Prólogo

186 26 4
                                    

Observa la prueba de embarazo entre sus dedos, un signo positivo marca el pequeño aparato, mientras sus ojos dejan salir lágrimas de incredulidad.

No puede creer que por su irresponsabilidad y calentura acabo embarazo. ¡Solo tenía 16 años! No debería estarse preocupando ahora mismo por la llegada de un bebé a su vida, debía seguir con sus estudios y aún le faltaba mucho que vivir, no se sentía listo para abandonar su sueño de ser uno de los mejores doctores de Japón solo por un descuido.

Entre lágrimas y dudas, toma el teléfono y saca directamente la foto de la prueba de embarazo entre sus dedos, entrando al chat registrado con el nombre de “Dabi”, su pareja.

Le envía la foto y seguido escribe en mensaje claro.

Tenemos que hablar. 💬

Necesitaba hablar con el padre de ese bebé para que ambos puedan pensar en una solución que los beneficie a ambos y ninguno salga afectado.

💬 ¿Es una broma, no?

No es ninguna broma, Touya. 💬

💬 …
💬 Ven a mi casa en una hora.

Confirma que irá, mientras guarda el celular en su bolsillo y sostiene la prueba entre sus manos, aún sin poder creerlo.

…no podía estar esperando un bebé, era muy joven para asumir una responsabilidad tan grande.

…no podía estar esperando un bebé, era muy joven para asumir una responsabilidad tan grande

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Baja del taxi que se estacionó justo frente a la enorme mansión Todoroki. Agradeció al chófer para luego cerrar la puerta del auto y comenzar a caminar hacia la enorme puerta del jardín. Toca el timbre y espera afuera, sintiendo sus nervios recorrer su cuerpo de pies a cabeza, mientras su Omega estaba igual de inquieto que él.

Pasaron pocos minutos para que la enorme puerta fuera abierta por el mayordomo de la familia Todoroki; lo escoltó hasta el interior de la mansión, donde dicho Alfa ojiturquesa ya esperaba su llegada, parecía relajado.

No sabía que decir, se siente tan avergonzado y sobretodo incómodo con la presencia de los empleados domésticos cerca, algo que aparentemente a Touya no le interesaba, pues parece solo esperar a que él hable.

El Alfa se acerca hasta él para dar un beso en su mejilla como siempre suele hacer, regalandole una sonrisa cariñosa.

—Amor, si solo querías venir a verme no necesitabas inventar que estabas embarazado —se burla el Alfa—. Sabes que no es algo con lo que debas jugar.

—No estoy jugando, Touya —aclara de una vez por todas—. Te digo la verdad, estoy embarazado —lo mira mientras espera la respuesta del Alfa, cual parece mirarlo sorprendido.

—No es cierto —vuelve a negar.

Shouto se ve obligado a sacar la prueba de embarazo de su mochila para entregársela al Alfa, ese que lo mira con duda y sorpresa, sin creer lo que ocurría.

Un silencio se presentó en el lugar, puede jurar que el Alfa tampoco podía creerlo como él, pero la prueba de embarazo decía la verdad y sabía que no había mentira alguna, pues ya empezaba a tener algunos síntomas comunes.

Observa como el rostro de Touya cambia, ya no se nota relajado o bromista, ahora se ve más serio y desinteresado.

—Si lo que dices es verdad —comienza hablar el ojiazul—. Yo no puedo hacerme cargo de ese bebé, lo siento —habla el Alfa, mientras lo mira severamente.

—¿Qué...? —su voz tiembla mientras lo observa. No puede creer que para Touya fuera tan fácil decir eso, cuando ambos estaban involucrados—. ¿Acaso piensas que yo podré hacerme cargo del bebé? —reclama molesto.

—Somos demasiado jóvenes para ésto, además, no me siento preparado para hacerme cargo de un bebé aún —explica brevemente, cruzado de brazos frente al omega.

—Pero si te sientes muy grandecito para follar ¿No? —frunce el ceño molesto. Estaba perdiendo la paciencia por tal descaro de Touya.

—No te molestes conmigo, yo no te obligue a que me abrieras las piernas —refutó severamente el Alfa.

Sus ojos se abren entre sorprendido e incrédulo, mirando al mayor sin creerlo. ¡Le estaba llamando fácil indirectamente!

Touya parece recapacitar sus palabras por como su expresión cambia en ese momento. Lo mira un poco culpable, sabiendo que estaba hablando demás.

—Shouto, sabes mejor que nadie que aún tengo sueños por cumplir al igual que tú, solo deberías deshacerte de ese bebé —sugiere Touya, cruzado de brazos.

—¿Qué dices?...

—Lo mejor será que lo abortes —espeta seriamente—. Es la única manera en la que ninguno terminará afectado y no tendremos que preocuparnos aún por algo tan serio como un hijo, Shouto, somos muy jóvenes para ser padres —trata de convencerlo.

Shouto duda, sin embargo, no puede hacer tal crueldad como la de asesinar a su propio hijo, a alguien que crecía dentro suyo, así que no tiene de otra más que negarse a hacer tal monstruosidad.

—¡Es nuestro hijo! —exclama él, ofendido—. ¿¡Cómo podría abortarlo así sin más!?

Touya le dedica una mirada severa y fría, cruzado de brazos delante de él.

—Lo siento, pero si vas a conservarlo no me involucres, el prestigio de mi familia estaría en peligro por un capricho tuyo.

El menor tiene que retener un sollozo que quiere huir de su garganta, pero solo puede tomar el valor para mirar directamente al Alfa, totalmente inconforme y molesto con el mayor.

—¿Sabes que tengo tu marca, no? —le recuerda—. Si nos separamos... uno de los dos podría morir.

—No creo ser yo el que muera —dice Touya—. Solo olvídalo Shouto, aborta a ese feto y continuemos con nuestras vidas, todo puede seguir igual para nosotros, no debemos separarnos solo por un error.

Shouto no lo soporto más, su rostro puede jurar que estaba rojo de la rabia, mientras Touya no parecía querer dar su brazo a torcer.

Púdrete, Todoroki Touya —espeta él finalmente, con los ojos lagrimosos—. Eres igual que Enji, ambos son unos idiotas que lo único que les importa es su maldito prestigio.

Se da la vuelta más que listo para irse, pero el Alfa lo detiene, sosteniendo su muñeca firmemente.

—Ni se te ocurra volver a compararme con él —dice con firmeza—. Haz la mierda que quieras, pero a mí déjame fuera de todo ésto —aparta al menor de un ligero empujón, mientras lo mira fríamente.

—No necesito nada de ti —refunfuña el menor seriamente.

No se detiene a charlar más, solo sale de la mansión con lágrimas en los ojos mientras un ardor y picor se instalaba en su cuello debido a la marca que el alfa le había dejado meses atrás.

Las cosas eran claras ahora.

él estaba solo.

Sus padres le echarían de su casa apenas se enteren que está esperando un hijo y no podía contar con el apoyo del padre del bebé, porque era un imbécil, así que solo le quedaba arreglarselas él solo, porque debía cuidar de su pequeño, aún cuando todo su futuro se vaya a la basura, él se haría responsable de su bebé.

Sabe que no será un camino fácil, deberá hacer lo mejor para que su pequeño viva la mejor de las vidas, para que ese bebé no deba padecer de nada, él iba a darle todo lo que este a su alcance y más si era necesario.

Porque él sí ama a su pequeño aún sin conocerlo, y aún sabiendo que todos sus sueños estaban acabados, pero eso no significaba que pudiera hacer frente contra las adversidades de la vida él solo.

Resiliencia;   DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora