ᴛᴏᴅᴏ ᴇʀʀᴏʀ ᴛʀᴀᴇ ᴄᴏɴꜱᴇᴄᴜᴇɴᴄɪᴀꜱ ᴇɴ ᴇᴛᴀᴘᴀꜱ... ʟᴀ Úʟᴛɪᴍᴀ ᴇᴛᴀᴘᴀ ᴇꜱ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ...
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¿Qué harías si un día despiertas a lado de un compañero que odias, y parece que hiceron 𝙚𝙨𝙤...
Negación: Palabra utilizada para describir la acción y efecto de negar. También es el estado en el que una persona no puede o no quiere ver la verdad o la realidad acerca de un asunto o situación.
—Me niego a aceptar que hice algo tan repugnante.—Sanemi. —Imposible, esto debe ser un mal sueño...— Giyu.
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Siendo apenas las 7:45 de la mañana, un chico de cabellos azabaches fue despertado por cierta luz solar que recibió en su rostro al moverse para darle cara a la ventana. Haciendo que abriera sus ojos azul marino en unos intervalos de parpadeos continuos. Se frotó sus manos en su cara, oponiéndose a despertar. Para luego abrir sus ojos completamente, con cansancio.
Fue sentándose en su futón lentamente, hasta que sintió un intenso dolor en su parte baja, dolor de dudosa procedencia pero que era muy fuerte. Cuando logró sentarse, también apareció un dolor de cabeza. Parece que era el día de los dolores.
Ya un poquito más consciente, Giyu no sabía el porque los dolores. ¿Habrá dormido mal? Descartó la idea, pues no tendría sentido, sabiendo de donde viene el dolor.
Dejando eso de lado, con la vista miró todo a su alrededor, era un desastre. En la esquina del cuarto, logró ver su camisa. Lo que lo hizo asustarse y verse a sí mismo para confirmar que...
Efectivamente, estaba desnudo.
Trató de levantarse, pero le fue imposible. Sus caderas dolían mucho, al igual que sus piernas. Ya que no pudo levantarse, siguió visualizando el cuarto, encontrándose con su pantalón tirado en otra esquina. Día de locos.
Estaba sentando, queriendo recordar lo que había pasado, para ver si había explicación de porqué todo estaba hecho un desastre, y había dolores en su cuerpo. Mas no recordó nada. Mente en blanco.
Pasó sus manos por su cabello en señal de frustración. ¡No recordaba nada! Que rabia. "¿Qué me pasó..?", pensaba el azabache. Pues, todo era tan confuso.
Una vez más trató de levantarse, esta vez apoyándose de una de las paredes. Se las arregló para hacerlo. Parado ya, fue caminando hasta el baño con mucha dificultad., su mano posicionada en su vientre, pues le dolía demasiado (Sanemi lo cogió muy fuerte, pobre Giyu).
Se apoyó de la puerta, entró y la cerró. Encontrándose con el espejo, vió su rostro, que parecía cansado y sudado, demacrado. Hasta que algo llamó su atención en la zona de su cuello. Este estaba lleno de...
¡¿Marcas?!
"Este día no puede ser más confuso... Mátenme", pensó Giyu mientras observaba más de cerca en el espejo las marcas de su cuello, las cuales tenían un color rojizo.
