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POV Chiara 

Salí de la casa de Violeta y fui a la mía dando un paseo, la sensación que tenía dentro es inexplicable. Cuando me fui el otro día me agobié, porque yo no busco algo esporádico, no busco algo físico, a mi me gusta conectar con la persona y sentir por ella. Pensé que si nos besábamos todo se iba a precipitar y tuve que irme. Estos días no he parado de pensar en ella, en como me hace sentir y en lo mal que lo he pasado al estar sin hablar, en mi cabeza se enfadó conmigo mientras que Ruslana me decía que debía hablarla y ver en que punto estábamos. 

Así que después de dos días desde que fui a su casa estaba en mi cuarto componiendo, estaba demasiado absorta como para darme cuenta de que había alguien mirándome desde la puerta hasta que levanté la cabeza y descubrí unos ojos cafés clavados en mi. 

- Dios Kiki, que bien cantas, ¿es tuya la canción? - preguntó Violeta mientras entraba en mi habitación ya del todo, la invité con la mano a sentarse a mi lado en la cama. Toque unas cuantas teclas del teclado que tenia entre mis piernas de manera aleatoria. 

- Si, aunque no es muy buena - esta vez empecé a tocar unos acordes que me sabía a la perfección. 

- Seguro que sí, ¿me cantas algo? - y cuando la miré me sonrío de una manera que me derretí, como iba a decirla que no si me miraba con esos ojos tan bonitos. Y de forma automática empecé a cantar Creep. 

When you were here before
Couldn't look you in the eye
You're just like an angel
Your skin makes me cry

Ella empezó a cantar

You float like a feather
In a beautiful world
I wish I was special
You're so fucking special

Y como si hubiéramos cantado juntas desde siempre sentí como solo éramos ella y yo, llegamos al final, dejé de tocar y ella repitió una frase. 

You're so fucking special

Estábamos muy cerca, demasiado, pero una bola de pelo subiéndose a la cama me hizo asustarme, esa burbuja que se crea cada vez que la veo, es como si solo existiera ella. 

- Cheche - la llamó Violeta mientras esta se sentaba en su regazo y ronroneaba con las caricias que recibía de parte de la motrileña. 

- Oye, voy a tener que echarla, le das más cariño que a mi - puse un puchero aunque me estaba riendo y eso no lo pasó por alto, porque me siguió la broma. 

- A ver si aquí la que te tienes que ir eres tu, a que si preciosa - exclamó mientras daba un beso a mi gata, en ese momento tuve muchísima envidia, no supe que se podía tener tanta ganas de ser una gata hasta ese momento. 

- Con esas tenemos eh - y me lancé a hacerla cosquillas, haciendo hueco para que Cheche se fuera, y no tardo en bajarse de la cama e irse maullando, buscando llamar a Ruslana. 

- Chiara por dios para - pero no paré y Violeta seguía riendo sin parar - Chiara Oliver, para o me muero - y yo solo pude sonreír al escuchar lo bien que suena mi nombre en su voz, cosa que aprovechó para contraatacar quedando encima mío, aprovechando para devolvérmela. 

- ¿Por qué me miras así? - pregunté al ver como paró de hacerme cosquillas mientras me miraba fijamente. 

- Por nada - y me sonrió, se bajó de encima mío y se fue hacía la puerta - Venga vamos que Rus está en la puerta esperando - y rápidamente me levante y es que habíamos quedados para cenar con los amigos de Omar y Violeta. Y es que dentro de un par de semana ya nos íbamos a Menorca y queríamos aprovechar todo el tiempo posible. 

El bar que habíamos escogido no está muy lejos de algunas discotecas ya que nuestra idea era irnos después allí directamente. La cena pasó bastante rápido, pude conocer más al grupo entero y la verdad que eran encantadores, solo nos habíamos visto un par de veces pero supe que eran todas muy buenas personas. 

Me senté entre Rus y Martin, ya que con este último nos llevábamos muy bien. La cena fue tranquila contando anécdotas entre todos, a eso de las once nos pusimos rumbo a la primera discoteca. 

Me puse en la barra a pedir cuando sentí unos brazos en mi cintura y supe que era ella. Me giré y le sonreí. 

- Te eché de menos en la cena - y se escondió en el hueco de mi cuello. Solté un suspiro al sentir su aliento en mi cuello y ella lo notó. - Me pides algo a mi porfa - yo solo pude asentir y noté como separaba su cuerpo del mío, dejó un beso en mi mejilla y se marcho a bailar con Denna. 

Mientras me servía el camarero los dos vasos solo pude mirar como bailaba con la rubia, no entendía como podía ser tan mona como antes y ahora todo lo contrario, su dualidad me asombraba. Me acerqué a ella con el vaso sin querer molestar, pero cuando menos me lo esperaba me arrebato el vaso de la mano diciéndome un gracias a la vez que empezaba a bailar conmigo. 

Intenté seguirle el ritmo, pero estaba tan nerviosa que me estaba costando. Estuvimos un rato así, Violeta no se quejó de las dos veces que la pisé sin querer, cuando ya estaba agotada decidí ir fuera y sentarme un poco. Al salir noté el aire un poco frio para ser mediados de Julio y me senté en el bordillo, noté una mano en mi hombro y al girarme era Martin. 

- Hola - se sentó a mi lado con una sonrisa - Menudo calor hace ahí dentro eh - y se volvió a reír. 

- Si la verdad, necesitaba un descanso, no veas como baila Violeta - y él volvió a reírse contagiándome a mi también. 

- Y eso que todavía no ha sacado SUS pasos - hizo énfasis en el sus, y a mi eso me genero un nerviosismo extraño, estuvimos un rato hablando de cualquier tontería que se nos ocurriese y aunque no hubiéramos bebido mucho era muy normal  estas conversaciones con él porque sabía que no me iba a juzgar. 

Volvimos dentro y empezamos a buscar al resto del grupo, nos lo encontramos en la misma posición salvo porque Ruslana estaba bailando en medio de Bea y de Álvaro, decidí unirme a ellos. Estuvimos un rato así hasta que busque con mis ojos a cierta pelirroja, me extrañé al no encontrarla por ningún lado desde hacía un rato, así que me acerqué a Alex para preguntarle. 

- Está en el baño con Denna que no se encontraba bien - dijo mientras señalaba hacía esa dirección, le di las gracias y me dijo que le avisara de cualquier cosa, que él también se había preocupado pero no podía pasar al baño a pesar de haberlas insistido. 

Me acerqué y toque la puerta, no había nadie esperando así que al menos me alegre por no tener que pedir disculpas. 

- Ocupado - se oyó al voz de Denna desde dentro. 

- Denna, soy Chiara, ¿estáis bien? 

- Kikii - esta vez fue Violeta quién habló. 

- Voy a pasar - y entré, me encontré a Violeta sentada en el sueño al lado del baño y Denna a su lado, con claros signos de preocupación. - ¿Qué ha pasado? - me acerqué a Violeta y la puse una mano en la mejilla a la vez que me agachaba para estar a su altura. 

- Me encuentro un poco mal - me respondió mientras que me miraba con ojos bastante cansados. 

- Creemos que algo le ha sentado mal -  me contaba Denna mientras la pelirroja se apoyaba en mi como podía. 

- Deberíamos llevarla a casa - propuse a lo que Denna aceptó y mientras llevaba a Violeta a la salida ella se encargó de avisar a nuestros amigos. El camino en taxi hasta su casa fue en silencio dadas sus condiciones, estaba pálida de haber estado vomitando y tenía los ojos cerrados, dejé que apoyase su cabeza en mi hombro. Me ofrecí a llevarla yo para dejar que Denna disfrutase de la noche que ya había estado un buen rato en el baño con ella, me dijo que la avisase cuando la dejase en casa y que también escribiera a Ruslana cuando llegara a la nuestra. 

- Venga Vio que ya hemos llegado - pague el taxi mientras ella aún con los ojos casi cerrados salía de este. Al salir ya había abierto la puerta del portal y me estaba esperando, en el ascensor pasó parecido, se dejó caer sobre mí en todo el trayecto, pero abrió la puerta de casa bastante rápido. Me condujo hasta su habitación y mientras cogía lo que supuse que era el pijama yo avisé a Denna. 

- ¿Te quedas a dormir conmigo?

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora