Valió la pena // Beatrice x Ava

I

6 años después

eran las 8 de la mañana, un día como cualquier otro para Beatrice, los pájaros cantando, el ruido de los autos en las carreteras, el murmullo de las personas por las calles.

Había pasado un largo tiempo desde que había perdido a Ava, a veces pensaba que no iba a volver, pero otras veces se llenaba de una extraña esperanza, la verdad es que ya no sabia que pensar, solo trataba de vivir su vida lo mejor posible, esperando por un milagro que sucediera algún día.

el sonido de su propio celular distrajo a Beatrice de sus pensamientos, se sentó en la cama y agarró su celular que yacía en la mesita de noche.

-hola Bea- habló Camila desde el otro lado -tenemos cierta misión el día de hoy, la madre superiora solicitó tu presencia -aunque Beatrice se había retirado del convento hace un tiempo, ciertas veces iba a pasarse algunas semanas allí, y aun seguía trabajando con la orden para algunas misiones puntuales.

-hola, está bien Camila, llegaré cuanto antes- respondió Beatrice mientras se paraba de la cama y se dirigía hacía el baño.

-bien, te esperamos Bea- dijo Camila para después colgar la llamada.

Beatrice duró poco mas de dos horas en el baño, mientras se duchaba mil cosas se le vinieron a la cabeza y eso le quitó bastante tiempo, el agua tibia le resultaba tan relajante que hacía que se perdiera por completo en sus pensamientos.

después de salir del baño y estar completamente arreglada, salió de su apartamento, se subió en su carro y se puso camino hacía el convento.

Pov Bea

llevaba cerca de hora y media conduciendo y aún me quedaba aproximadamente una hora más para llegar, iba escuchando música a máximo volumen para distraer mi mente de los pensamientos, tanto que casi no me di cuenta que ya estaba por llegar a mi destino, me sigue sorprendiendo cada día cuán rápido puede pasar el tiempo.

estacioné el auto y me dispuse a entrar al convento pero algo me lo impidió.

-Hola Bea, tiempo sin verte- sentí unos brazos rodeándome por la espalda -te extrañé mucho- la voz de Camila resonaba detrás mío.

-hola Cami, lo mismo digo- respondo dándome la vuelta suavemente para corresponder su abrazo, el cual extendí más de lo necesario por que en verdad la extrañaba y porque en verdad lo necesitaba, ella pareció entenderlo porque no hizo esfuerzo alguno en liberarse de mis brazos- y bien, de que se trata la misión de la que me hablaste?-

-bueno, no es... ah, mejor entremos, no quiero decir nada de más, la madre superiora nos esta esperando- dijo Camila jalándome del brazo para guiarme dentro del convento. Y este misterio de que se trataba?

-madre superiora, un gusto verla de nuevo- hablé mientras hacía una pequeña reverencia cuando entramos a la habitación en la que se encontraba ella.

-Beatrice, lo mismo digo, como haz estado?- respondió ella esbozando una pequeña sonrisa.

-trato de estar lo mejor que puedo- repuse yo sonriendo levemente -y bien, para que era necesaria mi presencia el día de hoy?- pregunté sentándome en una de las sillas que había allí.

-verás... - habló la madre superiora tomando asiento también, frente a mi -hemos detectado una gran carga de energía en el jardín trasero del convento, ya ha sucedido varias veces, es algo constante desde los últimos dos días, no sabemos a ciencia cierta su significado pero-

-pero creemos que se puede tratar de Ava- interrumpió Camila.

-Camila- la reprendió con voz fuerte la madre superiora.