𝘈𝘮𝘰𝘳

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Noriko entró con paso vacilante en la habitación donde Touya se encontraba sumido en sus propios pensamientos. Con una mano temblorosa, sostenía la pequeña foto de la ecografía, un símbolo de la vida que crecía dentro de ella.

─ Touya, necesito hablar contigo ─anunció Noriko con voz nerviosa, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Touya levantó la mirada, pero su expresión permaneció impasible, como si estuviera en un mundo aparte. No parecía prestar atención a su esposa, lo que aumentó la ansiedad de Noriko.

─ ¿Qué pasa, Nori? ─respondió Touya con indiferencia, apenas desviando la mirada de lo que estaba haciendo.

Noriko tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta mientras se acercaba a él y le extendía la foto de la ecografía.

─ Tenemos noticias... buenas noticias ─dijo con un tono de esperanza en su voz.

Touya apenas miró la foto antes de apartarla con desinterés, como si no le importara en lo más mínimo lo que su esposa estaba tratando de comunicarle.

─ ¿Qué es eso? ─preguntó con desdén, sin molestarse en ocultar su falta de interés.

─ Es... es el bebé ─respondió Noriko con voz temblorosa, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con escapar.

La falta de respuesta de Touya fue como un golpe para Noriko. Esperaba que su esposo compartiera su emoción, que se sintiera feliz y emocionado por la noticia del embarazo, pero en cambio, lo encontró completamente desconectado.

Touya simplemente asintió con indiferencia, sin mostrar ninguna emoción en su rostro. Noriko sintió un profundo dolor en su pecho al darse cuenta de que su esposo no parecía interesado en el futuro de su familia.

Con el corazón roto, Noriko se retiró de la habitación, sintiendo el peso abrumador de la soledad y la decepción. Se aferró a la pequeña foto de la ecografía.

Shoto entró en la habitación y se detuvo en seco al ver a Noriko, su esposa, sentada en la cama con los hombros temblando por el llanto. Una oleada de preocupación lo invadió al instante, sabiendo que el estrés y la angustia no eran buenos para el bebé que crecía dentro de ella.

─ Nori, ¿qué sucede? ─preguntó con voz suave, acercándose lentamente a ella.

Noriko levantó la mirada, sus ojos rojos y llenos de lágrimas encontrando los de Shoto. Intentó secarse las lágrimas con rapidez, pero no pudo ocultar su angustia.

─ Shoto, lo siento... no quería preocuparte ─susurró, su voz quebrada por la emoción.

Shoto se sentó a su lado en la cama, rodeándola con un brazo reconfortante mientras la miraba con preocupación.

─ ¿Qué está pasando, Nori? Por favor, cuéntame ─instó con ternura.

Noriko inhaló profundamente, tratando de calmarse lo suficiente para hablar con claridad. Con voz entrecortada, explicó lo que había sucedido con Touya, cómo su falta de interés en el bebé los estaba afectando a ambos.

─ Me siento tan perdida, Shoto... pensé que esta noticia nos uniría, pero parece que nos está separando más ─confesó con tristeza.

Shoto apretó suavemente la mano de Noriko, expresando su apoyo y solidaridad.

─ Estoy aquí para ti, Nori. Juntos superaremos esto. Y si es necesario, hablaré con Touya. No permitiré que su actitud afecte a ti ni al bebé ─prometió con determinación.

Noriko asintió, sintiendo un ligero consuelo al saber que no estaba sola en su lucha. Se aferró a Shoto, dejando que su presencia calmara sus preocupaciones y le diera fuerzas para enfrentar lo que sea que les deparara.

𝘝𝘪𝘯𝘤𝘶𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘳 || ʰᵉʳᵐᵃᶰᵒˢ ᵗᵒᵈᵒʳᵒᵏᶤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora