Fate/ Travesuras del Harem

Capítulo 48

El caos de la última hora había dejado a Luvia sin mucho tiempo para procesar sus sentimientos. El único sentimiento que había logrado romper la desesperada carrera por tratar de alcanzar a Avenger fue pura molestia sin diluir . Había planeado toda esta noche hasta el último detalle. Se suponía que sería la culminación de todos sus esfuerzos y los de Caster para demostrar su valía y tomar una ventaja decisiva en la Guerra del Grial. Y mostrar un poco a Tohsaka, pero en realidad eso fue solo una ventaja. En cambio, su carta de triunfo había sido robada por un servant lunática y nerviosa y ella y Caster estaban atrapados jugando como apoyo en un intento de detenerlo.

Realmente esperaba tener al menos una oportunidad de golpear a esta estúpida Avenger. En realidad, no tenía por qué lograr nada, solo ella tenía muchas ganas de hacerlo.

Desafortunadamente, estaba demasiado ocupada defendiéndose de dragones menores como para tener tiempo de considerar abofetear al insolente Servant que había arruinado su velada perfectamente planeada. "¿Cuánto maná tiene ella?" se quejó la Maestra rubia mientras levantaba una mano y soltaba una de sus gemas, atrapando al wyvern más cercano en una explosión de poder mágico.

"¡Mucho!" Rin respondió con un gruñido mientras disparaba su propio ataque contra su flanco. "¡Deja de quejarte y sigue disparando!"

"Ciertamente es una habilidad poderosa", dijo Caster mientras levantaba otra barrera entre ellos y los wyverns buceadores. "Me pregunto si es un Noble Phantasm o algún tipo de habilidad". Un círculo mágico rosa se solidificó en el aire, obligando a los dragones a retroceder antes de que ella lo siguiera con una ráfaga de balas mágicas. El dragón delantero chilló y se agitó mientras las ráfagas rosadas lo golpeaban una y otra vez, sacándolo del aire con gran volumen de fuego. No eran la magia de ataque más poderosa del mundo, pero el poder de cada explosión era irrelevante cuando ella simplemente podía bombardear a su objetivo hasta que cediera.

"Todavía no estoy seguro de cuál es la conexión entre Jeanne D'Arc y los dragones", murmuró Archer. "Para mí es como hacer trampa".

El ojo de Rin tembló ligeramente. "¿Realmente eres alguien para hablar de eso?" Gritó entre dientes apretados.

"¡Soy un pirata!" Archer respondió bruscamente. "¡Se me permite ser un hipócrita!"

"¡¿Podemos concentrarnos por favor?!" Ayako interrumpió. "A diferencia del resto de ustedes, a mí me falta claramente el departamento de matar dragones y sería genial si uno de ustedes pudiera hacer algo con ella antes de que una de sus mascotas logre comerse a alguien".

Archer simplemente gruñó y disparó sus pistolas de nuevo, derribando a otro wyvern del cielo. "¡Trabajando en ello!"

"Hay una razón por la que prefiero evitar las batallas campales", coincidió Assassin mientras se veía obligada a saltar de una rama de árbol a otra para mantenerse por delante del grupo de wyverns. "Esto es... menos que ideal". Giró en el aire y envió una daga directamente a uno de los ojos de su perseguidor, provocando que se desintegrara con un aullido de dolor.

Un trío de estacas ardientes la obligaron a moverse de nuevo, las lanzas ardientes se enterraron profundamente en el tronco donde ella había estado parada sólo un momento antes. "¿Alguno de ustedes se calló alguna vez?" Avenger gruñó mientras comenzaba a conjurar otro montón de estacas.

"Difícilmente tienes espacio para quejarte", dijo Ruler inexpresiva mientras disparaba un estallido de luz sagrada al Servant con armadura oscura. Avenger simplemente chasqueó la lengua y detuvo su ataque a Assassin, su dragón agitó una vez para posicionarse y desviar el golpe de sus impenetrables escamas.

"Sin embargo, sería bueno si estuviéramos progresando más", refunfuñó Archer. "Aquí no vamos a ganar una batalla de desgaste".

"Siempre eres bienvenido a rendirte ante tu inevitable desaparición", se burló Avenger mientras su dragón se alzaba y su boca comenzaba a brillar con un calor que crecía rápidamente.