Sin miedo ~ Juantin

16. Tengo miedo

JUANJO

Quiero llorar.

Ese es mi único pensamiento mientras bailo, si es que se puede decir que estoy bailando y no invocando a algún demonio.

A través del espejo veo como todos mis compañeros bailan, siguiendo las indicaciones de la profesora, mientras que yo soy arrítmico hasta para subir las rodillas.

Ganas no me faltan, lo doy todo, porque como siempre dicen, la actitud cuenta mucho, pero parece ser que esa frase no es para mi.

Solo deseo que no me toque nunca ninguna canción con baile, no sería capaz.

MARTIN

Llega una de mis clases favoritas, baile urbano.

Judith, la profesora, tiene un rollazo que me encanta. Bailo desde pequeño, así que ya estoy acostumbrado a los pasos que dice de hacer.

Por el espejo principalmente me miro a mi, aunque inconscientemente a veces mi mirada se dirige a Juanjo. Intento no reír cuando le veo, se nota que nunca ha hecho baile.

Veo la cara de agobio de Juanjo cada vez que Judith enseño un nuevo paso, y me preocupo por él. Sé perfectamente lo que está rondando por su cabeza.

En cuanto puede, deja de bailar y mira al resto de compañeros. Necesito acercarme a él y apoyarle, saber que todo está bien y que no pasa nada por no saber bailar.

Le veo con una sonrisa y reír con Álex, pero sé que en el fondo quiere llorar.

Nos giramos para dejar de mirarnos al espejo y hacemos varias veces la pequeña coreografía que hemos creado durante la clase.

Al acabar me giro buscando a Juanjo, y cuando lo veo con Álvaro no dudo en acercarme. Pero cuando estoy apunto de alcanzarlo, Omar se interpone en mi camino y me abraza, dejándome sin opción de ir con el aragonés.

JUANJO

Es hora de ensayos, pero Salma y yo tenemos hora libre, así que decidimos jugar a algo.

Vamos donde está el sofá, y nos sentamos en el suelo uno delante del otro.

- ¿Jugamos a decir palabras e intentar decir la misma? - pregunta la chica.

- Venga - contesto, sonriendo.

La verdad es que estoy encantado con Salma, tenemos la misma personalidad, el mismo humor...encajamos muy bien.

Al acabar, nos tumbamos en el sofá a esperar a que suene el timbre indicando que es la hora de la merienda. De repente, aparecen Martin, Denna y Violeta, el primero sentándose a mi lado.

- Mira os vamos a enseñar la coreo - habla Denna, dejando sus cosas en la mesa, igual que la pelirroja.

Mientras se preparan, van apareciendo más compañeros, ya que las clases han llegado a su fin, pero el único que se acerca es Omar.

Todo va bien, hasta que las dos chicas quedan de frente, Denna pone su mano sobre la cabeza de la otra chica y esta baja, quedando su cabeza a la altura de la cadera de la rubia.

Todos empezamos a gritar emocionados, Martin se tira al suelo apoyándose en mis piernas, Salma da golpes al sofá con el cojín y mi gran sonrisa no se va de mi boca.

- Y hasta aquí - dice Denna, y todos aplaudimos.

Suena el timbre y nos levantamos para ir a la pequeña cocina. Estoy cogiendo pan para unas tostadas, cuando Salma me gira, quedando cara a cara.