Parte 9 En el ojo del mal

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 Diana con una identidad falsa, con una peluca pelirroja larga, vestida de pantalón corto y camiseta corta por el calor de mayo entró por la puerta del edificio. El edificio era elegante de diseño como vanguardista, de paredes blancas, ventanales amplios y tenía dos plantas. Muy grande le pareció a esta solo para unos cursos sobre eso. Mirando eso vio que hacían masajes, terapias como acupuntura y reiki al parecer habían ampliado la oferta de servicios. El empresario pensaría en algo a lo grande por eso mandó construir semejante edificio para temas de ese índole. Tenía bien pensado que ofrecer. Se identificó como Susana y dijo que quería apuntarse meditación; eligió eso porque sabía que ahí si daba clases el propio dueño al igual que las charlas espirituales de corte hindú y budismo. Una vez registrada, pago y espero a que empezara la clase. Por lo visto era de libre acceso no era como un curso que empieza en x fecha ni nada y se repetía al menos 2 o tres veces al día ya sea por la mañana o por la tarde. Entro en la clase que era en la primera planta, justo al frente más o menos en el centro de está. Al entrar vio a más mujeres y algunos hombres y vio por fin al creador de la empresa. Era un hombre como de unos 40 años delgado, ojos castaño, de pelo blanco largo y un poco de barba larga. Parecía que se había teñido de blanco porque era muy joven para que ya tuviera canas además que brillaba bastante el pelo de blanco.  

 -Alfred: adelante señorita, Susana la recepcionista me envió tu ficha. 

-Diana: qué eficacia y rapidez.

-Alfred: escoge donde sentarte, hay esterillas vacías. 

-Diana: gracias.

El la miró como pensando que buen cuerpo tiene y analizandola su personalidad e iba a estudiar le test que hizo esta en la recepción pero eso lo haría más tarde. Diana se sentó e imitó la postura de los demás y el profesor empezó a dirigir. Con música relajante y cerrando los ojos empezaban todos a respirar despacio y estar la mente en blanco solo escuchando. Mientras eso ocurría Jack había ido con su coche a la zona de esa empresa para estar vigilando de lejos. No se fiaba de que estuviera sola. Cuando terminó la clase, antes de salir Diana le preguntó al profesor si habría alguna charla espiritual. Este feliz dijo: si mañana a las 12 si quieres asistir registraste, hay límite de aforo.

-Diana: vale, adiós profesor. 

Una vez fuera del edificio se metió en su coche para irse y llamo a Jack que le dijo que estaba cerca y quedaron en verse en un parking al aire libre que había por otro barrio algo alejado del centro mente en el interior. Allí hablaron.

-Diana: el tipo va con un look como túnica y parece un viejo se ha teñido el pelo de blanco querrá aparentar ser sabio y como si hubiera vivido muchos años.

-Jack: valla gente, si te captase podría llevarte a su guarida pero no se si dará tiempo a eso la policía puede conseguir una orden y registrarlo todo.

-Diana: ya, si le pillan con esas cosas que dijo el detenido se va a despedir de su imperio. Pero qué pasa con esos otros que adoctrino por internet, estarán en el sótano o los llama el cuando los necesite.

-Jack: pues eso no lo sabemos, hasta ahora solo los llamaba pero puede que ya estén ahí dentro y sea su base de operaciones. Mejor que les descubra la policía que tener que dejarte captar y seguir yo tus pasos con un señalizador. Así no corremos riesgos.

-Diana: pero mientras sigo no, le dije que mañana asistiré a una de sus charlas en el salón de actos en la planta baja.

-Jack: si, cualquier novedad te llamo, y si actúa la policía ese día mejor.   

 La pareja volvió con sus coches hasta sus trabajos e informaron al jefe que informo a su vez a la cúpula de eclipse sobre la situación. Al día siguiente Diana acudió a la charla, la policía no había informado todavía al club eclipse si iban a entrar a investigar parecía que tardaba la orden judicial. La charla fue intensa de casi 2 horas y a Diana no le interesaba mucho eso se estaba aburriendo y le parecía in petardazo de los gordos. Casi se duerme, al terminar disimula diciendo que estuvo bien sobre todo mintiendo al profesor Alfred que se la acercó para preguntarle.

-Diana: bueno debo irme tengo cosas que hacer.

-Alfred: que pena que no te quedes a la comida que ofrezco. 

-Diana: otra vez será, adiós.

La mujer se fue de allí y parecía que ese día no iba a actuar la policía. Pero la policía les informo de que mañana irían ya a investigarlo.  

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