𓆩*𓆪 Diecisiete 𓆩*𓆪

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Los primeros años de un cachorrito son fundamentales para su desarrollo física, emocional y psicológico. Durante estos primeros meses, los cambios que experimentará son espectaculares y resultaba muy emocionante para los padres presenciar estas etapas. Aunque todavía es muy pequeño, en estos primeros meses de vida comienza a forjarse su personalidad, empieza a desarrollarse su inteligencia y aparecen las primeras bases de su comportamiento, lo cual resultaba ser muy importante y mucho de esto dependía de la crianza que le fuera dada.

Foolish y Vegetta daban lo mejor de sí para educar a Leo de la mejor manera, que creciera siendo una niña muy feliz y bien portada, pero eso era algo que todavía no podían implementar, así que mientras tanto se ocupaban de enseñarle las cosas de acorde a su edad, y es por eso que cuando la pequeña Leo aprendía una cosa nueva sus progenitores no cabían de la emoción, y pues como todo padre les encantaba presumirla.

El omega vio una gran oportunidad cuando su buen amigo fue a visitarlo, llevando a su pequeña bebé de dos meses consigo, entonces era la ocasión perfecta para mostrarle a alguien lo que su pequeña había aprendido recientemente.

― Bebé, dale un besito a papi ― el omega hizo un puchero que buscaba ser adorable, hablándole directamente a la cachorra que estaba sentada en sus piernas, se inclinó un poco para acercar su cara a la de la pequeña.

Leo lo miró un rato, soltando risitas por lo graciosa que le parecía la mueca de su padre, pero como buena bebé hizo caso, dejando un baboso pero tierno beso sobre la nariz de su progenitor, no podía dejarlo en ridículo en frente del otro omega y su bebé.

"Tienes una mancha en tu nariz, papi"

― ¡Oh that's cute! ― Tubbo, quien veía a Vegetta limpiar la baba dejada en su nariz, se notaba enternecido por la acción de la cachorra.

"Si si, como sea!

Ese era el tipo de reacciones que a Vegetta le gustaba recibir sobre su cachorra así que orgulloso le regaló una sonrisa al contrario, ya le llegaría el momento de presumir sobre su bebé, pero por ahora ambos eran la estrella del momento.

Leo no entendía porque su tío lo miraba de esa forma, pero poco le importaba, era más interesante para ella mirar al bultito en sus brazos, si antes le parecía raro ahora más, es que habían estado allí por un rato y esa bebé casi no se había movido lo cual le traía mucha curiosidad a su pequeña y precoz mentecita, ¿Será que siempre está durmiendo?

― Tell her to give one to me ― pidió el otro omega, con ojos brillosos, empalagado por la ternura de la bebé gruñona.

― A ver, dame a Sunny para que puedas cargarla ― dijo Vegetta, extendiendo sus brazos para tomar a la otra cachorra, en cuanto Tubbo tomaba a una enfurruñada Leo de las piernas de su padre.

"¿Es en serio? ¿Me estás cambiando por la bebé que no hace nada?"

Para expresar su rabia comenzó a patalear, dejando claro que la idea no le hacía nada de gracia, Tubbo intentaba contenerla, no se daría por vencido, no entendía porque Leo lo odiaba así que quería cambiar eso, demostrarle a la bebé que podía ser un buen tío.

― Leonarda no seas así ― regañó su padre, aunque aun manteniendo la voz dulce que utilizaba para hablarle ― compórtate con tío Tubbo.

"¡No quiero! ¡Tubbo no me gusta!"

Sus pequeñas patadas continuaban, resaltando la incomodidad de estar lejos de los brazos de su papi, pero en ese momento Tubbo lo acercó hacía su pecho de forma repentina, comenzando a sisear muy bajito, el sonido resultaba bastante relajante y los bebés no eran susceptibles a este, por supuesto Leo no era la excepción dejando de patalear a los pocos segundos, esto conjunto a las feromonas maternales que había adquirido luego del parto lograron calmar a la pequeña mimada que por primera vez en sus meses de vida se dejó hacer por Tubbo, casi ronroneando del gusto.

"¿Qué? ¿Por qué hueles a papi?"

Vegetta miraba sorprendido a su bebé, estaba realmente tranquila recostada en el pecho de Tubbo, pero notablemente confundida, pasando su naricita al rededor y olfateándolo.

― Vaya, has aprendido bastante en solo dos meses ― felicitó el mayor, sonriéndole con empatía, orgulloso de su amigo, definitivamente sería un buen papá.

Tubbo asintió con orgullo, tomando una de las manitas de Leo para dejar pequeñas caricias en ellas.

―I think Sunny's hungry ― señaló divertido Tubbo, la pequeña cachorra se removía en el pecho de su amigo buscando desesperadamente alimentarse.

Una escena que a Leo no le gustó, sacándola inmediatamente de su mundo de paz.

"¡¿Qué está haciendo esa cosa horrorosa?! ¡Esa es mi leche! ¡Mía!"

La bebé se mostró nuevamente indignada, ¿Quién se creía Sunny? Mostraba una fachada de bebé tranquila que no rompe ni un plato pero en la primera oportunidad intenta robarle su leche, no se podía confiar en nadie más. Molesta comenzó su lucha de balbuceos que pretendían ser reclamos y pataletas en búsqueda de volver a los brazos de su papá.

― Pa... pa ― balbuceó al borde del llanto.

― Oh, I think she got a little jealous ― comentó Tubbo con gracia, no tenía ni siquiera tamaño para las acciones que realizaba.

Vegetta asintió, tomando con cuidado a la bebé hambrienta para devolver a los brazos de Tubbo, necesitaba tomar nuevamente a su pequeña terremoto, porque así como aprendía cosas buenas, también adquiría hábitos poco agradables, como morder por ejemplos, y tenía algo de miedo que alguien resultara herido, la otra vez tuvo que tomar a su cachorra con rapidez, el instinto materno de Tubbo estaba muy a flor de piel y quien sabe cómo podía reaccionar ante el llanto de su bebé, mucho menos a la causante de dicho llanto.

"MI papi, mi leche"

Baby Thoughts || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora