Fate: Hotel Chaldea

Capítulo 39: Ep. Medb 2

El frío amargo de Escocia todavía te afectaba incluso mientras te conducían por los sorprendentemente cálidos y cómodos pasillos del castillo. Al igual que Chaldea, parecía ser un producto de la última tecnología disponible. Desde cosas tontas como pantallas que pretendían ser pinturas en movimiento, hasta antorchas falsas que se encendían solas con sensores de movimiento, e incluso una proyección en tiempo real del cielo cuando pasabas por el Gran Salón, como lo había llamado tu guía. ..

"Es un poco vulgar", afirmó Medb. Ella caminó delante de ti y bueno, eso nunca fue malo. Pocas eran las ocasiones en las que se podía decir que Medb no era un placer para la vista, y esas eran las ocasiones en las que ella te hacía pasar por un escurridor. Por alguna razón que todavía no entendías, ¿ella había asumido el papel de tu educadora sexual, aparentemente por algún tipo de rivalidad con Scathach?

Fue difícil saberlo.

"Al menos pensé que era genial", dijiste, notando que la mujer mayor de aspecto severo que te guiaba por el pasillo se movía ante cada uno de los comentarios de Medb.

"Parece un castillo que yo personalmente habría saqueado", dijo tarareando. "Pero debo estar recordando mal considerando que todavía está en pie".

La mujer que inicialmente parecía bastante feroz cuando la conociste, sólo para encogerse ante Medb, tropezó entonces. "S-Sí, bueno, yo diría que si eso hubiera sucedido, tal vez habría habido quienes hubieran estado bastante ansiosos por reconstruir", habló, como si planteara una simple hipótesis.

"Supongo que sí", dijo Medb, con un toque de satisfacción engreída en su tono.

La mujer se aclaró la garganta y, mientras caminaban por el pasillo, pareció detenerse por unos segundos cerca de una pared vacía, sacó un palo de su pesada túnica y luego golpeó la pared repetidamente, como si siguiera un patrón. Al detectar algún tipo de llave, los ladrillos comenzaron a retroceder y se reveló una puerta oculta.

"Ingenioso", dijiste, asintiendo con agradecimiento.

Medb pareció divertido pero no dijo mucho. Luego, la mujer abrió la pesada puerta de madera. "Estamos aquí. Gracias por tu ayuda, vendré a recogerte cuando hayas terminado. Por favor, no salgas temprano, los pasillos del castillo pueden ser bastante sinuosos y, a veces, tienden a cambiar para hacer que la gente se pierda".

"Por supuesto", dijo Medb, tarareando apreciativamente.

Esa fue una metáfora un poco extraña, pero si todos los pasillos comenzaran a verse iguales, probablemente sentirías como si el castillo estuviera cambiando para ti. Con una reverencia, ella abandonó tu presencia, y la viste irse, un poco perdido en cuanto a por qué, solo por un momento, te había mirado con una mirada de lástima sin igual.

"¿Me metí en algo que no debería haber hecho?" preguntaste, volviéndose hacia Medb. "Esto es sólo... una clase, ¿verdad? ¿No estamos tratando con algunos demonios ni nada por el estilo?"

Ella sacudió la cabeza y se metió un mechón de pelo rosado detrás de la oreja. "Estarás bien, solo sigue mis pasos y trata de seguir el ritmo", dijo, "sé que tienes lo necesario para hacerlo, de lo contrario habría traído a alguien más", dijo.

"Literalmente me dijiste que yo era tu respaldo porque la persona que querías traer contigo dijo que no", respondiste rotundamente.

"Y eso es un gran honor", dijo. "Endereza la espalda y ponte firme, eres la pieza central de esta lección", dijo, su tono no necesariamente cambió, pero un toque de autoridad dominante se deslizó en él, como si siempre hubiera estado ahí. De hecho, enderezaste la espalda.

Ella entró y tú entraste detrás de ella.

Casi sentí como si estuvieras atravesando agua o algo así, como si hubiera una fina película de líquido que atravesaste, casi no lo habrías notado si no fuera un poco más consciente de tu entorno que la mayoría... y también si no fuera por el hecho de que en el momento en que lo hiciste, el sonido de la charla llenó tus oídos. Sin duda, las voces de las personas que tomaban la clase llenaban tus oídos.