CAPÍTULO 6 | 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬.

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Removí mi cuerpo en la cama,  somniolento. A mí cabeza me llegó de golpe la propuesta de Thiago y no recordé si le había aceptado o no, aunque sabiendo muy bien como soy debí decirle que si y ahora estoy en compromiso. Abrí los ojos, dispuesto a ir para darme una ducha pero las manos de Bill lo evitaron, apretó su agarre para no dejarme salir de la cama.

Solté un gruñido.

— ¿A dónde vas? — la voz somniolenta junto con su apestoso aliento me saca un intento de sonrisa para ocultar mi malestar.

— A la feria de Thiago. — respondí de vuelta mirando hacia el techo. Bill esconde su rostro en el hueco que forma mi hombro y cuello. Escucho con claridad como suelta ronroneos delicados que provocan un suspiro largo en mi persona. — ¿Sabes dónde está su universidad?

— Uy, ¡claro! — saltó eufórico de la cama ignorando el severo dolor anal que debe tener. Desperezó su cuerpo para colocar ambas manos en la cintura y mirarme con una sonrisa incomprensible. — Yo también quiero ir, necesito saber lo que va a pasar al tener al culpable de Gordon frente a nosotros.

Tragué saliva, histérico.

¿Por qué acaba de hacerme recordar tantas cosas en un ratito?

— Genial, Bill. Ahora me alistaré.

— Yo igual y me bañaré contigo. No es que quiera invadir tu espacio privado pero así ahorramos agua.

Y así fue, los dos nos metimos a la ducha para darnos un baño rápido. Ambos de espaldas y a ratos estas rozaban sin querer, erizando la piel de mi contrario.

Yo lo único que puedo decir es que me tocó ocultar un empalme más duro que una roca.

¿Qué era eso de erectarme solo con tocar?

Es una completa mierda.

Al salir del baño ambos entramos a las diferentes habitaciones para ponernos ropa y salir casi de volada de la casa. Fuimos en nuestros respectivos autos ya que después tomaríamos rumbos distintos. Seguí en todo momento a Bill hasta ingresar al parking de la U repleta de estudiantes con sus respectivas familias y ahí era donde me entraba el sentimiento...

Yo también quería a mi mamá y a papá juntos para eventos como los demás niños llevaban a sus papás.
¿Qué importa si estoy grande? quiero a mis padres presentes conmigo y disfrutar la palabra "familia".
Ese sentimiento dentro de mí pecho se volvió demasiado intenso que no aguanté las lágrimas y en silencio  solté en llanto.

— Oye. — Bill golpea la ventana del chofer. Miré en dirección contraria para limpiar mis lágrimas y aguantar. No quería que me dijera cosas que empeoren mi corazón y me haga llorar peor que un niño en frente de todos. Rápido bajé del auto para ir con él hasta el patio central y darle atención a la feria hasta llegar a Thiago. — ¿Estás bien?

— Sí. — susurré dándole una de mis mejores sonrisas.

— Ah, bueno... me pareció verte llorar en el auto.

— ¿Por qué lo haría?

— Por la familia... me molestan los...  típicos padres que siempre están encima de sus hijos que ya están grandes, ¿para qué...

— Bill. — interrumpí serio. — Te dije que estoy bien, ahora cállate. — como respuesta solo sonrió.

Por paz decidí apresurar mi paso y desviarme a ver una de las muchas  manualidades que se encuentran en exhibición. Relamí mis labios decidido a participar para ganar premios que consisten en dulces para calmar mi dolor.

El único es que soy malísimo jugando a responder preguntas básicas de historia o lenguaje.

Agh.

— ¡Tom!

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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