Sin miedo ~ Juantin

5. Guía privado

(el día siguiente...)

MARTIN

- No contestan - dice Juanjo.

Llevamos un buen rato llamando a los cuatro amigos para bajar a desayunar, pero ninguno contesta.

- ¿Vamos nosotros? Ellos ya vendrán, y sino que se espabilen, no les espero más, que tengo hambre.

No puedo evitar reirme y asiento con la cabeza, cogiendo la tarjeta de la habitación.

De camino al buffet no paro de pensar en la noche de ayer. Estoy contento de haber tenido la idea de compartir habitación con él, nos ha ayudado a conocernos más.

Tenía una mala idea de él, solo tenía que darle una oportunidad.

JUANJO

Que mal me cae, por dios.

No dejo de pensar eso cada vez que abre su boca. Después de las conversaciones de ayer, pensaba que me caía mejor, pero estaba equivocado.

Solo habla de él, de lo mucho que ama la playa, las televisiones antiguas y las piedras.

Las piedras ¿De verdad?

Asiento con la cabeza, sin ni siquiera escuchar lo que dice, mientras me como una tortita con nutella.

- Hemos quedado esta tarde - dice - ¿que haremos mientras?

- Podríamos aprovechar y dar una vuelta - contesto.

- Estaría genial, no conozco Madrid.

- ¿Cómo que no? - digo sorprendido.

- No, que tú hayas estudiado aquí dos años no significa que yo también - sonríe.

Por muy mal que me caiga, no puedo negar que su sonrisa es muy bonita.

- Cuando estos cuatro den alguna señal de vida se lo decimos, a ver qué les parece - hablo y él asiente.

Ya ha pasado un buen rato, tanto que ya estamos en la habitación, y ninguno de los cuatro responde a las llamadas y a los mensajes.

- ¿Vamos nosotros solos? - pregunta Martin.

Sé que el ambiente será incómodo, pero tampoco puedo negarme, no es plan de ser borde.

- Venga vamos - digo antes de arrepentirme.

Aprovecho que el hotel está en el centro, para llevarlo por los sitios más conocidos.

- Me gusta esto de tener un guía privado - dice mientras hace fotos a todo lo que encuentra.

- ¿De verdad es necesario hacer una foto al pájaro ese? - río.

- Todos los pájaros son únicos y especiales - me fulmina con la mirada y yo trato de esconder la gran carcajada que estoy apunto de soltar.

Cuando finalmente acaba de hacer fotos, volvemos a caminar.

- ¿Entonces en cinco días es tu cumpleaños? - le miro sorprendido.

- Si, ¿cómo lo sabes?

- Lo dijiste ayer - mira al suelo, tímido.

- Pensaba que nadie lo había escuchado, nadie dijo nada...

Realmente estoy sorprendido de que el vasco lo haya escuchado, y además, de que se haya acordado.

Quizás no me cae tan mal como pensaba...

MARTIN

Estoy haciendo fotos al paisaje tan bonito que hay, y cuando acabo me giro para buscar a Juanjo, quien estaba mirando una fuente.