DARKSIDE (Nueva Versión)

CAPÍTULO 12

Volaba sobre el mercado, desde el cielo veía a las personas comprar y vender. pero algo llamó mi atención, un chico muy delgado y pálido recibía una golpiza, vestía unos arapos rotos y sucios. ¿Quién es y por qué lo golpean? Decidí aterrizar y al verme los aldeanos se hicieron a un lado y los dos hombres, dejaron de Golpear al chico me acerque y mientras ellos hacían una reverencia yo ayude al chico a ponerse en pie.

-¿Por que lo tratan de esa forma?-Pregunte a los hombres-Es un chico pequeño, ¿No les da vergüenza?

-Princesa, este chico a venido a buscar trabajo en mi tienda,-Dijo uno de los hombres- quise ser buena gente pero lo encontré comiéndose los alimentos que debería venderse.

-¿Y tu que razón tienes para golpearlo?-el otro hombre se sobresaltó al escucharme, bajo la cabeza apenado.

-El estaba huyendo, lo tomé y quise darle una lección.

-¿Por que robaste?

El me veía con lágrimas en sus ojos negros como la noche.

-No robe, alteza, se lo juro -se giro y apunto al dueño de la tienda- El me dijo que podía comer lo que quisiera, así que tome un pan dulce, pero de la nada empezó a golpearme así que trate de huir pero su amigo me atrapó.

La rabia crecía dentro de mi, ¿Como pueden hacerle eso? ¿Este es el pueblo que lidera mi padre y no se entera de estas injusticias?

-¿Por que?

Me dirigí al dueño de la tienda, deje que en mis ojos se reflejará mi poder, los hombres se austaron, también el chico y los 3 retrocedieron un paso.

-Alteza, ¿No sabe quien es? El es Chesed, es No grato en el pueblo, su nacimiento es una aberración para nosotros, es un primogénito pero su madre cometió adulterio con un demonio; el es hijo de un demonio, si sangre está mala.

El hombre parloteaba, las manos le temblaban al igual que su voz.

-No tienes derecho, si los dioses no hicieron nada contra el, ¿Tu con que derecho te atreves? ¡¿CON QUE DERECHO SE ATREVE. TODOS A LLAMARLO "NO GRATO?!

Los transeúntes bajaron la cabeza y los dos hombres me veían atemorizados.

-Lo lamentamos, princesa, no queríamos molestarla.

-Conmigo no deben disculparse, es con el.

Mire al chico y los hombres también, ambos se disculparon pero esas dos simples palabras, seguro fue lo más difícil que hicieron en sus vidas, ya que en lugar de decirlas, fue casi como escupirlas.

-Chesed-el mantenía su cabeza agachada, sin mirarme a los ojos- ¿Que edad tienes?

-Quince años, alteza.

-¿Asistes a la escuela?-parecía menos de quince años con ese aspecto.

-No, no esta permitido para mi.

-Eres un primogénito, asistiras a la escuela.

-No tengo un don, no soy como usted. -Se apretaba sus dedos y su voz se quebraba.

-No solo los que tienen un don, asisten a la escuela, recibirás noticias pronto.

-Gracias, alteza.

-De nada, nos vemos pronto.

Subí en kamari y el me sonrió mié tras me elevaba, agitó su mano en señal de despedida y le regrese el gesto. Volé de regreso al palacio, debo hablar sobre esto con mi padre.

Al llegar deje a Kamari en el espacio que mande a construir para ella, le quite la silla y me dirigí a la oficina de mi padre, pedí que me dejaran entrar pero los guardias me informaron que estaba en el salón de fiestas con mi madre. Así que camine hasta el sitio, los guardias me dejaron entrar sin problema.

-Padre-Dije al entrar, el caminaba junto a mi madre y ella dejó de sonreír cuando me vio- Hola, ¿podemos hablar?

-Hola Sky, por ahora estamos ocupados, hablaran luego-Dijo mi madre- planeamos tu fiesta número 17, es momento de presentarte ante la sociedad y por eso vendrán personas de otras tierras.

-Disculpa, ¿Que dijiste? ¿Presentarme ante la sociedad? Creo que las personas ya saben quien soy desde que nací, no creo que debas presentarme, padre por favor.

-Me refiero a que consigas un pretendiente.

Cuando ella dijo eso, me sentí demasiado molesta, ¿Acaso intenta deshacerse de mi?

-No-Dije molesta.

-Ya es momento, Sky- Ella me sonrió, conozco esa sonrisa piensa que no podré apelar contra su palabra.

-Eh dicho que no, me casaré cuando yo lo decida, no lo harás tu; si tanto te estorba vivir en este palacio conmigo, entonces vete que la heredera soy yo, tu solo eres un adorno.

Ella intento acercarse a mi, pero mi padre la detuvo.

-Conoce tus límites, Clarisse- Mi padre le habló molesto- Sky ah dicho que no desea pretendientes, así que no te entrometas mi hija no me estorba y no la deseo ver casada a los 18. Ahora, ¿De que querías hablar, princesa?

Mi madre estaba roja de furia, se que aveces le digo cosas muy hirientes pero es lo que me hace sentir y su manera de tratarme me hace justificar mis acciones.

-Quiero hablarte de Chesed, el chico que es mitad demonio.

Mi padre se asombro al oírme mencionarlo, coloco su mano sobre mi espalda y me hizo caminar hasta los tronos que estaban en medio de la sala, me hizo una señal para que me sentará en el de el, el se sento en el de mamá.
Le comenté todo lo ocurrido en el mercado, omití el día en la escuela ya que si se entera se molestara demasiado. Al terminar el tenía un semblante pensativo, pero la que habló primero fue mi madre que estaba de pie junto a nosotros.

-¿Como puedes entrometerte? El mercader tiene razón, ese chico es una aberración y tu no deberías meterte en ese tema.

-¿Te parece bien la injusticia en el pueblo? Yo liderare esta nación un día, así que no deseo gobernar a gente despiada que se aprovecha de las debilidades de los otros pero que vas a saber de eso, solo te dedicas a tus fiestecitas.

-Respetame, Sky.-Dijo de manera tajante, así que me puse en pie.

-Respeta tu mis decisiones, debo ver por el bien de todos en el pueblo es mi deber como princesa heredera, no puedo ser egoísta y permitir tales bajezas.

Ella se quedó en silencio y observo a mi padre expectante, le dio una mirada para que el no cediera ante los que le había hablado.

-¿Que propones, alteza?-Dijo y mi madre refunfuño y salió del salón, dejándonos a solas.

-Que el vaya a la escuela, que reciba ayuda, no puedo hacer que dejen de odiarlo pero quiero ayudarlo con ropa, Zapatos, estudios y lo que necesite.

-Debes saber que el chico no tiene madre, la pobre falleció durante el parto y el fue criado por una mujer que le asigne, creí que ella se encargaría de enviarlo a la escuela pero veo que me equivoque, iré a visitarlo esta misma tarde y te prometo que el asistirá a las tutorias y le ayudare con lo que necesite.

-Gracias padre, sabía que me apoyarias.

Ambos nos pusimos en pie y le di un abrazo, se que el no lo ve como un capricho.

-Serás una gran monarca-me acaricio el cabello y luego salimos del salón, el paso la tarde fuera del palacio y yo me dedique a jugar con mi hermano y juntos dimos una vuelta en Kamari, claro, a escondidas de la reina porque sino haría un gran drama.