𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫
Pequeñas historias con 𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘎𝘢𝘭𝘭𝘢𝘨𝘩𝘦𝘳, cada capítulo es una historia diferente. Es muy improbable que haga dos partes de la misma historia.
Algunas veces puede que deje finales alternativos (en la misma...
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Era un sábado soleado y brillante en la pequeña ciudad donde vivía la familia de Alice. Emma y Thiago estaban emocionados, no solo porque el Día de las Madres estaba a la vuelta de la esquina, sino también porque tenían algo especial planeado para su madre. Emma, la hija mayor, había estado organizando la sorpresa junto con su padre, Aidan, y su hermano menor, Thiago. Estaban decididos a hacer que este día fuera inolvidable para Alice, quien siempre había sido el pilar de la familia.
— Mamá va a amar esto — , dijo Emma mientras ajustaba los detalles de la sorpresa. — No puedo esperar para ver su cara cuando vea lo que hemos preparado — .
Thiago asintió emocionado. — Sí, va a ser genial. ¡Le va a encantar! —
Aidan sonrió con complicidad. — Estoy seguro de que así será. Pero tenemos que asegurarnos de que todo esté perfecto antes de que ella regrese a casa — .
Después de horas de preparación, finalmente todo estaba listo. Emma y Thiago se escondieron en el salón mientras Aidan esperaba ansioso a que Alice regresara del mercado.
Cuando Alice entró por la puerta, Aidan la recibió con una sonrisa. — ¡Feliz Día de las Madres, cariño! —
Alice se sorprendió al ver la decoración especial y el delicioso aroma que llenaba la casa. — ¡Oh, chicos! ¿Qué están tramando? —
Emma y Thiago salieron de su escondite, llevando consigo un ramo de flores y una tarjeta hecha a mano.
— ¡Sorpresa, mamá! — exclamaron al unísono.
Alice se echó a reír, emocionada por el gesto de sus seres queridos. — ¡Oh, mis amores! ¡Esto es maravilloso! —
Se abrazaron y compartieron risas mientras disfrutaban de un delicioso desayuno preparado por Aidan.
— Gracias, a todos ustedes — , dijo Alice con lágrimas en los ojos. — Ustedes son lo mejor que me ha pasado en la vida — .
La familia pasó el resto del día juntos, compartiendo momentos especiales y creando recuerdos que atesorarían para siempre. En ese Día de las Madres, el amor y la gratitud llenaron cada rincón de su hogar, recordándoles lo afortunados que eran de tenerse unos a otros.
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