𝘍𝘶𝘦𝘨𝘰

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En una elegante sala de estar, Enji Todoroki se encontraba rodeado de un grupo de amigos y colegas, disfrutando de una copa de vino y conversaciones animadas. La atmósfera era distendida y llena de risas, pero Enji no podía dejar de lado sus pensamientos sobre el futuro de su familia.

Con una sonrisa orgullosa en el rostro, Enji se puso de pie para llamar la atención del grupo.

─ Amigos, estoy emocionado de compartir con ustedes una gran noticia ─ anunció con entusiasmo, captando la atención de todos.

Los murmullos de interés se apaciguaron mientras todos dirigían su mirada hacia él, expectantes.

─ Pronto, mi familia y yo recibiremos una bendición maravillosa. Pronto tendré nietos que llenarán de alegría nuestras vidas ─ declaró con orgullo, sintiendo la emoción palpable en el aire.

Sus amigos asintieron con entusiasmo, felicitándolo por la emocionante noticia.

─ ¡Eso es maravilloso, Enji! ¡Felicidades! ─ exclamaron, levantando sus copas en un brindis improvisado.

Enji aceptó los elogios con una sonrisa satisfecha, pero su expresión se volvió más seria cuando abordó el tema de los rumores que habían rodeado a su hijo, Touya.

─ Y quiero dejar en claro que los rumores sobre la supuesta infidelidad de mi hijo Touya son simplemente chismes sin fundamentos. Mi familia es unida y fuerte, y no permitiré que esos rumores manchen su reputación ─ afirmó con firmeza, desafiando cualquier duda que pudiera existir.

Sus amigos asintieron con respeto, aceptando sus palabras con confianza.

─ Estamos seguros de que su familia superará cualquier obstáculo que se presente, Enji. Siempre has sido un hombre de honor y tu palabra es ley ─ aseguraron, mostrando su apoyo incondicional.

Con la seguridad de que había dejado las cosas claras, Enji volvió a sumergirse en la conversación, sintiéndose reconfortado por el respaldo de sus amigos y la certeza de que el futuro de su familia estaba asegurado.

Cuatro días habían pasado desde que la familia Todoroki llegó a las Islas Canarias en busca de un ambiente más íntimo y relajado. Sin embargo, tanto Shoto como Touya se encontraban frustrados por la falta de progreso en su relación con su esposa.

Shoto se encontraba en la terraza, contemplando el paisaje mientras intentaba ordenar sus pensamientos. La idea de iniciar una familia le había llenado de emoción, pero ahora se sentía abrumado por la incertidumbre sobre cómo dar el siguiente paso con Noriko. Cada intento de acercarse a ella se encontraba con una barrera invisible que le dejaba desconcertado y frustrado.

Touya, por otro lado, se paseaba inquieto por la cabaña, tratando de encontrar el momento adecuado para abordar el tema con Noriko. La tensión entre ellos era palpable, y cada intento de acercamiento terminaba en evasivas y excusas.

Finalmente, Shoto y Touya se encontraron en la sala de estar, compartiendo un momento de silenciosa complicidad mientras enfrentaban juntos su dilema.

─ No sé qué hacer, Shoto ─ confesó Touya con frustración, hundiendo la cabeza entre las manos.

Shoto asintió con empatía, sintiéndose igualmente perdido en medio de la confusión.

─ Lo entiendo, Touya. También me siento igual. No sé cómo acercarme a Noriko sin sentir que estoy invadiendo su espacio ─ admitió con sinceridad.

Los hermanos se miraron el uno al otro, compartiendo el peso de su angustia en silencio. Sin embargo, en medio de su desesperación, una idea comenzó a tomar forma en sus mentes.

─ Tal vez... tal vez necesitamos hablar con papá ─ sugirió Touya, su expresión iluminándose con la posibilidad de encontrar una solución.

Shoto asintió lentamente, reconociendo la sabiduría en las palabras de su hermano.

─ Sí, quizás papá pueda ofrecernos algún consejo útil. Después de todo, él ha pasado por esto antes ─ concedió, sintiendo un destello de esperanza en su interior.

Con renovada determinación, los hermanos se dirigieron hacia el despacho de su padre, decididos a encontrar respuestas a sus preguntas y soluciones a sus dilemas.

En el tranquilo despacho de la mansión Todoroki, Rei y Enji se encontraban sentados frente a frente, sumidos en una conversación íntima sobre el futuro de su familia.

Rei jugueteaba con sus dedos, una expresión pensativa en su rostro mientras miraba a su esposo.

─ Enji, ¿alguna vez has pensado en lo maravilloso que sería tener un nieto o una nieta? ─ preguntó, rompiendo el silencio con suavidad.

Enji asintió, su mirada perdida en el horizonte mientras reflexionaba sobre las palabras de su esposa.

─ Sí, lo he considerado. Sería un honor para nuestra familia tener un nuevo miembro que llevara nuestro legado adelante ─ respondió con seriedad, su voz resonando con determinación.

Rei sonrió con ternura, sintiendo el amor y la esperanza que fluían entre ellos.

─ Yo también lo creo. Imagínate, enseñarle a nuestro nieto o nieta los mismos valores que transmitimos a nuestros hijos. Sería una experiencia maravillosa ─ dijo con emoción, imaginando un futuro lleno de amor y alegría.

Enji asintió, su corazón lleno de un sentido de propósito renovado.

─ Sí, lo sería. Y estoy seguro de que Touya y Shoto estarán listos para asumir la responsabilidad cuando llegue el momento ─ afirmó con confianza, su mirada fija en la de Rei.

Rei le tomó la mano con cariño, sintiendo la conexión profunda que compartían como pareja.

─ Estoy segura de que lo estarán. Y cuando ese día llegue, estaremos aquí para apoyarlos en cada paso del camino ─ aseguró con determinación, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío que se les presentara.

Entre ellos, la conversación había encendido una chispa de esperanza y expectativa, fortaleciendo su vínculo y recordándoles la belleza y el significado de la familia.

𝘝𝘪𝘯𝘤𝘶𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘳 || ʰᵉʳᵐᵃᶰᵒˢ ᵗᵒᵈᵒʳᵒᵏᶤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora