𓆩*𓆪 Dos 𓆩*𓆪

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Apá Foolish le había dado una misión, una muy importante y Leo estaba encantada de cumplirla mientras se aferraba al cuello de su papi.

Todo hasta que vio como su papi Vegetta echaba un bote de formula al carrito, la odiaba, prefería mil veces el sabor de la leche natural, sentir ese calor corporal y como el lobo de su papi la arrullaba, mientras le hacían mimitos hasta caer en un profundo sueño.

La pesadilla había empezado hace unas semanas, habían comenzado a alimentarla con otros suplementos, así que el pecho había disminuido un poco, pésimo servicio.

"Nooooo"

Aquello fue simplemente traducido a balbuceos, y a sus pataletas que no eran para nada fuertes, su papi solo comenzó a mecerla y hacia soniditos tiernos para tranquilizarla.

— Oh que linda ¿es tu bebé — una voz desconocida alertó a Leonarda, haciéndola parar con su berrinche.

"¡La misión! Casi la olvidaba"

Leonarda miró con fingida inocencia al hombre frente a ella, su fuerte olor indicaba que era un alfa, y a la bebé no le gustaban los alfas, mucho menos los que se acercaban a su papi con solo una intención, robarse su amor y su leche, al menos eso le había dicho apá Foolish.

"Se le van a salir los ojotes de huevo frito si sigue viendo así a mi papi"

— Umm, si gracias — Vegetta sonrió al alfa frente a él mientras echaba un segundo paquete de pañales al carrito de compras, nunca lograba entender a qué llegaban aquellas platicas casuales en el supermercado.

"Siempre tan lindo papi"

Por un momento la bebé había quedado embobada con las sonrisas de su papá, mientras hacía sus burbujitas con su saliva y aferraba su puñito cerrado a su ropa.

— ¿Cómo se llama? — el alfa insistió en continuar con la conversación

"Que te importa"

— Eh, Leonarda — Contestó el omega, más concentrado en las compras que en la platica del insistente muchacho.

— Lindo nombre, para una linda bebé — el chico acarició su abultada mejilla — está gordita.

Y esa fue la gota que derramó el vaso, Leonarda hizo un puchero a la vrz que sus mejillas pálidas se tiñeron de rojo. Se acercaba uno de sus mejores berrinches

— Oh ¿Qué pasa mi amor? — preguntó Vegetta mirando el cambio en su carita y fue cuando se soltó a llorar fuertemente llamando la atención de varias personas en el pasillo y exaltando al alfa.

Vegetta preocupado comenzó a mecerla sin entender el llanto de su hija, dando palmaditas en su pequeña espalda y susurrándole cosas bonitas, el alfa que estaba molestando se disculpo retirándose del lugar, misión cumplida.

"Te salvas de que no tengo dientes"

Fue entonces que se dejó llevar por los mimos y el aroma de su papi, siendo adormecida mientras pensaba en lindos perritos saltando una cerca, si supiera contar lo hubiera hecho, durmió tranquila pensando que apá Foolish estaría orgulloso.

— Quiero suponer que esto no es obra de Foolish — murmuró entre dientes el omega

Baby Thoughts || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora