—¿crees que alguien de ellos los tenga? — le preguntó Dolores a Mefistófeles, había pasado tres días desde que Álvaro desapareció, el brujo creyó que tarde o temprano daría noticias, sin embargo, eso no había pasado y el brujo ya se encontraba preocupado, por lo que, cuando Mefistófeles les contó a Dolores y a Chuy de sus miedos, no le fue difícil a la mujer creer que la iglesia tenía en su poder Álvaro y a Alberto
—no quisiera creer eso, pero me temo que es una probabilidad— le dijo Mefistófeles —por eso hable anoche con Chuy y dijo que hablaría con doña Concha
—pues espero que lo reciba, yo hubiese ido, pero sinceramente esa mujer me da miedo y más cuando se quita las gafas— respondió Dolores al brujo
Doña Concha era una hechicera que no vivía en el Barrio Gitano, ella prefirió, en palabras de Mefistófeles y otros hechiceros, quedarse estancada en San Joaquín, sin embargo, eso no impidió que ella fuera víctima de los tiempos Oscuros, siendo una noche donde fue asaltada por los miembros de la iglesia y sin importarles que se tratara de una mujer de setenta y cuatro años, la sometieron y, en un acto monstruoso, le arrancaron los ojos y la dejaron pensando que estaba muerta, sin embargo, ella sobrevivió y fue curada, aunque se le dijo que no podría volver a ver, cosa que no pareció afectarle, como si supiera que eso le pasaría
Sin embargo, eso le ayudo para entrenar su visión y ver los sucesos que cualquier persona quisiera saber, desde saber dónde estaba una persona desaparecida, aunque su forma de hacerlo rayaba en lo tenebroso, ya que nadie era capaz de aguantar el pequeño ritual de la mujer
Cuando dieron las siete de la tarde, la ciudad de Torreón ya estaba en la oscuridad, Dolores y Mefistófeles esperaban en la casa de este la llegada de Chuy, minutos después, alguien toco la puerta y la bruja fue a abrir la puerta, no les sorprendió ver a Chuy, sin embargo, si les sorprendió un poco que trajera consigo a la anciana bruja
Doña Concha estaba sentada en una silla de ruedas, su cuerpo estaba totalmente cubierto por mantas, usaba unos anteojos oscuros y usaba un gorro que cubría el poco pelo que aún conservaba, ya era una mujer que tenía ochenta y ocho años, sin embargo, a pesar de la debilidad de su cuerpo, aun podía imponer con su presencia y eso se evidenció cuando ninguno de los brujos allí presentes hablo mientras Chuy ingresaba a la casa con la mujer
—buenas noches— saludó de forma respetuosa Mefistófeles a la mujer, rompiendo así el silencio que se había desarrollado
—creí que no identificaría tu voz, pero no pierdes nunca el tono, ¿cierto? — ironizó doña Concha cuando Mefistófeles le hablo —déjame adivinar, ¿quieres que te ayude para encontrar a uno de tus amigos?
—así es, supongo que no tengo que darle la información de mi amigo— le cuestionó Mefistófeles y solo recibió, por parte de doña Concha, una sonrisa irónica
—si tú, Dolores o Chuy se quieren quedar, adelante, no tengo problema alguno. Ya ellos sabrán si tienen los huevos de aguantar lo que va a pasar— les dijo doña Concha a los allí presentes
Para sorpresa de Mefistófeles, quien estaba decidido a quedarse, Chuy y Dolores se quedaron allí, la anciana no necesito preguntarles su respuesta, el propio silencio de los tres fue suficiente para saber que todos se iban a quedar, la mujer les ordeno que formara un círculo y todos se tomaran de las manos, eso hicieron todos, pero antes de que se agarraran de las manos, doña Concha, sin pedirle a nadie, se quitó los lentes oscuros que cubrían sus ojos, mostrando una imagen que hizo que Dolores se estremeciera, aunque ahogó el grito y prefirió no ver aquella imagen
Donde debían de estar los ojos de la mujer estaban cerrados por la piel de la mujer, sin embargo, las cosas se empezarían a poner un poco tenebrosas cuando los allí presentes se tomaron las manos

ESTÁS LEYENDO
Los Poderes del Infierno
ParanormalTorreón, aquella ciudad norteña del estado de Coahuila, en México, suele ser una gran ciudad con historia que para muchos le será indiferente, pero para otros les resultará interesante, sin embargo, en las soleadas y calurosas de la populosa ciudad...