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POV Violeta 

Me desperté con la boca demasiado seca y con demasiado dolor de cabeza, no había bebido tanto la noche anterior así que no entendía porque me había encontrado así. De repente me acordé de que pedí a Chiara que se quedase anoche, pero no estaba a mi lado en la cama y en la habitación no había rastro de ella. 

Me desperecé lo más rápido que pude y fui directa al baño, al pasar por el salón escuche voces con lo que supuse que Tana estaba en casa, pero la otra voz era la de Chiara. Sonreí inconscientemente y entré al baño intentando arreglarme el pelo con las manos y quitarme los rastros de maquillaje de anoche, me cepillé los dientes, estúpido porque iba a desayunar pero quería parecer decente aún sabiendo como me habría visto la menorquina la noche anterior. 

Abrí la puerta de la cocina encontrándome a una Tana en pijama y en moño con una Chiara vestida con la falda y el top de la noche anterior hablando sobre las playas de Menorca. 

- Hola - y fui directa sin mirarla, para que no me notase nerviosa, a ponerme una taza de café pero vi como ya estaba preparada encima de la mesa en el sitio entre medias de las dos. Me senté en silencio y contesté a los buenos días de ambas. 

- Vio, ¿estas mejor que anoche? - preguntó Tana bastante preocupada. 

- Sí, ya me encuentro mucho mejor, no sé que me pasó si apenas bebí - está respuesta fue suficiente para que al menos mi hermana se quedase más tranquila, a los pocos minutos se levanto diciendo que se iba a la ducha y nos dejó solas. 

- Vivi menudo susto me diste anoche - no dejaba de adorar como sonaba ese apodo cariñoso con el que solo me llamaba ella en su voz. 

- Siento mucho que te fueras así de la fiesta por tener que traerme, me sabe fatal - y era verdad, durante el rato en el baño había insistido a Denna con que me iba a casa sola pero ella no quería dejarme en el taxi en ese estado. 

- No te preocupes, sin ti no era divertido - me dijo sonriendo antes de dar un sorbo al café - Que tal dormiste - y otra vez esa sonrisa mientras me miraba con esos ojos verdes que cada vez que los veo me quedo hipnotizada. 

- Bien, espero que tú también aunque ya te dije que podías coger ropa de mi armario para esta mañana - y es que anoche al decírselo Chiara en un principio se negó ya que no tenía con qué dormir pero yo la deje un pijama. Lógicamente también la ofrecí mi ropa para esta mañana por si no quería ir con la misma que anoche hasta casa. 

- No es necesario, tampoco pasa nada, por cierto igual me voy a ir ya que Ruslana estará preguntándose si apareceré para comer - y es que no me había fijado en que ya eran las doce de la mañana, no quería que se fuese, dormir con ella había sido una sensación increíble, me tumbé con mi cabeza apoyada en su pecho y sentí paz como hacía años que no sentía. 

POV Chiara 

Así que cuando terminé el desayuno y me cercioré de que Violeta ya estaba mejor salí de su casa poniendo rumbo a la mía, me sabía fatal tener que marcharme pero es que si pasaba dos segundos más en su casa me iba a volver loca. Habíamos dormido juntas, bueno ella, yo de lo nerviosa que estaba y de no querer moverme para no despertarla no pude cerrar los ojos hasta pasadas las cinco. 

Al despertarme me la encontré apoyada en mi brazo, con lo que sin despertarla cogí mi ropa y fui al baño, en el camino me encontré con Tana, se sorprendió de verme con un pijama de su hermana a las 11 de la mañana en su pasillo delante de la puerta del baño. La conté lo que pasó anoche y se preocupó, pero le aseguré que Violeta ya estaba mejor, que no había vuelto a vomitar y que estaba durmiendo. 

Nada más entrar en casa oí la voz de Ruslana al fondo del salón pero me centré en saludar  a Cheche y a cogerla en brazos. 

- But what's happening, what are those screams? - dije al entrar en el salón y me la encontré viniendo hacía mi con claros signos de entusiasmo. 

- HAS PASADO LA NOCHE CON VIOLETAAAA - y empezó a saltar hacía mi alrededor, yo solo pude reír negando con la cabeza y dejar a Cheche en el sofá. 

- Solo hemos dormido Rus-

- Si si porque la morada estaba que se moría que sino - todo esto mientras me seguía hacía el baño donde iba a darme una ducha para despejarme un poco.

- No tienes remedio - y cerré la puerta del baño tras de mi. Mientras me duchaba estuve pensando en todo lo de anoche y es que no nos hemos dado ni un beso pero ya hemos dormido juntas, no sé que tipo de relación tenemos porque amigas no somos como tal. Intenté no darle más vueltas y cuando salí ya lista de la ducha encontré un mensaje de Violeta. 

Violeta 

¿Quieres ir a la playa mañana?  :)

Por supuesto que la contesté con un sí y me fui a comer con Ruslana, todo hay que decir que siempre acabamos pidiendo o yendo a comer al bar que tenemos a dos calles y es que las dos somos bastante desastre. Esta vez decidimos ir al bar y así luego pasaríamos por el centro a comprar un par de cosas que mi amiga está empeñada en mirar. 

- Ósea, no os habéis dado un beso pero anoche te pidió que te quedases a dormir - yo solo asentí y es que acabé compartiendo mis dudas mientras comíamos el menú del día - Keeks es que es un poco raro, sé que tú siempre vas despacio pero ella no sé si querrá también, aún así aprovecha mañana y da el paso si te sientes preparada y luego la preguntas - dijo mientras se metía un trozo de pan más grande que ella en la boca y solo pude reírme. 

Estaba de acuerdo, mañana sería el día en que al menos la preguntaría que pasa porque la semana pasada casi nos besamos y salí huyendo, no quiero que se piense que no quiero. En verdad me estoy muriendo por besarla, por besar esa sonrisa tan perfecta que tiene donde se la marca un hoyuelo y es que sin duda es la mejor cara de España.  

Después de comer y mirar las cosas volvimos a casa y aproveché para componer, lo que no sabía era que lo necesitase tanto. Estuve toda la tarde sumida en mi mundo sin percibir nada a mi alrededor salvo las teclas del piano o las cuerdas de mi guitarra y la libreta que siempre llevaba conmigo. 

A eso de las diez me preparé algo básico de cena y jugué con Cheche, esta gata la adopté nada más me vine desde Menorca porque las primeras semanas Rus y yo no compartíamos horarios de clase y estaba tan acostumbrada a estar rodeada de mis hermanos que el silencio en casa me abrumaba así un día pasé por una protectora y desde que la vi con esos ojos verdes supe que la tenía que adoptar. 

Me fui a dormir esa noche bastante nerviosa, pude dormir unas horas aunque no todas las que me hubiese gustado, por la mañana preparé todas las cosas y me dispuse a buscarla a su casa en coche. 

- Buenos días Kiki - me dijo sonriente mientras se subía y yo volvía mi vista a la carretera.

- Buenos días Vivi - la felicidad que siento en el pecho solo con verla no tiene que ser algo natural. - ¿Cómo has dormido? - intenté tener una conversación para que no notase que estaba nerviosa sola con su presencia. 

- Muy bien, ya estoy mucho mejor, pero dormí mejor contigo la verdad - lo soltó sin más y yo no sabía que decir y encima no podía desviar la mirada de la carretera pero estoy segura de que está sonriendo y noto su mirada en mí a través de sus gafas de sol. 

Sin duda el día va a estar interesante.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora