.

Pero los estudios de sangre y el ultrasonido que se hace días después le demuestran todo lo contrario...

Tiene tres meses de embarazo y no quiere volver a ver al padre del niño que lleva en el vientre así que prácticamente si, hoy no solo están enterrando un féretro vacío, hoy el está muerto.

TrouvailleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora