Por pura casualidad

Compañeras de trabajo

"Tú estudias música, ¿no?" Me preguntó Violeta mientras guardaba sus cosas justo al terminar la leccion.

"Sí. ¿Te estas preguntando qué hago aquí? Por los créditos. » Le respondí apresuradamente.

"Ah, bueno, tiene sentido. De todos modos, podríamos pensar en un video que tenga que ver con la música, así que yo me encargo de la grabación y postproducción y tú de cantar" me propuso.

"¡Buena idea! Mejor así porque no sé cuánto te sería útil a nivel de producción, sé cómo usar CatCup", le dije.

"CapCut" me corrió, riendo.

"Perfecto Chiara, entonces nos vemos la próxima vez y decidimos qué hacer" " luego dijo, dejándome una rápida caricia en el hombro.

Me habia gustado mucho esa conversación, aunque haìa sido breve y muy técnica.

La verdad es que Violeta parecía ser una chica dulce y genuina.

Cada vez que sus ojos se encontraban con los míos durante esa charla, no pude evitar notar ese brillo, como hipnotizante.

Nunca he sido tan buena en el contacto visual, pero era como si sus ojos dieran sentido a las palabras que pronunciaba y eso hacía que fuera difícil no mirarlos.

Iba a verla la semana siguiente y decidiríamos cómo organizar el vídeo.

En todo esto Rus estaba enojada conmigo: "¡Joder tía, por qué no haces pareja conmigo!".

Traté de calmarla diciéndole que era mejor no juntar a dos idiotas como nosotros y que tenía más sentido emparejarse con alguien que supiera algo de audiovisual.

Así que terminó con Omar, el chico al que habíamos apodado El Abuelo.

"Uh, que parejaza" le dije en broma, ya que juntos parecían padre e hija.

"Cállate, que al menos la tuya es muy guapa" replicó ella, refiriéndose a mi compañera de trabajo.

Por un segundo, algo me movió el estómago, una pizca de celos.

¿Cómo podìa estar celosa si Violeta y yo ni siquiera éramos amigas?

Intenté disimularlo, mostrando el dedo medio a Rus y siguiendo burlándome de ella.

Quién sabe, a lo mejor Omar era el sugar daddy que Rus bromeaba que quería.