Réquiem de los rotos -COMPLETO-

Capítulo 68: Salvación del MalUntitled Part 68

Los altavoces cortaron y el silencio cayó sobre el gimnasio. Luego se abrieron las otras tres puertas que salían de la espaciosa habitación y se derramaron sabuesos. El grupo comenzó a caer de nuevo a su entrada, disparando todo el tiempo en la horda de monstruos. Algunos de los sabuesos más débiles cayeron fácilmente, pero en su mayor parte, las balas solo los ralentizaron. El grupo corrió hacia el pasillo y cerró las puertas dobles.

Las puertas dobles tenían ventanas pequeñas e Izuku junto con todos los demás cercanos rompió las ventanas y todos comenzaron a tirar las granadas que tenían a través de las ventanas. No importaba de qué tipo fueran, arrojaron todo y nada. Explosiones, flashbangs y granadas de humo estallaron dentro de la horda. Varios sabuesos se hicieron pedazos mientras que otros sufrieron heridas, algunos comenzaron a tambalearse y fueron desorientados por los flashbangs.

Los sabuesos se estrellaron contra las puertas y un sabueso parecido a un lobo cubierto de un exoesqueleto trató de cortar a la gente a través de la ventana. Se alejaron de la ventana y dos soldados de infantería con ametralladoras comenzaron a disparar contra la horda. Las puertas de metal tenían piezas de ellas constantemente arrancadas y el grupo disparó desesperadamente a través de cada nuevo agujero que emergió. Fue una suerte que estos sabuesos eran relativamente sin sentido, ya que no habían tratado de romper las puertas, simplemente contento en tratar de matarlos por detrás de las puertas.

Sin embargo, no duró para siempre, un sabueso de aspecto más humanoide con brazos de pulpo disparó sus tentáculos a través de los muchos agujeros y comenzó a arrancar las puertas y la vivienda por completo.

"Vuelve al final del pasillo!" gritó Ahmya mientras continuaba disparando a la horda. El grupo comenzó a correr de regreso al final del pasillo, y momentos después de que comenzaron a mover las puertas, fueron arrancados de su vivienda y arrojados de vuelta al gimnasio. Los sabuesos corrieron hacia el pasillo y se encontraron con una lluvia de disparos y algunos ataques extravagantes. Los primeros sabuesos que se aproximaban fueron talados, pero más rápidamente tomaron su lugar.

Uno de los héroes en la parte posterior del grupo dejó de correr y se dio la vuelta. Tiró los brazos hacia los sabuesos y gritó. Sus ojos brillaban azules y por el pasillo hasta las puertas ahora destruidas, olas de energía azul rodaron sobre la horda que se aproximaba y los sabuesos comenzaron a moverse en cámara lenta.

"Turn!" gritó Ahmya.

El grupo se detuvo y giró, el grupo comenzó a abrir fuego inmediatamente y cuando sus balas pasaron por el héroe, las balas comenzaron a moverse en cámara lenta. Daichi cargó su lanzagranadas y comenzó a disparar ronda tras ronda en diferentes elevaciones. El grupo tomó tanto tiempo como se atrevieron a apuntar sus disparos, y en poco tiempo hubo casi una pared de balas y algunos ataques extravagantes, todos moviéndose en cámara lenta.

"Comienza a retroceder hasta el final del pasillo, Slo-Mo deja caer tu peculiaridad y muévete!" Ahmya gritó.

El héroe cerró su peculiaridad y se tambaleó hacia atrás donde dos soldados de infantería lo agarraron y comenzaron a arrastrarlo de regreso al final del pasillo. Mientras tanto, la pared de balas y granadas inmediatamente reanudó su velocidad original y disparó a la horda. Las balas atravesaron sabuesos, las granadas hicieron agujeros en el grupo y la metralla destrozó cualquiera que no estuviera blindado.

La mayoría de los sabuesos fueron asesinados de inmediato, pero algunos sobrevivieron y comenzaron a cojear tras ellos, mientras que el último grupo en el lejano retroceso avanzó. El grupo llegó al final del pasillo y cerró la puerta de golpe. Fue una suerte que los sabuesos no fueran lo suficientemente inteligentes como para presionar el botón de su lado para abrir la puerta. Los sabuesos se estrellaron contra la puerta una y otra vez, pero se mantuvo sin problemas.