cuentas pendientes

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Después de que Eleguá mencionara al luchador, desde una entrada hacia la arena del coliseo, surgió una canción española terrorífica con una melodía triste. De esa puerta salió caminando un hombre, vestido con la clásica indumentaria de esa época que usaban los campesinos. Se describía así: llevaba una camisa de algodón, un chaleco negro, un pantalón de tela y zapatos de punta. En su cabeza lucía un sombrero clásico, mientras que en su mano derecha portaba un látigo y en la izquierda sujetaba un costal. Levantó la vista para observar a las personas sentadas en las gradas, mostrando una mirada cansada, fruto de numerosas vigilias y la imposibilidad de descansar en paz. Las personas lo observaron con miradas de menosprecio y gestos de disgusto.

Mientras caminaba hacia el centro de la arena, se escuchaba una canción que rezaba:

"Me has dejado
Solo entre los muertos
Las tinieblas me están consumiendo
Te has ido
Demasiado lejos y mi sombra
Te está persiguiendo"

Mientras tanto, en las gradas:

Isabel Barreto miraba al hombre con rabia, pues había escuchado: "Ese hombre no debería ser llamado guardián nuestro. Este hombre no merece nuestro respeto".

Alejandro Malaspina asintió: "Concuerdo contigo, bella dama. Solo con verlo, lo colgaría de nuevo. Espero que represente bien a nuestros".

Leonardo Torres Quevedo comentó: "He escuchado que es uno de los guerreros malignos más poderosos. Por eso algunas criaturas místicas empezaron a temblar. Tan solo al verlo, siento una oscuridad completa a su alrededor".

Eleguá, con su altavoz, anunció: "Por el lado de los dioses, les presento al representante divino, el rey de su Inframundo, hermano mayor de un dios padre de todo. Los adultos le temen, incluso los dioses tiemblan al escuchar su nombre. Es uno de los dioses del Olimpo. ¿Saben de qué dios estoy hablando? Es el dios de la muerte, el hijo mayor de Cronos y el hermano mayor del gran Zeus. Es el gran Hades, Rey del Inframundo griego".

Sucesos antes de la pelea:

En un lugar de España, Escorpio estaba buscando a un guerrero que debía representar a los humanos. En un callejón oscuro, un hombre borracho caminaba, sin percatarse de que estaba siendo acechado por una entidad maligna. Mientras caminaba, el hombre borracho comenzó a escuchar risas que no lograba ubicar.

Entidad maligna: "Ese dinero habría ayudado mucho a tus hijos, a quienes abandonaste, así como a la mujer que dejaste por otra más joven, la cual también te abandonó después. ¿No sientes pena al ver que tus hijos pasan hambre y sus barrigas están vacías?"

El hombre borracho: "Jajaja, esos niños no son míos y hago con mi dinero lo que me da la gana. ¿A ti qué te importa que esos niños no tengan qué comer?"

La entidad maligna salió de las sombras del callejón oscuro y tomó forma humana. Después de unos minutos, apareció frente al hombre borracho y, con sus manos, sujetó fuertemente su cuello, levantándolo en el aire.

Entidad maligna: "Si no te arrepientes de lo que dijiste, llevaré tu alma y nunca volverás a ver la luz".

Escorpio observaba todo con detalle y comenzó a hablar: "Ey, hombre del saco. Entonces, ¿esto es a lo que te dedicas? Según cuenta tu leyenda, deberías asustar a los niños, no a los adultos".

El hombre del saco soltó al hombre, quien cayó al suelo inconsciente. Luego, se dirigió hacia Escorpio.

Hombre del saco: "Escorpio, ¿qué hace una bella dama como tú por estos rumbos? Esto es España, no Grecia. Yo solo estoy haciendo mi trabajo. A ver si ya puedo ser perdonado por los dioses maternos y así pueda descansar en paz".

Escorpio, con una pequeña sonrisa: "Por lo que veo, no has escuchado los rumores sobre la batalla contra los dioses. Déjame contarte. Mi madre, Aries, desafió a todos los dioses y propuso un duelo entre ellos y los guardianes de la Tierra".

Hombre del saco: "Jajaja, ¿yo, un guardián de los hombres? Está muy bien la broma. Hace mucho tiempo que no me reía así. Creo que te confundiste de leyenda urbana".

Escorpio: "Nunca te enteraste de que te ascendieron al rango de guardián de los humanos. Nosotros, los signos zodiacales, vigilamos todas las leyendas urbanas y las clasificamos en diferentes rangos. El rango más alto son los guardianes, aquellas leyendas que hacen reflexionar a los humanos, ya sea para bien o para mal".

Hombre del saco: "¿Cómo que me ascendieron al rango? No sabía que entre las leyendas había niveles. Bueno, será tema para otro momento. Entonces, ¿me eligieron por ser un guardián?"

Escorpio: "ya que eres un miembro de los guerreros malignos, los más poderosos, como La Llorona, el Charro Negro, El Coco y otros".

Mientras esto ocurría en la Tierra, en el cielo de los dioses griegos, conocido como el Olimpo, Zeus estaba considerando quién de los dioses griegos podría luchar y representar adecuadamente a los dioses. En un instante, entre una neblina negra, apareció Hades, dios de la muerte griego y rey del Inframundo.

Hades: "Hermano Zeus, padre de todo, veo que no puedes decidir quién representará a los dioses en el primer duelo" - mientras caminaba en círculos.

Zeus: "Hades, hace mucho tiempo que no venías al Olimpo. Tenemos demasiados dioses y no podemos decidir quién es el más adecuado. Creo que tú puedes ayudarme".

Hades: "Hermano, ¿ayudarte a ti? ¿Después de que me traicionaste cuando derrotamos a nuestro padre, Cronos? Tú y Poseidón conspiraron contra mí, me enviaron al Inframundo cuando yo no quería eso" - Hades comenzó a apretar su bastón con fuerza.

Zeus: "Volvemos a lo mismo, Hades. Ha pasado mucho tiempo. Teníamos que enviar alguien al cuidar nuestro padre ".

Hades, con una mirada enojada que mostraba puro odio, respondió: "¿Cuidar a mi padre? ¿Cuando él me devoró siendo un bebé? Tú querías elogios, estatuas, adoradores. Lo conseguiste. Mientras tanto, yo me alimenté de su odio, de sus temores, de sus venganzas. No es fácil vivir así, Zeus".

Nota: Este no es el relato exacto de la mitología de Hades; fue tomado de la película "Furia de Titanes". Si la has visto, sabrás a qué me refiero.

Los gardianes de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora