La muerte de la guerra

Capitulo 51

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Resumen:

Salto temporal de 2 años y reuniones familiares. Espero que les guste 🥰

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2 años después.

Las cosas habían sido un poco incómodas durante las primeras lunas después de que regresaron de las Ciudades Libres. No estaba segura de lo que había pasado entre su marido y sus padres, pero las cosas habían estado muy tensas. Después de algunas lunas, parecieron llegar a un entendimiento y las cosas mejoraron entre ellos. Las cosas también habían mejorado entre su madre y Rhaenys desde la muerte de Corlys un año antes. La princesa se había disculpado con su madre varias veces e incluso intentó que Baela cambiara de opinión sobre muchas decisiones que había tomado. La princesa se había convertido en un elemento habitual de Kings Landing durante el año pasado. Su madre consideraba a Rhaenys una consejera y las mujeres eran buenas amigas.

“¿Viste al sanador?” Su marido apareció a su lado, haciéndola sobresaltarse, no lo había oído acercarse. “¿Qué dijo el sanador?”

“Me reuní con la partera”. Aemond pasó la mano por su vientre hinchado y sonrió cuando el bebé pateó. “Ella dijo que todo va bien”.

"Bien." Aemond besó sus labios, su mano todavía moviéndose sobre su vientre. "¿Por qué estás aquí? Pensé que ibas a descansar”.

"Estoy descansando." Ella le dio una mirada divertida. "Estoy sentado aquí, sin hacer absolutamente nada".

“¿No hace un poco de calor aquí afuera?” Visenya puso los ojos en blanco. “¿No estarías más cómodo en nuestras habitaciones?”

"Aemond", ella le dedicó una pequeña sonrisa y se levantó, tomando su rostro entre las manos. "Te amo, pero me estás volviendo loco".

"No soy."

"Sí es usted." Ella le dirigió una mirada de complicidad. "Se han puesto en marcha algunos planes".

"Eso es un poco drástico". Dijo su marido con voz molesta.

"No, fue drástico cuando planeé arrojarte a las celdas negras hasta que naciera el bebé". Su boca se abrió. “Tienes suerte de que mi madre me convenciera de que no sería necesario llegar a esos extremos”.

Aemond le dirigió una mirada de incredulidad y sacudió la cabeza. Amaba a su marido, pero desde que quedó embarazada, él había llevado su sobreprotección a niveles completamente nuevos. Sabía que él tenía un poco de miedo, pero también le había hablado de todos los hijos que los otros Aemond y Visenya tuvieron en el otro mundo. Su marido estaba seguro de que tendrían una niña y Visenya estaba encantada por lo feliz que estaba ante la idea de una hija. Cada vez que hablaba con alguno de los señores o damas de la corte, todos deseaban que ella tuviera un hijo. Su marido seguía diciendo que deseaba que ella y el bebé estuvieran sanos y que estaba seguro de que sería una niña. Él ya había elegido el nombre e insistió en que su primera hija se llamaría Aysse. Sabía que ese era el nombre de la hija que los otros Aemond y Visenya tenían en el otro mundo.

"Ya que estás tan preocupado". Visenya rodeó el cuello de su marido con las manos y le mordió el labio inferior, sonriendo cuando gimió. "Deberías llevarme de regreso a nuestras habitaciones y cansarme para que pueda descansar".