En una tarde soleada, Noriko se reunió con sus amigas en un acogedor café de la ciudad, ya habían pasado dos meses desde su matrimonio y quería descansar un poco de su vida de esposa,y disfrutar de un café con sus amigas que vinieron desde Estados Unidos.
─Entonces, Noriko, ¿cómo va todo en el departamento de la intimidad?
Preguntó una de las amigas con una sonrisa traviesa, provocando risas entre el grupo.
Noriko se sonrojó ligeramente ante la pregunta directa, pero respondió con sinceridad.
─Bueno, Shoto y Touya son maravillosos y cariñosos esposos, pero aún no hemos llegado a ese punto...aún
Las amigas intercambiaron miradas de incredulidad y comenzaron a reírse abiertamente como si Noriko hubiera contado el mejor chiste que hayan escuchado en toda su vida.
─¡Dos meses de matrimonio y todavía eres virgen! ¡Eso es increíble! ─exclamó una de ellas con una risa burlona.─Parece que ni Shoto ni Touya quieren tocarte
Las otras amigas asintieron en acuerdo, sus risas llenando el aire mientras continuaban burlándose de Noriko por su situación.
─¿Qué estás esperando, Noriko? ¡Deberías haber aprovechado al máximo esa luna de miel! ─bromeó otra amiga, provocando más risas entre el grupo.
Noriko intentó mantener una sonrisa en su rostro, pero por dentro se sentía incómoda y avergonzada por la reacción de sus amigas. Se preguntaba si había algo malo en su decisión de esperar el momento adecuado para dar el siguiente paso en su matrimonio.
Por otro lugar Shoto se encontraba discutiendo con su hermano ya que Touya se negaba a compartir cama con él y Noriko aunque ya había pasado dos meses desde que los tres se casaron.
─Deberías darle una oportunidad a Noriko ella es buena...pero tu mala actitud arruina todo
─No es mi culpa que esa idiota haya sido obligada a casarse con nosotros
Mientras ellos discutían Noriko llegaba a la casa y escucho todo lo que dijo Touya, cosa que rompió su corazón así que se fue a su habitación en silencio conteniendo sus lágrimas en sus ojos. Se sentía mal por todo, aunque Shoto lo intentaba no parecían un matrimonio parecían más como amigos...Noriko sentía que jamás tendría su final feliz en ese matrimonio arreglado, ni siquiera se besaba con alguno de sus esposos...todo estaba mal en su vida desde que dejó USA, menos su padre y Enji ellos eran los únicos felices allí.
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En una noche de desenfreno, Noriko decidió salir de fiesta para despejar su mente y liberar tensiones después de una semana llena de estrés y presión. Se vistió con su mejor atuendo, se maquilló con mucha paciencia y se dirigió a una discoteca popular en la ciudad, decidida a olvidar sus preocupaciones por unas horas.
La música fuerte y las luces parpadeantes llenaban el lugar mientras Noriko se sumergía en la energía frenética de la pista de baile. Bailaba sin miedo alguno, se sentía...libre de cierta forma, dejando que la música la llevara lejos de sus preocupaciones, pero sin darse cuenta, había perdido la noción del tiempo en el que se encontraba allí bailando totalmente sola, sin pareja o amigos.
