Fate: Hotel Chaldea

Capítulo 29: Ep. Charlotte Corday

Cena y espectáculo. Un concepto sencillo. Una idea muy normal, muy sencilla y sinceramente, muy atractiva para una cita. El hecho de que estuviera en oferta fue un poco impactante en sí mismo, e irónicamente era extraño en su normalidad.

Y luego recordaste que esto era Caldea y, por supuesto, no fue tan simple.

Efectivamente fue cena y espectáculo. El problema era, por supuesto...

La chica nerviosa que te habían presentado hace apenas unos minutos adoptó una pose, lanzando grandiosamente su sombrero de copa al aire y luego atrapándolo con una floritura mientras volvía a bajar, sacando una varita telescópica de él y estirándola hacia su longitud completa en el mismo movimiento.

Los niños del público aplaudieron con entusiasmo, algunos rieron emocionados, otros se mostraron tranquilos. Por un momento, te preguntaste sobre su vestimenta: pantalones cortos y top de bikini, medias con rejilla y corazones, y un abrigo de mago de escenario más estándar... al que le faltaba la mayor parte del frente y no cubría nada.

Para empezar, era una belleza atrevida, con pechos enormes y atractivos que casi se desbordaban de la parte superior del bikini y una sonrisa amable y encantadora que desarmaba incluso a las personas más cautelosas y paranoicas.

Tenía cierto control sobre su acto de magia, y cuando agarró su sombrero y sacó la varita, se inclinó, con los brazos bien abiertos, inclinándose por la cintura casi hasta un punto ridículo. Casi temías que se cayera, pero a pesar del pequeño temblor que viste en ella mientras se inclinaba, logró recuperarse.

"¡Gracias por tus amables sentimientos, el Mago Corday ha llegado~!" habló, con los ojos cerrados y una sonrisa brillante. "Este será mi asistente por hoy, ¡dale una cálida bienvenida a todos!"

Ella hizo un gesto hacia ti. Llevabas el atuendo de un ninja de película, todo negro y cubierto hasta los ojos. Saludaste con la mano y los niños saludaron a su vez, un grupo de niñas y niños que parecían más divertidos que cualquier otra cosa al verte con ese atuendo.

Ella te sonrió y luego te indicó que caminaras hacia adelante. "Mi asistente aquí me ayudará con algunos de nuestros trucos... primero, quiero que prestes atención", dijo, mientras señalaba con su varita sobre la abertura de su sombrero, lo lanzaba al aire y metía la mano. Entró y sacó lo que parecía ser un muñeco de peluche de conejo. Ella parpadeó. "¡Dios mío, esto no es todo!" dijo, volviéndolo a meter y luego sacando un cuchillo grande, diseñado para arrojar. "Ups, esto tampoco", dijo, con voz un poco más asustada, y luego la última vez logró sacar una baraja de cartas.

Soltaste un suspiro de alivio. No había manera de que ella lanzara cuchillos, ¿verdad? ¡Este fue un acto de magia para niños!

"¡Sostenga mi sombrero, mi querido asistente!" Ella habló, mientras te pasaba la herramienta. Resististe la tentación de mirarlo, tenías que permanecer sutil e invisible hasta que llegara el momento de distraer a alguien. "Ahora, señorita cumpleañera", dijo, sonriendo a una rubia con cabello extremadamente largo, sosteniendo un osito de peluche, sentada junto a una joven casi mortalmente pálida con los ojos un poco demasiado abiertos. "¿Por qué no vienes aquí y coges una carta?" ella preguntó.

Siguió la rutina estándar de un mago, incluidas sus señales para que distraigas la atención de todos haciendo cosas como dejar caer el sombrero o usando las distracciones preparadas, que incluían un pastel de crema de plátano, para llamar la atención mientras Charlotte describía el truco a los niños. y cómo usaría su magnífica clarividencia para adivinar su carta.

Todo iba bien, hasta que pareció estropear el truco: la rubia había elegido el cuatro de corazones, y Charlotte... Bueno, cuando fue a sacar la carta correcta de su sombrero, en lugar de la carta, sacó una Muñeco de peluche con apariencia de ángel extremadamente extraño.