Harry
Mi mente estaba decidida a internarse en un limbo, donde no escogerá si despertarse de esta nueva pesadilla llamada: volver a clases, o simplemente morirse en el adormecimiento. La idea de entrar de nuevo a la escuela me petrifica, y simplemente hace que mis ganas de convivir se destruyan en su más mínimo interés. Volver a aquello que me ha atormentado desde que me he sentido sólo, es devastador. Volver a sentarme sólo en la esquina del salón, perderme entre los árboles en el descanso evitando los comentarios o las miradas de la gente molesta, comer el almuerzo en los baños encerrado, faltar a las clases de EP para no tener que hacer equipos y tener que interactuar con alguien y finalmente sólo ser un fantasma rodeado de muertos hipócritas que fingen ser vivientes en su mundo lleno de estereotipos, ilusiones y falsedad.
− Harry, levantaté... ¡Hazz!
Una voz se escucha en mi cabeza gritando mi nombre, y mi conciencia no decide si procesarlo como algo real, o simplemente mi razonamiento tratando de inmutarse de esta depresión que poco a poco he formado desde que ya no siento empatía con nadie, más desde...
− ¡Edward, no me hagas ir por ti, levántate!
Mis amigos se han separado lentamente dejando que mi felicidad se dilate poco a poco, llegando a lo más profundo de sus límites como un simple hielo derritiéndose. Cuando desde un principio nos considerábamos hermanos, niños que se conocieron a los diez años y confiaron sin dudarlo de cada uno. Hasta que un día la neblina llegó y se llevó a cada uno, y lo peor es que algunos se fueron sin despedirse.
− ¡¡Harry, maldita sea que te levantes!!
El grito de mi madre me sorprende y terminó en el suelo pegándome en gran parte de mi espalda y mis piernas. Pero el más perjudicado fue mi pobre trasero.
− ¡¡Mamá por dios, estaba durmiendo!! ¡¡Me fui de culo al piso!!
− ¡¡¡Lenguaje, señorito. Alístese que llegará el primer día tarde!!! − Grita con un tono demandante.
Bufó, y con un dolor de espalda horrible, me incorporó entre quejas que salen de mi boca. Al estar de pie, resoplo observando la ropa ya alistada sobre la silla de mi escritorio junto a mi maleta, mis llaves y el celular. Despeinó un poco mi cabello y decido simplemente no tomar una ducha, vestirme y enfrentarme a la desgraciada realidad. Entre el lapso en el cual abrocho mis pantalones y escucho The Worst Day Ever de Simple Plan, puedo oír como la puerta principal es abierta y la voz de mi madre alegre (cosa no muy común) recibiendo animadamente a alguien que su nombre no alcancé a escuchar. Probablemente es uno de sus tantos novios viejos, gordos, calvos y más que todo ricachones que le viene a decir que la llevará a Dubái o a Bali, en primera clase y seguro le trajo chocolates traídos de Suiza y un collar de diamantes, es muy seguro que sea así.
− ¡¡Harry baja rápido, hay alguien aquí que quiere verte!! − Su tono es contento y de un cierto modo divertido. Es extraño tenerla en casa, sin siquiera saber que ya había regresado de su viaje a las Bahamas con su último novio.
Al tener todo listo, coloco la música en los audífonos a todo volumen y opto por comprar algo de comer en el descanso. No me imagino a mi madre preparándome algo de desayunar, nunca lo ha hecho y menos ahora. Bajando las escaleras arreglo mi chaqueta, cubriéndome más y aunque sea verano, prefiero estar cubierto de millones de capas de ropa a sentir un solo soplo de frío. Cuando finalmente llegó al primer piso, freno en seco al ver una cabellera rubia de espaldas frente el televisor, sentada en el sofá. Mi corazón se acelera, mi mente queda en blanco y una sonrisa se extiende en mis labios.
− ¡¡Vamos Rarity no seas tan perra!! ¡¡ButterFly es tan adorable!!... Me agrada Rainbowdash... ¡¡Dios, yo soy Pinkie Pie cien por ciento!!
− ¿N-Niall?...
ESTÁS LEYENDO
Un Amor Eterno (Larry stylison)
FanfictionLouis y Harry se conocieron por casualidad ¿O tal vez no? Su amor crece aún más con el tiempo ¿Eso es posible? Pero en toda historia hay villanos, y ellos tendrán que luchar junto a sus amigos para salvar su amor... Ya que el destino no está con ell...