Réquiem de los rotos -COMPLETO-

Capítulo 83: En El Principio

Ella se despertó gradualmente, desvaneciéndose dentro y fuera del sueño. Se sentía tan cómoda en su cama que no quería levantarse. Pero a medida que la luz comenzó a llenar lentamente la habitación desde su ventana, a regañadientes comenzó a despertarse. Ella balanceó sus piernas sobre el costado de la cama y bostezó, haciendo un poco de estiramiento mientras lo hacía. Comprobó la hora y vio que eran las once en punto. Se levantó de la cama y debatió cambiar su ropa nocturna. Después de un momento sacudió la cabeza y se fue directamente a la cocina a desayunar. No era como si se le permitiera trabajar, y no tenía planes de salir. Incluso si alguien vino a llamar, ella no tenía intención de cambiar. Tendrían que tratar con ella como era.

Mientras esperaba a que hirviera el té, revisó su calendario y suspiró. Una semana y media y ni una palabra de Izuku o incluso cualquier indicación de que había estado en la ciudad. El bar fue destruido en su mayoría por lo que no podía quedarse allí, y Bakugo había revisado el otro apartamento ya que su madre todavía tenía una llave del lugar. Nada, ni siquiera el polvo había sido perturbado y Ochako y Ahmya estaban empezando a preocuparse. Ella sospechaba que Bakugo también estaba preocupado, pero él nunca lo mostraría si lo estuviera. Bakugo parecía seguro de que Izuku estaba vivo, y no muerto en algún lugar de la montaña. Tenía que admitir que envidiaba la fe que parecía tener en Izuku. Sin embargo, ella no pudo evitar preocuparse por Izuku.

Se frotó la cara y respiró hondo, revigorizándose. Cuando se hizo el té, se sirvió una taza y se sentó en su sofá, pero casi de inmediato se detuvo y se levantó y comenzó a deambular por su apartamento sin rumbo.

Odiaba no poder hacer nada, todo, desde la espera, se sentía débil y no podía moverse muy rápido. Así que había comenzado a caminar alrededor de su apartamento, sin saber qué hacer, o de lo contrario se sentaba en su balcón y solo miraba a través de la ciudad, mirando cómo las cosas comenzaron a moverse de nuevo. El gobierno había puesto todo su poder en tratar de frenar el pánico y aumentar los espíritus anunciando la captura de Zeus y declarando que cualquier amenaza restante de la Liga había terminado. En realidad, también había comenzado a funcionar. A pesar del daño a la ciudad, la gente no parecía tan deprimida como ella hubiera pensado. El apoyo de todo el país había estado llegando, así como la asistencia externa de sus aliados en el extranjero, o todo lo que podían ahorrar de todos modos.

Tenía que admitir que las cosas realmente estaban mejorando a pesar de todo lo que había sucedido. También sentía que se había levantado un peso de sus hombros. La Liga había terminado y terminado, cada teniente estaba muerto, y lo que quedaba era prácticamente inexistente.

Debatió sobre lo que quería hacer, ni siquiera podía hacer ejercicio ya que todavía se estaba recuperando. Mientras se sentaba a pensar, sus pensamientos se volvieron hacia Mina. Podía empatizar con la culpa que sentía, y la peor parte era que sabía que Mina sabía que tampoco estaba todo fuera de lugar. Habría un infierno para pagar por este tipo de fallas, era solo cuestión de tiempo hasta que todo se derrumbara. Sin embargo, algo todavía le molestaba sobre Mina fuera de su colapso. Mina y Kirishima se habían visto conmocionados incluso antes de que Toru apareciera. Lo que sea que lo haya causado, probablemente haya sido un factor que contribuyó al colapso de Mina. Incluso si este conflicto hubiera terminado, sus consecuencias se sentirían por un tiempo todavía.

El timbre de su puerta le hizo saltar, y miró la puerta con sorpresa. Tsu generalmente tocaba y se dejaba entrar ya que tenía una copia de la llave. Dejó su té a un lado y lentamente se dirigió a la puerta, abriéndolo y abriéndolo para revelar a Bakugo.

"Bakugo? Qué haces aquí?" ella preguntó completamente desconcertada por este repentino giro de los acontecimientos.

"Todos los demás están ocupados con la mierda, así que salí a caminar, pensé en pasar en mi camino de regreso, ya que es probable que te vuelvas loco de lo contrario", dijo, entrando.