- Enid ¿Dónde estabas? - preguntó Merlina una vez vió a la rubia entrar por aquella puerta de madera, no quiso demostrarlo tanto, pero realmente se había preocupado al notar que ya era demasiado tarde y Enid no regresaba a la habitación.
- Tranquila roomie, sólo fui a por unos tragitos - dijo la rubia mientras se balanceaba un poco al caminar - ¿Qué tal si dejamos de hablar de mí y nos concentramos en tu hermoso rostro? - coqueteó Enid mientras se acercaba al secretario donde estaba sentada la pelinegra.
- ¿De qué ha-... - sus palabras quedaron en el aire cuando la rubia atrapó sus labios en un apasionado beso, al principio Merlina no correspondió, pero al darse cuenta que Enid no la dejaría ir, decidió corresponder el beso. Cerró sus ojos y se dejó llevar.
- ¿Te he dicho lo hermosa que eres? - Merlina podía oler el olor a alcohol que salía de la boca de su compañera de cuarto.
- Será mejor que te alejes - dijo Merlina quien ya tenía una idea a dónde iba a ir el asunto.
- ¿Por qué? Sé que quieres esto tanto como yo - respondió Sinclair - ¿O crees que no me he dado cuenta de tus señales?
- ¿A qué te refieres?
- Noto todas tus señales, Merlina. Sé que te gusto.
- ¿Y si fuera así qué? Tú eres la novia de Ajax.
- Olvidémonos de él, ahora sólo somos tú y yo en esta habitación, en nuestra habitación, nadie sabe lo que pasa dentro de estas cuatro paredes - dijo Enid mientras acariciaba el cabello de la pelinegra para después empezar a besar su cuello el cual estaba visible gracias a que la blusa de pijama de Merlina era de tiras.
- ~ahh... - a Merlina se le escapó un suave gemido al sentir como los labios de Enid chupaban su cuello, seguro le dejaría chupetones muy visibles.
Gracias a su fuerza de lobo Enid logró coger a Merlina entre sus manos como si no pesara nada, como la cama de Merlina era la más cercana, la llevó hasta allá y la depositó con mucho cuidado.
- Eres hermosa - susurró Enid en su oído haciendo estremecer a la pelinegra quien ya sentía como su parte íntima se iba humedeciendo poco a poco.
- Enid... - llamó nuevamente Merlina, pero no recibió respuesta por parte de la contraria. Al rato la pelinegra escuchó el sonido de algo rasgarse para después sentir frío en su abdomen, dándose cuenta de que Sinclair le había roto la blusa de seda negra que llevaba puesta como parte superior de su pijama.
Enid empezó a jugar con los pechos de Merlina quien ya tenía los pezones erectos debido a la excitación, mientras chupaba uno masajeaba el otro, haciendo que Merlina empiece a soltar gemidos bajos.
- ¿Puedo? - preguntó la rubia mientras tocaba el short de Merlina, la pelinegra con un leve asentimiento de cabeza le permitió continuar - Estás empapada - mencionó Enid al ver cómo en el medio de las bragas negras de su acompañante se hacía muy visible un círculo de humedad.
Sin esperar más tiempo, la misma rubia de deciso de todas sus prendas, incluidos sus boxers dejándole ver a Merlina la gran erección que tenía.
- ¿Te gusta? - preguntó Enid con algo de gracia al ver como Merlina no quitaba su mirada de allí.
Empezó a mecer su pene sobre la entrada de Merlina, aún cubierta por la tela de la bragas. Bajó la tela con cuidado viendo directamente a Merlina quien se encontraba muy sonrojada.
- ¿Lista? - preguntó Enid
« Una vez un Addams se entrega a su alma gemela estará condenado a la maldición » recordó Merlina, pero ella quería eso.
Enid Sinclair sería la persona que la maldijo.
- Sí.
La rubia no esperó más y metió de la cabeza su polla entre los pliegues de Merlina.
- Ahhh, mmm - la pelinegra mordió el hombro de Enid en un intentó de callar el devastador y fuerte gemido que se le salió debido al dolor de sentir como su himen fue roto por la gran polla de la rubia.
Enid esperó a que Merlina se acostumbrara para así poder seguir con las embestidas.
- ahhh..mmm - Merlina quería evitar ser tan ruidosa, pues los demás podrían escucharla y no sería un riesgo que este dispuesta a seguir.
- Estás muy apretada, ahhh... - gimió Enid mientras entraba más en ella.
- M-me estás condenando - admitió Merlina, aunque Enid no entendió a qué se refería, sonrió. Merlina giró su cabeza hacia el gran ventanal donde podía ver cómo la luna llena se tornaba de color rojo.
« Una vez la luna llena se torne roja será cuando la maldición tome posición en nuestros cuerpos y nos condene a ella »
« Simboliza la entrega a nuestra pareja en su totalidad » recordó Merlina.
- Ahhh... - gimió la pelinegra al sentir como sus paredes se apretaban contra el pene de Sinclair para finalmente correrse con ella, sintiendo como los chorros de semen llenaban sus paredes internas y una vez la rubia salió de ella, un líquido blanco mezclado con rojo salió de sus muslos casi de inmediato.
- Te amo - susurró Merlina, para después darse cuenta que Enid se quedó totalmente dormida a su lado.
Con algo de fuerza logró llevar a Enid hasta su cama y logró ponerle un pijama de dormir, sabía que lo más probable es que la rubia no recuerde nada el día de mañana.
Vió sus sábanas negras y lo visibles que eran sus fluidos, las cambió por otras limpias y las llegó hasta el fondo de su armario, más tarde las lavaría, no podria llevarlas a la lavandería de la institución porque si no los empleados sabrían lo que pasó al ver el estado de las sábanas y moriría de la vergüenza.
Se metió a dar una ducha caliente para asegurarse de quitar cualquier olor a relaciones sexuales y para que su cuerpo se relajara un poco.
Al salir antes de dormir vió la luna.
La luna llena estaba totalmente roja.
La maldición había caído sobre ella.
Ahora tenía dos opciones; vivir o morir.
Sólo tendría un día para confesarse que sería a la mañana del mismo, tomando en cuenta que ya era de madrugada. En caso de ser rechazada por Enid, ya sabría lo que le esperaba; el maravilloso abrazo a la muerte.
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Este fanfic es corto, espero que lo disfruten.
Pd: esta idea se me acaba de venir a la mente, por el aburrimiento jajaja.
Pd 2: gracias a los que se preocuparon por mi salud, ya me encuentro mucho mejor, no les garantizo actualizaciones inmediatas en las otras historias, pero en esta puede que sí, ya que como dije; es relativamente corto.
Pd 3: Los dolores de cabeza ya no son tan fuertes, ya empecé un tratamiento y ya me hice los exámenes.
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Maldición Addams
Fanfiction- M-me estás condenando - admitió Merlina, aunque Enid no entendió a qué se refería, sonrió. Merlina giró su cabeza hacia el gran ventanal donde podía ver cómo la luna llena se tornaba de color rojo. « Una vez la luna llena se torne roja será cuando...
