El Hombre del Saco estaba siendo golpeado sin piedad por Hades, mientras en otro sector del anfiteatro, Aries y Piscis observaban impotentes cómo el Hombre del Saco estaba siendo acorralado.
Piscis, con lágrimas en los ojos, se dirigió a Aries: "Madre Aries, el Hombre del Saco no puede defenderse. Los tres Hades se están divirtiendo. Esta batalla ya la perdimos".
Aries mostró una sonrisa llena de confianza: "Hija Piscis, ¿sabes por qué Hades utilizó esa técnica? Déjame contarte algo. Fue por el veneno. Las dagas que utilizó el Hombre del Saco estaban impregnadas con un veneno especial. Ese veneno fue creado por tu hermana Escorpio. Hace mucho tiempo, Escorpio recolectó venenos de todos los animales venenosos, desde reptiles hasta anfibios. Con la ayuda de tu otra hermana, estaño, quien es alquimista, ambas estudiaron los tipos de venenos que Escorpio había recolectado y los combinaron para crear el veneno perfecto. Después de mucho tiempo, finalmente Escorpio logró perfeccionarlo".
Piscis, con una expresión de curiosidad, preguntó: "¿Y luego, madre? ¿Qué sucedió?"
Aries continuó: "Escorpio se inyectó el veneno para que se combinara con su sangre".
Piscis, sorprendida, exclamó: "¿Qué? ¿Se inyectó el veneno?"
Aries asintió: "Sí, pero al final el veneno se adaptó perfectamente al cuerpo de Escorpio".
Piscis reflexionó por un momento y preguntó: "Si el veneno no se hubiera adaptado, ¿qué habría pasado con Escorpio?"
Aries respondió con solemnidad: "En pocas palabras, hija mía, ella habría muerto instantáneamente".
Piscis, sorprendida por las palabras de su madre Aries, le preguntó cómo se llamaba ese veneno.
Aries respondió: "Hija mía, el nombre que le puso fue 'el Veneno que Mata a los Dioses'. ¿Sabes por qué lo llamó así? Déjame contarte la historia. Tu hermana Escorpio, considerada uno de los signos más poderosos, vivió una época en la que existía un semidiós llamado Orión. Orión era hijo de Poseidón y de una amazona. Era un gigante fuerte y un cazador excepcional. Un día se enamoró de una princesa y pidió su mano en matrimonio al padre de esta. El padre aceptó, con la única condición de que Orión eliminara todas las criaturas que afectaban las cosechas. Orión aceptó el desafío y partió a cazar. Cuando cumplió con la tarea, regresó al reino, pero descubrió que la princesa y el rey habían desaparecido. Orión, furioso, comenzó a cazar animales indiscriminadamente, impulsado por la ira".
Piscis, intrigada, preguntó: "¿Qué pasó después, madre mía?"
Aries continuó: "La diosa Gea, al ver el caos que Orión provocaba en la tierra, envió a mi hija Escorpio para detenerlo. Escorpio, al enfrentarse a Orión, tuvo la oportunidad de probar si su veneno era efectivo o no. Orión, cegado por la ira, no pudo distinguir entre aliados y enemigos, y se lanzó al ataque. La batalla no duró mucho, ya que Escorpio simplemente extendió su látigo y lo clavó en el cuello de Orión. Este cayó como un gran árbol, sin siquiera darse cuenta de lo que había sucedido".
Piscis estaba sorprendida por lo que su madre le había contado, mientras Aries y Piscis observaban la lucha entre el Hombre del Saco y Hades. En el anfiteatro de los dioses, estos se mostraban confiados y risueños, convencidos de que ya tenían la batalla ganada.
Zeus, un poco preocupado por su hermano mayor Hades, comentó: "Entonces, el veneno que mató a Orión es real. Pensé que Orión murió en una pelea".
Odín reflexionó: "Si es cierto lo que dicen los rumores, que Orión cayó de un solo golpe, la pregunta es ¿por qué Hades usó esa técnica?".
Amun-Ra añadió: "Es obvio, Odín. El veneno está afectando a Hades. Zeus puede explicar cómo funciona Cerbero".
Zeus explicó: "Es muy sencillo. Si observas el arena, hay tres Hades que simulan las cabezas de Cerbero. Pero ¿dónde está el cuerpo para que esos tres Hades puedan moverse? En teoría, hay cuatro Hades en el arena".
Huitzilopochtli interrumpió: "Aunque la daga solo rozó, el veneno pudo entrar, y Hades lo notó. Como dice Zeus, ¿dónde está el cuerpo de Cerbero?".
Zeus concluyó: "Mientras el cuarto Hades permanezca inmóvil, el veneno no podrá corromperlo tan rápido. Sin embargo, esta técnica tiene una debilidad: mientras el cuerpo esté más lejos de las cabezas, estas se volverán débiles".
De vuelta en la arena de combate, el Hombre del Saco ya estaba plagado de heridas. Cuando los dos Hades se disponían a lanzar otro golpe, el Hombre del Saco abrió su saco y se introdujo en él, desapareciendo instantáneamente. Los tres Hades se sorprendieron y se preguntaron dónde había ido el Hombre del Saco, quien reapareció en un extremo de la arena.
El Hombre del Saco comentó mientras se tocaba la barbilla: "Así que así es como funciona Cerbero. Pero ¿dónde estará el verdadero Hades? Hmm... entonces haré esto". Con un gesto rápido, "lluvia ácida". Se introdujo de nuevo en su saco y desapareció al instante, reapareciendo sobre los tres Hades. Desde arriba, lanzó varias dagas en todas direcciones. Los tres Hades saltaron para alcanzar al Hombre del Saco, pero cuando estaban a punto de golpearlo, el Hombre del Saco no opuso resistencia. Cuando los tres Hades lo golpearon, perdieron toda su fuerza.
El Hombre del Saco rió y comentó: "Ya no golpean como antes. Sabía que el verdadero Hades se encontraba en un rincón". Sacando su látigo, lo agitó con fuerza y lanzó un gran ataque a los tres Hades, quienes salieron volando. "Esta batalla será legendaria. Que gane la leyenda o el dios que quede en pie".
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Los gardianes de la tierra
FanfictionEste relato se adentra en un fascinante territorio: los signos zodiacales de todas las culturas que pueblan nuestro mundo contemporáneo. Reclutan a leyendas, sin importar género, para enfrentarse a los dioses en encarnizadas batallas uno a uno. Con...