𝘍𝘶𝘦𝘨𝘰

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En el lujoso salón de la mansión Todoroki, Enji Todoroki se sentó en su imponente escritorio de roble macizo, con una expresión calculadora en su rostro. Delante de él, Touya y Shoto aguardaban con expectación, sin saber qué esperar de esta reunión inusual.

Enji tomó una carpeta de cuero negro y la abrió con un gesto autoritario, revelando una serie de documentos y billetes cuidadosamente ordenados.

─ Touya, Shoto ─ comenzó Enji con voz grave ─, he decidido que es hora de que tomen un descanso de sus responsabilidades y se tomen unas vacaciones en las Islas Canarias.

Touya y Shoto intercambiaron miradas sorprendidas, sin esperar esta propuesta de su padre.

─ ¿Vacaciones, padre? ¿Por qué ahora? ─ preguntó Touya, desconcertado.

Enji les lanzó una mirada significativa antes de continuar.

─ Necesito que estén fuera del país durante un tiempo. Será más fácil para ustedes estar juntos como familia y... ahorrarles miradas curiosas y rumores innecesarios ─ explicó con cautela.

Touya frunció el ceño, comenzando a comprender las intenciones de su padre.

─ ¿Estás insinuando que necesitamos más privacidad para... cumplir con tus expectativas? ─ inquirió con cautela.

Enji asintió con solemnidad.

─ Exactamente. Necesito que Noriko quede embarazada lo antes posible, y las Islas Canarias son el lugar perfecto para lograrlo sin interferencias externas. Además, les he preparado una generosa cantidad de dinero para que disfruten de unas vacaciones sin preocupaciones financieras ─ anunció, deslizando una pila de billetes hacia ellos.

Touya y Shoto intercambiaron una mirada incómoda, comprendiendo la gravedad de la situación. Aunque se sentían incómodos con la idea de ser manipulados de esta manera, sabían que no podían desafiar abiertamente los deseos de su padre.

─ Entiendo, padre. Haremos los arreglos necesarios para partir lo antes posible ─ respondió Touya, resignado.

Enji asintió con satisfacción, sabiendo que sus planes estaban en marcha. Con un gesto de despedida, los hermanos se retiraron del salón, cargados con la pesada responsabilidad que su padre les había impuesto. Mientras tanto, Enji se quedó solo en su despacho, con una sonrisa de triunfo en los labios, confiado en que su plan para asegurar el futuro de la familia Todoroki estaba en marcha.

La cabaña de madera se erguía majestuosamente en medio de un frondoso bosque en las Islas Canarias, rodeada por la serenidad de la naturaleza circundante. Dentro, el ambiente era cálido y acogedor, iluminado por la suave luz del sol que se filtraba a través de las cortinas blancas.

Noriko se movía con gracia por la habitación, ordenando las maletas con meticulosidad mientras una suave brisa jugaba con sus cabellos. Suspiró, sintiendo la emoción y la ansiedad mezcladas en su pecho mientras se preparaba para los días que tenían por delante.

Touya yacía en la cama, con una expresión relajada en su rostro mientras observaba a su esposa trabajar. Aunque había aceptado la idea de estas vacaciones por obligación, no podía evitar sentir un ligero atisbo de expectación por lo que les deparaba el futuro.

Shoto, por su parte, se encontraba junto a la ventana, perdido en sus pensamientos. Su mirada se perdía en el paisaje exterior, pero su mente estaba lejos de allí, sumergida en reflexiones sobre el complicado entramado de su familia y las expectativas que pesaban sobre sus hombros.

El silencio reinaba en la cabaña, roto solo por el suave murmullo de Noriko moviéndose y el ocasional suspiro de Touya. Cada uno inmerso en sus propios pensamientos y emociones, preparándose para los días venideros y las decisiones que deberían tomar.

𝘝𝘪𝘯𝘤𝘶𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘳 || ʰᵉʳᵐᵃᶰᵒˢ ᵗᵒᵈᵒʳᵒᵏᶤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora