Heridas

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¿Simple? ¿Insuficiente? ¿Inseguro? ¿Tonto? Quizás todo eso en un solo conjunto de átomos llamados "Cuerpo", quizás una mezcla de cada cosa mala mezclada con orgullo. Sin más ni menos, sin gloria ni derrota. Es como estar en el medio de una tabla de posiciones, es como tener una gran fantasía, pero simplemente queda soñar con estar en ella.

Bell Cranel, el Semi-Dios que venció al infierno y destruyó las esperanzas de un pueblo vil y despiadado, derrotando a cada paso que daba a los miserables demonios que le quitaron una vez a lo que aprendió a amar, a lo que una vez consideró... Familia.

Las costillas rotas, el hombro dislocado, la mandíbula acomodada y sangre derramando de su tan blanco y puro cuerpo... Eso era lo único que se podía ver de un joven peli blanco. Caminando en desolación e infinita decadencia, un chico tan puro como la nieve blanca de la nevada época de invierno, tan puro como el agua bendita de una Santa Eucaristía, tan puro como la inocencia de un niño... Sin embargo, la inocencia se acaba cuando caes en cuenta de que la vida no es un simple juguete, sino, tú eres el juguete de la vida, quien se cansó de ser utilizado por tí y, cobrando venganza, ahora es turno tuyo de ser el juguete. Esto le pasaba al chico, quien previamente estaba sufriendo un castigo tan injusto como la misma vida, pero... Nada más le quedó sufrir en silencio y aguantar como el más fuerte, porque su orgullo le decía que si saltaba esa condena, él caería como cobarde.

Las palabras siempre hieren más que un golpe físico, las emociones son las que controlan el cuerpo, son las que te hacen temblar de miedo, son las que te hacen sonrojar, son las que te hacen recordar dando dolor de cabeza, son las que manipulan los miembros del cuerpo para seguir adelante, ya se a por amor individual o amor social.

Nosotros somos tonto al pensar que la vida nos puede regalar lo que queremos, sabiendo que tenemos que arriesgar algo para consegir algo más. Bell sabía muy bien esto, él sabía que su cuerpo estaba pagando por dejar que las dos chicas con las que logró encariñarse se fueran de su lado y acobijándose en el helado manto de cadaveria. Siempre hay algo que nos arrebate la esperanza, que nos deje en el suelo, que nos quite las ganas de seguir... Sin embargo, rendirse no es opción.

Paso a paso, las posadas de Bell se estaba haciendo aparecer en el suelo maldito del infierno, su presencia decía que, sin importar quien fuera, él lo destrozaría sin pensarlo.

Bell quería destruir ese mundo tan horrible y despiadado, quería dejar en ruinas al mundo en el cual dejó lágrimas y sangre, en el mundo donde perdió mucho, pero...¿Realmente esto le daría paz? ¿El matar un mundo sería lo mejor para él?  Esto era algo que, por razones obvias, Bell estaba totalmente dispuesto a averiguar.

Las gotas de sangre tan roja como los ojos del chico; se desvivían callendo hacia el duro y frío suelo, los huesos se curaban con  ocurrencia, la mirada del chico; previamente manchada de sangre, se limpiaba con forme las lágrimas caen con paciencia.

"Cómo quisiera... Volver a ser feliz"

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Estos cortos los haré para profundizar el pasado de Bell. Espero les haya gustado.

Cómo siempre, si no los vuelvo a ver, Buenos días, Buenas tardes y Buenas noches.

solo en mil vidas- Destino Paralelo (Bell En Mato Seihei No Slave)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora