┃ : 𝐒olo tienen suerte 𝘯𝘪𝘯̃𝘢...
Pronto entenderás lo que
hacemos, el porque es
importante todo esto, y lo que
significa para el mundo., y
cuando lo hagas, estarás
agradecida de estar de nuestro
𝘭𝘢𝘥𝘰.
: 𝐓...
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BELLA
- Estás listo? - le pregunté al chico frente a mi. Aris asintió con delicadeza y frotó sus manos en su pantalón.
Tal vez venir a las 4 am, a despertar al nuevo no fue la mejor de nuestras ideas.
- Entonces...? voy yo? - le pregunté, luego de un pequeño silencio incomodo.
- Yo me quedaré, ya sabes a vigilar que no se los pierdan - dijo jugando un poco con sus manos, ambos estábamos nerviosos.
Suspiré y asentí, y me encaminé al cuarto de los chicos.
Aunque por mi mente pasaban muchísimas cosas, desde el que pasaría si no lograba despertar al nuevito, como también el que iba a suceder si no nos creían, tal vez nos acusarían, o tal vez solo nos tacharían de locos. Son demasiadas las cosas que pasaban por mi cabeza, pero no tengo tiempo de pensar en esas cosas, prometí que sacaría a mis amigos de aquí y eso haría.
Los pensamientos intrusivos no me iban a desconcentrar ahora, no podía distraerme de mi objetivo.
THOMAS
Cuando la noche caía, era para mi era como un cuento de terror, como un momento de miedo y horror, como si los monstruos viniesen a visitarme en mis sueños, convirtiéndolos en pesadillas y haciéndome imposible el poder conciliar el sueño.
Los recuerdos, los pensamientos, todas esas cosas que tal vez por el día no consideraba, invadían mi mente durante la noche. Desde que llegué a este lugar, desde que conocí a Janson, supe que nuestra guerra no había terminado, y muy por dentro, esperaba que las cosas que pensaba día y noche, no fuesen ciertas.
Nunca pensé extrañar el laberinto, solo estuve algunos días, pero las personas que estaban ahí, me hacían sentirme en un hogar. Mientras que aquí, simplemente la comida no me sabía, las personas me trataban como si fuese un ignorante como todos los demás, me sentía parte de un juego en el que ninguna parte ganaba.
Cuando pienso que las cosas irán mejor, mis pensamientos me dicen lo contrario, y mierda, no sabía si era algún extraño tipo de brujo, adivino o solo un desconfiado, pero siempre tenía razón, y esa parte de mi la odiaba, odiaba preocupar a mis amigos, odiaba el hecho de nunca poder estar tranquilo, el siempre querer respuestas, encontrar el porque de todo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché a sartén moverse, encima de mi. Podía escuchar el suspiro tranquilo de todos, mientras seguramente soñaban y descansaban, después de todo, nos lo merecíamos cierto?
Después de todo lo que sufrimos, lo que nos habían hecho, creo que nos merecemos un momento de paz. Un merecido descanso.
Pero como si el universo me odiara, comencé a escuchar quejidos y como la rejilla de abajo de mi cama se movía.
