POV Aventurine
Ya llevamos un par de semanas desde que Ratio se ha convertido en mi... "Esclavo", por así decirlo. Aún no parece muy contento con que esté viviendo conmigo, pero no se puede quejar, tiene un precioso techo donde dormir, le doy comida, casi parece que el esclavo soy yo.
Hoy era el típico día lluvioso que te impiden hasta ir a trabajar, así que Ratio y yo nos hemos quedado en casa. Ratio estaba leyendo un libro, y yo, sinceramente, estaba bastante aburrido.
Eran aproximadamente las 17:00 de la tarde, y parecía que el tiempo iba más lento de lo normal.
Miré a Ratio, quién parecía muy concentrado en su libro. Entonces, una idea pasó por mi cabeza, obviamente la idea era picarle.
Me acerqué a él, ya que estaba al otro extremo del sofá, y cuando estuve lo suficientemente cerca, pose mi dedo índice sobre su mejilla, cuando el sintió mi tacto, soltó un gruñido de molestia que fue como música para mis oídos.
—Se puede saber que haces, Aventurine?— preguntó él con un claro toque de molestia en su tono.
—Es que me aburro, y que mejor manera de divertirme que con mi queridísimo amigo?— dije yo con intención de picarlo.
—Eres realmente insoportable.— dijo él, con intención de alejarme.
— Lo sé, y me encanta.— dije sin dejar de dar golpecitos en su mejilla, con una sonrisa burlona en los labios, inclinándome levemente a el con el simple motivo de molestarlo.
—Para.— dijo él en tono serio.
—Nop.— le respondí, tratando de llevarlo al límite.
Ratio, al ver que no paraba de tocarle la mejilla, se cansó y cogió mi mano para que parara, y se giró para mirarme.
—Te he dicho que pares.— dijo él con seriedad.
Yo, sinceramente, no podía concentrarme en lo que dijo, no cuando su cara estaba tan cerca de la mía, a solo unos centímetros de distancia, casi podía sentir su respiracion contra la mía.
No pude evitar sonrojarme levemente, Ratio pareció también notar lo mismo que yo, ya que enseguida se apartó, y juré que se podía ver un indicio de rojo en sus mejillas.
Ratio se alejó, y probablemente había ido a la cocina a por algo de picar, como yo le pique a él, pfft, nah, es broma... O no?
La tarde trascurrió con lo que se podría considerar normal, peleas, piques y un par de coqueteos tontos de mi parte, pero Ratio es tan cruel que siempre me rechaza.
Terminamos de cenar, nos deseamos las buenas noches y nos fuimos cada uno a nuestra respectiva habitación. Casi parece mentira que me vaya a acostar temprano, aún que no sé cómo voy a conciliar el sueño... Pero habrá que intentarlo.
Me acosté en mi cama, estaba recién hecha, me cubrí con las sábanas, perdido en mis pensamientos y como todo a cambio solo por una apuesta perdida, realmente parece sacado de una típica historia cliché, pero esa es ahora mi realidad y la de Ratio.
Poco a poco, mis ojos se fueron cerrando, normalmente no me ocurre eso, siempre estoy extrañamente estresado y no puedo dormir, por lo que recurría a las bebidas alcohólicas... Sé que no debería, pero si no no me puedo dormir. Pero... Pensar en Ratio me daba mucha paz, y más sabiendo que ahora comparto techo con él y que lo tengo cerca mía, esa paz me hizo conciliar el sueño con facilidad.
Un rato más tarde, me desperté, pero no estaba en mi cama ni en mi habitación, si no en un espacio totalmente oscuro y negro, lo que hizo que tuviera un poco de miedo. Miré a mi al rededor, no había nada ni nadie, pero sentía una vibra extraña en éste espacio... Estaba soñando, no?
Sentí que unos pasos se acercaban por mi espalda, me gire instantáneamente y no podía creer lo que veía, mi hermana mayor, viva, con la misma apariencia que el día que la perdí... Tenía ganas de llorar, correr a ella, abrazarla y no soltarla nunca, pero antes de que pudiera hacer nada de eso, ella hablo.
—Realmente eres de lo peor, Kakavasha...— dijo ella con la misma voz que recordaba.
—Eh...?— fue lo único que salió de mi boca.
—Porque no me salvaste...? Como pudiste ser tan egoísta?!— dijo ella mirándome con odio y resentimiento.
—Q-que...? Y-yo no...— sentí como mi voz se quebraba, mis ojos se empezaban a sentirse húmedos.
—Dime! Tan poco te importaba?!
—No!
—Siempre fuiste tan egoísta?!
—N-no!
—Entonces, porque me dejaste morir?! Por qué, Kakavasha?!
—NO!
De repente, me desperté, en mi cama sobresaltado, con mi cuerpo temblando y los ojos lagrimosos.
Estaba intranquilo, sentía mi respiración irregular, no podia seguir así.En un momento desesperado, me dirigí a la habitación de Ratio, andando con prisa, pero sin dejar de temblar, realmente esa pesadilla me afectó demasiado.
Llegué a la habitación y entré, me acerqué a la cama de Ratio, aún sintiendo mis ojos lagrimear.
—Ratio...?— susurré, con la voz un poco débil.
—Aventurine? Son las tres de la madrugada, que quieres?— dijo él con un poco de molestia en su tono, pero enseguida se disperso cuando me vio con pequeñas lágrimas en los ojos.—Estás llorando?
—Jeje... Sí, tuve una pesadilla...— admití yo con una sonrisa forzada, tratando de secar las pequeñas lágrimas que emergían de mis ojos.
Ratio suspiró, se hizo a un lado, invitándome a tumbarme a su lado.
—Anda, ven aquí.— dijo él tratando de sonar malhumorado.
Yo no me lo pensé dos veces y accedí, acostándome al lado suya y acercándome a él, pero no podia dejar de temblar, aún seguía asustado por la pesadilla.
Ratio, al ver que no me calmaba, suspiró y envolvió sus brazos al rededor de mi cuerpo tembloroso, enterrando mi cabeza en su pecho, provocando cierta reacción en mí.
—Ahora duerme y calla.— dijo él simplemente, pero sin dejar de abrazarme.
Yo asentí levemente con la cabeza, devolviéndole poco a poco el abrazo, con un leve sonrojo en mis mejillas, podía sentir como Ratio enterraba la nariz en mi cabello, inhalando mi aroma, y termino dormido mientras me abrazaba. Yo también me iba quedando dormido, la presencia de Ratio era tranquilizadora y reconfortante, pero era extraño que mi corazón latiera tan rápido por mi amigo... Dejando todos esos pensamientos de lado, terminé dormido en los brazos Ratio, y no volví a tener pesadillas esas noche.
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1070 palabras en total.
No me creo que haya hecho tres caps del tirón-
Si te ha gustado, por favor vótalo! <3
Nos vemos en otro cap!
Bye bye~ ✨
ESTÁS LEYENDO
Una apuesta perdida
FanfictionVeritas Ratio, también conocido como Dr. Ratio, acompaña a su padre a un salón de apuestas, sin él saber que se podria convertir en una apuesta...