Cuando llegué a la casa, me invadió una extraña sensación.
Era como si hubiera pasado una vida desde la última vez que estuve allí.
Como si fuera otra persona.
"¡Weeee Marruskiiiiii!" gritó Martin al vernos a Rus y a mí entrar por la puerta con algunas botellas de vino.
Había decidido organizar una fiesta de Año Nuevo en su casa de campo.
Sí, la misma en la que ocurrió lo que ocurrió.
Nos había invitado unas horas antes de la fiesta, para ayudarlo con los últimos preparativos.
"¡Ehhhhyyyy! Entonces, ¿cómo estás? ¿Felices? ¿Listas para el nuevo año?" preguntó, eufórico.
Lo miramos, preguntándonos si ya estaba medio borracho.
Llevaba puesta una camiseta transparente y tenía una sonrisa más grande de lo habitual en su rostro.
Justo después, vimos su mirada seguir a una figura bajando las escaleras.
Nos giramos.
Omg.
"¡JJ BONA MUAH!" exclamó Rus, sorprendida al ver a Juanjo.
Él se acercó a nosotras y nos abrazó a ambas.
"Aquí está la razón por la que Martin está tan contento", dijo Rus con una sonrisa burlona.
"Esta noche se foll-"Le tapé la boca.
"Entonces Martin", exclamé, evitando, como de costumbre, que Rus terminara su magnífica frase.
"¿A cuántas personas has invitado esta vez?" dije cambiando de tema."No tengo ni idea. Invité a los mismos de la última vez y les dije a todos que trajeran amigos", respondió.
¿Qué quería decir con los mismos de la última vez...?
Eso significa...
"¿Todo bien, Keeks?" me preguntó Rus, después de verme palidecer repentinamente.
"Sí, sí, everything's fine", respondí, tratando de ocultar mi estado de ánimo.
En realidad, creo que Rus ya había entendido la razón de mi preocupación.
Esperaba con todo mi corazón que Vio no viniera porque no tenía ni idea de cómo reaccionaría al verla.
Esperaba que entendiera que vernos solo nos haría daño a ambas.
Pero no sabía qué esperar.
...
La casa se llenó de gente en pocas horas.
No la vi, ya me había convencido de que no iba a aparecer.
Estaba aliviada, quería disfrutar de la noche.
Mientras bailaba, la música (y en parte el alcohol) me hacían sentir viva.
Faltaban solo treinta minutos para la medianoche.
"¡Kikiiiii, haz tu movimiento, el del gusaaano!" gritó Martin en un momento dado, esta vez claramente ebrio.
Negué con la cabeza, no quería ensuciar mi vestido.
"Andaa" insistió él, sacudiéndome por el brazo.
"Está todo pegajoso por el suelo", intenté decirle antes de que decidiera intentarlo él.
En ese momento me empujó y, inevitablemente, su bebida se me derramó encima.
Levanté los ojos al cielo.
Menos mal que no quería mancharme el vestido.
...
"Mierda", maldije en voz baja, mirándome en el espejo.
Abrí el grifo y un ligero chorro de agua brotó.
Me sonrojé al recordar los momentos con Violeta dentro de ese baño.
De cómo semanas antes no podíamos resistirnos.
Del deseo y la tentación que habíamos sentido ambas en esos instantes.
"¿Quieres que te ayude?" preguntó una voz cerca de la puerta.
Me detuve inmediatamente, mi corazón comenzó a latir descontroladamente.
Pero... ¿qué estaba haciendo aquí?
Estaba lejos, detrás de mí.
No me giré, la vi en el reflejo del espejo.
"Ruslana me dijo que estabas aquí. Te juro que no soy una stalker", continuó ella.
Ruslana...
De cualquier modo, seguí limpiando mi vestido en silencio.
"¿Aún no me hablas? ¿Me dices qué ha pasado?" preguntó ella, inquisitiva.
Cerré los ojos y respiré hondo.
Me giré, tratando de controlar la cantidad excesiva de nerviosismo que había surgido repentinamente en mí.
Tenía que contarle todo.
Rápido y sin dolor.
Así se cerraría el capítulo.
"¿Me estás tomando el pelo?" pregunté.
Ella me miró confundida.
"¿Hablas de que no puedo etiquetar con precisión lo que somos? Estoy trabajando en ello, estoy..." preguntó luego.
"Hablo de ti besando a otro en la discoteca", la interrumpí.
Vi una expresión extraña en su rostro.
"¿Tienes pérdida de memoria? La noche en Koko. ¿Le trajiste al chico aquí esta noche también?" dije arrogantemente, tratando de hacerla recordar lo sucedido.
"Me sentí una mierda, te di más importancia de la que mereces"."¿Estás hablando de Lucas?" preguntó ella.
"No, de mi abuelo", respondí irónicamente.
"Lucas y yo nunca nos hemos besado", dijo con un tono de voz seguro.
La miré con disgusto, ¿por qué seguía bromeando conmigo?
"No digas tonterías, Violeta, te vi con mis propios ojos...", respondí.
"Somos amigos, no hay atracción de ningún tipo, además él tiene casi novia", me interrumpió ella.
Mierda.
"Creo que alguien aquí tiene problemas de visión", añadió.
No podía ser un error...
"¿Y cómo lo explicas entonces?" pregunté, confundida.
"¿La chica era morena y baja como yo?", respondió ella.
Asentí.
"Naiara, una con la que se ve"
Me cubrí la boca con la mano.
En qué sentido...
¿La confundí con otra?
"¿Estás bromeando?" dije, incrédula.
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Por pura casualidad
FanfictionChiara es una estudiante universitaria, apasionada de la música, Violeta estudia comunicación. Las dos se conocen gracias a amigos en común, pero su relación se limita a breves sonrisas de cortesía. La situación parece cambiar cuando una coincidenc...