Openville, un pueblo que forma parte de un convenio de 4 estados, siendo el más pobre de ellos, se vería envuelto en una serie de misterios que agravarían su situación política.
Lo llamado por los vecinos "tragedia de las bolsas" un evento sin prece...
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Un viento fuerte soplaba, aquel sauce llorón que, desde que tienen uso de la razón, allí siempre se encuentra, agitaba fuerte su cuerpo en respuesta a este. Las hojas volaban en su último letargo de vida, y danzaban en un fuerte zapateo alrededor de los chicos. Sentados en las mesas, y apoyados contra el ancho tronco del árbol, se limitaban a esperar que Rosario y Maxi lleguen. Toto ya se había reencontrado con ellos, aunque, para evitar repetir dos veces la misma historia, prefirió hacer de su parte de la misión un silencio, al menos hasta que todos estén reunidos. Por otra parte, Messi Jr, sentado junto a él, ya se encontraba comentándole todo lo del anillo y cómo había sido esa secuencia.
ꟷEntonces... ¿en la última bolsa encontraron el anillo?ꟷ preguntó, aun dudando de la veracidad de la historia.
ꟷ ¡Sí! Te juro. Yo y Leonel ya estábamos por terminar y Leonardo la encontróꟷ respondió Messi Jr, gesticulando y replicando con mímica todo el acontecimiento.
ꟷParece de película, hubiese sido increíble haber estado ahí, aunque solo para ver la reacción de Leonelꟷ se imaginó, riéndose de por medio.
ꟷNo, créeme que no hubieses querido, el olor era potente, hasta para míꟷ terminó sepultando Messi Jr, también sumándose a las risas.
Tras unos segundos de sonrisas, y donde ambos retomaban el aire, el viento es el único que continúa hablando por ellos ininterrumpidamente. Mirando al cielo nublado, poco a poco el rostro de Toto comienza a caer, como si la intrusa negatividad hubiese recapturado sus emociones. Rascándose la cabeza, como ya símbolo metódico de expresar que está sobre-pensando algo, finalmente vuelve a dirigirse a su amigo.
ꟷChe y... ¿no pensaron venderlo? Podrían conseguir mucha plata que sería de ayuda... sobre todo para vosꟷ dijo en un bajo y reflexivo tono.
Messi Jr suspira, sonriendo nuevamente, y acompañando a su amigo en la vista al cielo, como si buscasen ambos una respuesta entre las nubes. que opacaban totalmente lo que probablemente sea un anaranjado cielo de atardecer.
ꟷsí, supongo que lo pensé, pero, no es lo correcto. Quizás puede ser de alguien que lo necesite aún más. Aparte, no fui yo el que lo encontró, tampoco correspondería...
Toto asiente, pero con una mueca de disgusto y reproche, de cierta manera, entendiendo que tiene razón, pero rehusándose a aceptarla.
ꟷBueno, puede ser. Ahora que lo pienso tampoco sabría bien a quién venderloꟷ responde entre una leve risa nerviosa ꟷtodos saben en este pueblucho de viejos que ninguno de nosotros podría tener un anillo así, pensarían que lo robamos.
ꟷO no nos creerían que lo encontramos en la basuraꟷ confirma Messi Jr, riéndose de lo absurdo de la situación.
La charla continuó, el tema terminó por confluir en la hipotética situación en la que deberían intentar vender a alguien el anillo, y la teórica explicación que ellos darían. Todo en un aura puramente sarcástica y donde la imaginación construida entre dos, solo desembarcaba en lo más abstracto y rebuscadamente absurdo posible. Durante minutos y minutos, las risas no cesaron, cada uno más sorprendido y siguiéndole la corriente al otro, haciendo de la ironía un poético mundo paralelo donde lo caótico y enrevesado, es la norma.
