03. The Archer

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—Tengo dos noticias para ti —le informó Jessica a Percy durante el desayuno.

Percy se sobresaltó ante la súbita aparición de la chica. Había corrido desde el anfiteatro, donde comenzó a entrenar con los chicos de la cabaña 11 desde temprano, hasta el pabellón en busca de su amigo. Tenía el cabello amarrado en una coleta desprolija, la armadura puesta y una sonrisa torcida que hizo que el chico entornara los ojos con perspicacia.

—¿Buenas o malas?

—Como quieras tomarlas —Jessica se encogió de hombros y extendió la mano para robar el vaso de agua de Connor y tomarla de un solo trago—.  Aunque me ofendería si las consideras malas.

Connor se quejó, al mismo tiempo que un atisbo de sonrisa aparecía en el rostro de Percy.

—Dispara.

—Hoy es el juego de Capturar la Bandera…

—¿Qué? —se escandalizó—. Pero si apenas entrené con Luke la espada y…

—… y yo te ayudaré a entrenar… —Jessica hizo un redoble en la mesa—… ¡tiro con arco!

Percy ladeó la cabeza, procesando sus palabras mientras Jessica sonreía abiertamente, esperando su reacción.

—Eso es… genial, Jessi —Percy sonrió, sin querer arruinar su emoción ante la idea de hacer el ridículo frente a ella—. ¿Cuándo empezamos?

—En este mismo momento —remarcó sus palabras con un golpecito de su dedo índice sobre la mesa.

Apenas terminó su oración, tomó el brazo de Percy y lo guió entre el gentío que comenzaba a formarse en el campo de entrenamiento. El primer juego de Capturar la Bandera del verano era cosa seria. Los campistas se preparaban para la oportunidad de librarse de una semana de sus labores, de demostrar qué equipo era el mejor y, tal vez, de impresionar a sus padres. Para Jessica, era una forma de saltarse las clases de griego antiguo sin sentir culpa, pero siempre tenía esperanza de que algo más sucediera. Algo que llevaba esperando cinco años.

Para distraer su mente, le había pedido a Luke ser ella quien le enseñara a Percy algo. Lo que sea, no le importaba, con tal de sentir que le era de ayuda a su amigo. La facilidad con la que Luke accedió fue impresionante, pero decidió no jugar con su suerte al cuestionarlo. Además, su amigo parecía tener muchas más preocupaciones esa mañana, porque apenas habían cruzado palabra en todo el día.

Cuando encontraron un blanco que no estuviera ocupado, Jessica sonrió y dejó en el suelo los materiales que había tomado prestados de la armería.

—Materiales básicos: flechas, arco, carcaj y un blanco —señaló. Su tono hizo reír a Percy—. Tensas la flecha, apuntas… —Jessica explicaba mientras lo hacía y, al soltar la flecha, ésta dio apenas unos centímetros fuera del blanco—. ¡Y listo! Tu turno.

Dejó el arco en las manos de Percy, quien borró su sonrisa. Lo había visto muchas veces en películas, pero, en ese momento, con las manos temblorosas por el peso del arco y bajo la intensa mirada oscura de Jessica, parecía un asunto más complicado.

—Sujétalo con firmeza —le indicó al acomodar su codo a la altura de su barbilla. 

Percy la miró de reojo, perdiendo la concentración y disparando la flecha por accidente hacia el césped.

—Lo siento —se disculpó, sonrojado, mientras colocaba una nueva flecha.

Jessica sonrió, arrancando la flecha del suelo.

Too Young  |  Percy Jackson   [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora