La muerte de la guerra

Capitulo 40

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Resumen:

Helaena y Baela tienen un encuentro, Visenya se involucra. Daemon intentó hablar con su hija mayor. Espero que les guste 🥰

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Helaena respiró hondo y exhaló lentamente. Amaba a sus hijos pero podían volverla un poco loca. Maelor tenía un año y diez años e insistía en ser el escudero de Aemond. También quería viajar a las ciudades libres una vez que fuera mayor, al igual que su primo Joffrey. Mientras que Jaehaerys estaba feliz con sus libros y pinturas. Rhaenyra le había regalado un juego de pinturas de Essos y su hijo mayor pasaba la mayor parte de su tiempo pintando. Jaehaera no era tan tímida como unos años antes y no tuvo problemas para hacer amigos. A Helaena le hizo feliz ver cómo habían prosperado sus hijos y lo amados que eran. Jace era el mejor marido y padre, incluso para sus tres hijos mayores. No los trató de manera diferente a como lo hizo con Harwin. Su hijo menor era tan dulce y adorable como su padre. Algunos días todavía no podía creer que así fuera su vida, cuán diferentes habían sido las cosas. A veces se despertaba pensando que todo esto era un sueño y que las cosas habían salido como se suponía al principio. Entonces su marido la abrazaría y la besaría y el miedo pasaría.

"Sabia que eras tu." Cerró los ojos y suspiró antes de volverse para mirar a Baela. Incluso después de todos estos años, a la otra mujer todavía no le agradaba. La única diferencia era que Helaena ahora sabía por qué, Baela estaba enamorada de Jace. “Hace años que no nos vemos. Quería felicitarte por tu hijo”.

"Gracias", su voz era un poco vacilante, sabía que Baela no la había buscado para ser agradable.

“Y no te preocupes, estoy seguro de que todo el peso desaparecerá con el tiempo”. Helaena se puso tensa, debería haber sabido que su prima encontraría una manera de insultarla. Helaena sabía que Baela estaba mintiendo, ya había perdido el peso que ganó cuando estaba embarazada. Había perdido aún más peso que después del nacimiento de Maelor, Jace seguía diciéndole que necesitaba comer más. "Si no, estoy seguro de que tus doncellas pueden apretarte un poco más el corsé".

"¿Qué es lo que quieres?"

"No tienes por qué estar tan molesto, sólo estoy tratando de ayudarte". Helaena resistió la tentación de poner los ojos en blanco, sólo quería que la mujer fuera al grano. "Quiero decir, no querrías que tu marido tuviera una amante, ¿verdad?"

“Si te refieres al hecho de que besaste a Jace, lo sé. Me dijo." La sorpresa brilló en los ojos de Baela. “Estaba horrorizado y muy molesto por eso. Antes de que intentes mentir y decirme que fue él quien te besó o cómo respondió al beso, no te molestes. Todos en el castillo saben que lo besaste y fuiste rechazado rotundamente.

"¡No fui rechazado!" Baela la fulminó con la mirada. “Todos en el castillo mienten, no pasará mucho tiempo antes de que Jace tenga una amante. Nunca podrás satisfacerlo”.

Años antes de que Helaena fuera tímida y callada, pasaba la mayor parte del tiempo escondida en su propia cabeza e hacía todo lo posible para complacer a quienes la rodeaban. Incluso se había mantenido alejada de Jace, negándose a casarse con él durante años porque había creído en las palabras de Baela. Pero fue como dijo Rhaenyra, ella era una princesa, una jinete de dragón, una Targaryen y la gente le debía respeto. No era la misma chica que había sido años antes y no iba a permitir que Baela la hiciera sentir menos.