Día 5

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- Entonces niño abeja ¿Qué es lo que tienes planeado? - preguntó Homero viendo a Euguene, ya era de día y el chico necesitaba de su ayuda para poder organizar todo tal cual lo tenia pensado.

El día de ayer los Addams habían estado dando vueltas por todo Jericó buscando un montón de cosas que Euguene les había escrito en una lista, mientras las madres de él estaban separando el jardín donde se llevaría a cabo el encuentro de Enid y Merlina. Si haciendo todo esto Enid no se enamora de Merlina ya nadie sabrá cómo ayudarla.

« M-me estás condenado » aquella frase llevaba repitiéndose en la cabeza de la rubia como disco rayado, no necesitó de mucha ayuda para saber que fue Merlina quien le dijo eso, sin embargo ¿Por qué? ¿A qué se refería Merlina con esa frase? Y lo más importante ¿Cuándo se lo dijo y por qué no lo recuerda?

Aunque muchas dudas inundaban su mente prefirió no hacerlo notar, pero ahora se estaba alarmando un poco; tal vez su lobo queria hacerle saber algo ¿pero qué? Y ¿por qué su lobo se escondía de ella cada vez que estaba con Ajax o cada vez que intentaba no preocuparse tanto por Merlina?

Vió el lado de la joven Addams y se dió cuenta de que no estaba ahí.

« Tal vez ni llegó a dormir » pensó la rubia, pero  ¿por qué su lobo se enfado ante esa idea?

La noche anterior no pudo conciliar el sueño fácilmente y como consecuencia se había despertado tarde, por lo tanto no tuvo tiempo ni de bañarse, así que se bañó en perfume y salió directora al comedor.

- Estoy cansada - dijo débilmente Merlina mientras miraba al lago, no sabía cuánto tiempo iba a soportar, pasó la noche pensando en lo bien que se sentiría suicidarse y acabar con todo de una vez, así mínimo sabría que murió a manos de ella misma y no de una enfermedad la cual juró nunca tener. Por lo mismo cerró su corazón en una coraza casi irrompible con un montón de barreras y obstáculos de por medio, así se aseguró de no sufrir aquella enfermedad genética, pero sin siquiera saberlo ella bajó todas sus defensas ante Enid y dejó que la rubia ingresara a su corazón.

Grave error.

- Merlina... - la pelinegra se sobresaltó un poco al escuchar la suave voz de su hermano detrás de ella. Al parecer ya no estaba sola.

- Pericles - dijo girandose para mirar a la cara a su hermano.

El chico no dijo nada más, solo se sentó al lado de su hermana y tratando de que no se aleje de él llevó a su hombro la cabeza de la mayor. Merlina no tuvo tiempo de reaccionar y cuando lo hizo intentó alejarse.

- No lo hagas - dijo su hermano - No te alejes. No ahora - su tono de voz estaba quebrado, no hacia falta verlo a los ojos para saber que el chico intentaba no llorar.

- Pericles... - empezó a decir Merlina.

- Sólo quédate un rato más - suplicó - Quiero tenerte cerca... No quiero perderte - esa fue la última gota que derramó el vaso para que el chico no soportara más las lágrimas.

Tal vez la relación con su hermana mayor no pueda definirse con palabras, pero los dos se querían. Pericles no sabía lo que haría sin su hermana, le aterraba la idea de que ya no iba a tener más amenazas diarias, no iba a ser enterrado vivo en el jardín de la casa, no iba a tener a alguien que lo escuchara y no lo juzgara y mucho menos alguien que lo deje dormir en su cuarto con la condición se que sea en el piso porque detesta el contacto.

- Si no hubiera dejado que me metan en ese casillero no hubieras sido expulsada y nada de esto estaría pasando - dijo Pericles.

- Probablemente hubiera sido expulsada de todas formas, mas no por las mismas razones - respondió Merlina - No te culpes.

Un cómodo silencio se hizo presente entre los dos hermanos y cuando Pericles estaba dispuesto a hablar se dió cuenta de que Merlina se había quedado dormida en su hombro.

- Quédate un rato más - dijo Pericles mientras miraba el rostro de su hermana, se veía cansada, muy cansada.

- Euguene no creo que esto funcione - dijo Merlina mientras veía el hermoso jardín decorado que estaba a las afueras de NeverMore, sin duda el chico y sus familiares hicieron un excelente trabajo en crear un ambiente muy romántico.

Al faltar 10 minutos para la hora de llegada de Enid, los demás se fueron deseándole lo mejor a Merlina.

La primogénita de los Addams se quedó tranquila esperando a que la rubia llegase. Había preparado una pieza de baile lento y suave que todo Addams baila con su persona especial y ella quería bailarlo con Enid, aunque sea por una sola vez.

Esperó.

Hasta que se cansó de hacerlo, sólo se paró de su asiento y se fue, ni siquiera le envio un mensaje a Euguene o a su hermano, quienes ya le estaban preguntando cómo le estaba llendo.

Sorpresivamente Dedos también decidió darles privacidad y se fue con sus familiares a pescar mientras ella se quedaba en el jardín, así que estaba sola.

« Estás destinada a la soledad » recordó las palabras de su antepasada, Goody Addams. Al parecer la rubia no se había equivocado, ella iba a morir sola, quiera o no.

Sus piernas se debilitaron a mitad del camino lo que ocasionó que cayera de rodillas y se raspara, poco o nada le importaba, pero necesitaba pararse y caminar hasta llegar mínimo a la entrada de Jericó.

Cuando al fin logró pararse, sintió un fuerte dolor de cabeza y cayó desmayada, en medio de la nada.

- ¿Addams? - preguntó Bianca mientras se acercaba más al cuerpo inconsciente que estaba tendido en el piso, el cual se le hacía muy familiar - ¿Qué te pasó? - Bianca temia lo peor, al ver que Merlina no despertaba, sin embargo, aún respiraba.

La morena logró coger en sus brazos a la Addams y caminar con ella hasta tomar un taxi que las llevaría a NeverMore.

Llegaron tarde, más allá de las 11 de la noche, pero al menos habían llegado. Merlina había recuperado la consciencia hace más de media hora, pero no estaba dispuesta a entablar una conversación con Bianca y mucho menos responder a sus preguntas.

Cómo llegaron tarde los guardias las cacharon y las llevaron hacia la directora.

Antes de que Larissa pueda empezar a regañarlas, Merlina volvió a sentir un terrible dolor de cabeza y volvió a caer inconsciente, pero esta vez en los brazos de Barclay, la cual había reaccionado rápido ante la situación.

- Llévala a la enfermería, quédate con ella hasta que reaccione - ordenó la directora y Bianca aceptó.

« La maldición está avanzando » pensó Larissa viendo con preocupación a Bianca salir con Merlina en brazos.

Maldición AddamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora