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Por primera vez maldice no comprar supresores para su celo

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Por primera vez maldice no comprar supresores para su celo. No creía que luego de encontrarse con Touya él acabaría en celo, cuando pensaba que su celo abría desaparecido años atrás luego de su ruptura con Touya, pero no fue así.

Su cuerpo se siente tan caliente que arde, siente que se quema, su piel pica y es horrible. Está desnudo y vulnerable, arropado en una simple manta de algodón que lo hacia gemir cada vez que rozaba contra su piel, pues el más mínimo toque lo hacia mojar.

Todo su cuerpo se estremece cuando un aroma inunda su nariz, al principio pica pero luego se vuelve adictivo. Su mente se siente nublada en un segundo, y ni siquiera es consciente cuando se levanta del sofá y camina arrastrando los pies hasta la puerta del departamento. El aroma es más fuerte ahí, y puede sentir su entrada mojarse ante las feromonas del individuo.

Abre la puerta sin siquiera dudarlo, y solo es cuestión de un segundo para que la persona del otro lado entre por completo a su hogar y cierre detrás de él; Touya estaba ahí.

Sus ojos se abren de par en par, y cuando está apunto de reaccionar Touya sujeta sus manos y lo empuja hasta que su espalda golpea la pared de la sala de estar. Sus labios se encuentran en un profundo beso que él corresponde con torpeza, pero aún así trata de pelear y forcejear, aunque es bastante inútil.

Touya muerde, casi desesperado, y puede sentir el sabor a hierro en su boca cuando la lengua ajena entra en su cavidad bucal y busca desesperadamente la suya. Touya ni siquiera intenta detenerlo, sus manos ahora sostienen la cintura de Shouto y lo pega hacia su cuerpo, presionando con fuerza, demostrando lo fuerte que él puede ser.

-¡Touya-! -grita, al principio furioso, y después asustado- ¡Alejate, por favor! ¡Detente! -pide, y las lágrimas amenazan con salir de sus ojos.

Touya se separa y le deja tomar aire, y su omega se queja ante la falta de atención por parte del alfa, pero su lado racional le dice que está mal, que debería alejarlo.

-E-esto esta mal.. -hay un par de lágrimas bajando por sus mejillas, la desesperación es clara y hasta frustrante. Pero sus instintos más primitivos desean con fuerza anudarse con el azabache.

Resiliencia;   DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora