ᴛᴏᴅᴏ ᴇʀʀᴏʀ ᴛʀᴀᴇ ᴄᴏɴꜱᴇᴄᴜᴇɴᴄɪᴀꜱ ᴇɴ ᴇᴛᴀᴘᴀꜱ... ʟᴀ Úʟᴛɪᴍᴀ ᴇᴛᴀᴘᴀ ᴇꜱ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ...
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¿Qué harías si un día despiertas a lado de un compañero que odias, y parece que hiceron 𝙚𝙨𝙤...
Amor: Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
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Giyu veía como Sanemi lo defendía con fervor. Por un lado se sentía inútil por no ayudar mucho y solo estorbar. Mientras que por el otro, recordaba la pregunta del demonio hacia el albino: "Parece que lo amas, ¿no es así?". Aunque su compañero no haya contestado, él podía ver la respuesta ante sus ojos, Sanemi lo amaba del mismo modo que él a Sanemi. El amor por fin fue encontrado por ambos...
Y Giyu no se opondría más, también amaba al albino. Incluso, por sobre su miedo a perderlo.
—Siéntete afortunado, chico de ojos azules, tienes a alguien que te ama profundamente. Lástima que no podrás disfrutarlo por mucho.— Dijo en un tono que parecía mostrar tristeza fingida, acompañada de una leve risa al final. —Aliento de sombras, octava forma, mar de opacidad.— El demonio se movía con agilidad, como una sombra, contra al peli-blanco que también se defendía con rabia.
—Aliento de viento, tercera forma, árbol balanceándose en aire de tormenta.— Ambos peleaban con sus katanas, siendo el más enojado, Shinazugawa.
El espadachín azabache se levantaba con dificultad, no quería quedarse sin hacer nada mientras veía como atacaban a su compañero. No lo dejaría morir sin antes decirle que lo amaba...
—Aliento de agua— Tomó su katana nuevamente. —Primera forma, corte de la superficie.— También se unió a la lucha, un poco adolorido. Realizando cortes para lastimar al demonio, aún con la poca fuerza que sostenía.
—Já, ¿sigues de pie? Que interesante, esto será divertido.—Rió en son de burla. —Técnica de sangre demoníaca, dragones gemelos.— Dos dragones grandes salieron de su espalda, como lo dijo, los dos eran iguales. Y cada uno fue con uno de los cazadores. Estos echaban fuego por sus bocas, lógicamente el fuego quemaba todo lo que tócase.
—Séptima forma, vendaval ráfaga repentina.— Con su respiración, el albino generaba un viento que esparcía el fuego; pero igualmente alcanzó a hacerle unas cuantas quemaduras.
Mientras, el peli-negro también se defendía del fuego, esquivándolo. —Cuarta forma, golpe de marea.— Se movía fluidamente, simulando una marea, y logrando cortar al dragón; hasta que se desvaneció. Pasó igualmente con el que atacaba al de cicatrices. Aunque, ambos tenían quemaduras leves.
Luego, nuevamente, el albino siguió luchando frente a frente con el demonio. Después, uniéndose, el pilar azabache.
Lanzando una técnica tras otra, siendo contra-atacada por la luna menguante. Y en una de esas, el demonio mandó a volar al oji-azul.
El peli-blanco, en furia, atacó con fervor al demonio. —¡Octava postura, primer corte vendaval!— Lanzó varios cortes hacia el cuello del oponente, fallando las primeras veces por la buena defensa del contrario.
