00-La llegada de Bella

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Astrid

—cálmate papá, todo saldrá bien, ya verás que tu y Bella se llevarán de maravilla— puse una mano en el hombro de mi padre, quién diría que un hombre serio como él estaría temblando como gelatina por ver a su hija.

—lo sé, pero no puedo tranquilizarme, hace mucho que no convivimos tanto tiempo juntos— me miró haciéndo una mueca.

A lo lejos pude ver a mi hermana acercándose a nosotros con su equipaje, corrí hacía ella y la abracé fuertemente, la había extrañado mucho, no la veía desde la cena de acción de gracias.

—hola Bells, me alegra que estés aquí— nos separamos y le di una gran sonrisa.

—me da gusto verte Didi— me devolvió la sonrisa, papá se acercó y la verdad que fue un momento algo incómodo...

[...]

Al llegar a nuestra casa ayude a Bella con sus cosas y la deje en su habitación para que se instalara, estaba muy emocionada de tener a mi hermana denuevo conmigo.

—oye, Didi, mamá te envía esto— Bella entró a mi cuerto extendiendome un paquete con mi nombre escrito en una de las esquinas.

—gracias Bells— lo tomé y se fue dejándome sola nuevamente.

Abrí el paquete, en él había varias cosas, un par de cartas con la letra de mi madre, un álbum de fotos, una cámara polaird, un collar con una pequeña mariposa de color morado y un libro de mi autor favorito, Stephen King.

Una bocina se escuchó, me asomé por la ventana y pude ver que eran Jacob y Billy Black, habían traído el regalo que papá le compró a Bella.

Seguro se quedarán a cenar, así que mejor voy pensando que platillo haré.

[...]

—Buen día— Bella bajó más dormida que despierta.

—buenos días — respondimos al unísono con papá.

—¿Quieres ayuda?— preguntó, pero negué y le indiqué que se sentara mientras terminaba el desayuno—¿siempre cocinas tu?— me interrogó con la mirada mientras le servía waffles a ambos.

—por lo general sí, porque si no cocino papá viviría comiendo comida rápida y con el colesterol por las nubes— reímos y papá me miró ofendido.

—es mentira— lo mire con una ceja alzada mientras me sentaba a desayunar.

—la última vez que lo dejé solo fue hace cuatro meses, me fui de campamento por dos semanas y al volver me enteré de que solo había estado viviendo a base de hamburguesas, pizzas y café— los tres nos reímos y seguimos desayunando.

[...]

—¿Ya es hora de ir a la escuela?— Bella me miró confundida mientras me colocaba mi abrigo.

—tengo práctica con el equipo de volleyball, tu debes ir en dos horas Bells, siento no acompañarte, pero si quieres puedes buscarme en el almuerzo— hice una mueca y me despedí de papá con un beso en la mejilla— nos vemos, los amo.

Salí de la casa colgando mi mochila sobre mis hombros y el auto de Anya ya estaba estacionado afuera esperando por mí.

—buenos días Astrid— saludé una vez que me subí.

—buenos días capitana— la molesté, sus ojos miel me miraron con diversión antes de arrancar.

Anya Cullen es mi mejor amiga desde hace dos años aproximadamente, esta en pareja con Rosalie Hale, una rubia hermosa, pero que tengo el leve presentimiento de que me odia.
En la escuela, ella junto a sus demás hermanos adoptivos son considerados "raritos" por su extremada belleza y por el hecho de que son pareja entre ellos, yo no le veo nada de malo la verdad, después de todo no son hermanos de sangre.
Solo dos de ellos están solteros y son codiciados por la mayoría de las chicas de mi escuela como si fuesen un objeto, Edward Cullen, un año mayor que yo, cabello cobrizo y ojos miel al igual que todos sus hermanos, es serio, pero parece divertirse en silencio a veces, como si escuchara algo divertido.

Y luego tenemos a Emmett Cullen, un grandulon idiota que solo busca molestarme cuándo compartimos clases, que, lamentablemente son la mayoría, Anya siempre lo regaña, pero no siempre le hace caso, la verdad, no se que le ven las chicas.

[...]

—de verdad, no se como haces para no sudar ni apestar luego de entrar tanto amiga— le comento a Anya mientras salimos de los vestidores ya cambiadas, ella se encoge de hombros divertida.

—tal vez es genética.

—pues envidio mucho tu genética— nos reímos y de la nada aparecieron todos sus hermanos en manada.

—hola cariño— Anya se acercó a Rosalie y se besaron, aww, son tan tiernas, las amo, ojalá se casen y me adopten.

Pude ver a Edward mirándome de costado mientras trataba de no reír, ¿Que le causará tanta diversión?

—hola Astrid— me saludó de mala gana la rubia, no se porque le caigo mal, ¿Serán celos porque paso mucho tiempo con Anya?

—hola belleza— rodé los ojos al escuchar la irritante voz de ese tonto.

—luego nos vemos Anya— le sonreí a la pareja y comencé a caminar hacía la cafetería.

—Oye, ¿no quieres almorzar con nosotros?— me preguntó Alice, ella me cae muy bien la verdad.

—gracias por la invitación, pero debo estudiar— le sonreí en forma de disculpa y ella asintió algo decepcionada, la verdad es que quiero pasar el menor tiempo posible con Emmett.

—por tu culpa no quiso venir, tonto— escuché a mi amiga regañarlo antes de doblar por el pasillo.

[...]

Tomé mi bandeja y caminé hacía la mesa en donde estaba sentada Bella, con ella estaba la rubia hueca de Jessica y la chica del periódico escolar.

—ey, Bells, ¿Como estas?— le sonreí parandome a su lado.

—amm, bien, ¿Te sientas?

—hoy no, voy a almorzar en la biblioteca, tengo un par de trabajos atrasados— miré de reojo a la rubia que casi sacaba cuchillos por los ojos—luego nos vemos hermana— le guiñé un ojo y me alejé.

No recuerdo en que momento surgió la "rivalidad" entre Jessica y yo, bueno, la verdad es que ella me odia por alguna razón que desconozco desde que éramos niñas, jamás lo comprendí y tampoco me afecta, así que solo la ignoro en todo momento y ya.

The Witch ||Emmett Cullen 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora