9. Lo siento

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(20/11/2023)

MARTIN

Ha llegado el día, hoy es la gala 0. Hoy se decide mi futuro, el inicio de una nueva vida.

Tengo un cúmulo de sentimientos. Estoy ansioso por que llegue el momento a la vez que nervioso, pero también triste al recordar las palabras de Juanjo.

Ayer no cruzamos palabras, pero si miradas. Me miraba con ojos tristes, pero yo le miraba con una mezcla entre enfado y rencor.

Lina y Ruslana son las únicas que saben lo ocurrido. Se lo conté a Lina, pero Ruslana lo sabe porque me escuchó llorar, y al día siguiente habló con Junjo.

Estoy agradecido con la pelirroja por decirle al maño lo que yo no puedo. Cuando estoy cerca de él, sus palabras vuelven a mi mente y me entran ganas de llorar.

Ensayo por última vez con los bailarines, y cuando finalmente acabo me voy a una sala vacía.

Necesito estar solo.

Me siento en el suelo, en una esquina, abrazando mis piernas. Cierro los ojos y empiezo a llorar.

Siento que esto no es para mí, esto me viene muy grande, tan solo tengo 18 años. Si estoy así cuando ni siquiera ha empezado el concurso, ¿qué pasará cuando esté aislado en la academia?



JUANJO

Como aún queda un compañero por cantar antes de que llegue mi turno, decido ir a hablar con Martin.

Es verdad que lo dije muy brusco, no debería haberlo dicho de esa forma, no se lo merece.

- Perdona, ¿has visto a Martin? - pregunto a la primera chica que veo pasar.

- Creo que está en una sala de allí - señala una puerta y le doy las gracias.

Cruzo la puerta que anteriormente ha señalado la chica, y ahora me encuentro en un pasillo larguísimo con puertas a ambos lados.

Abro todas las puertas, una a una, llegando a la mitad del pasillo y perdiendo la esperanza de encontrarle.

De repente, oigo sollozos, y corro por el pasillo escuchándolos cada vez más fuerte.

Me acerco a la puerta del final , y sé que ahí está.

Abro la puerta rápidamente, haciendo que Martin se asuste y levante la cabeza para mirarme.

Sus ojos, esos tan bonitos, están llorosos y lágrimas recorren sus mejillas.

Está sentado en una esquina, abrazándose a sí mismo. Se ven tan pequeño, que me dan ganas de cogerlo y meterlo en una cajita para protegerlo siempre.

- Martin... - susurro mientras cierro la puerta y me acerco a él lentamente.

- No, aléjate - dice, enfadado, apartando su mirada de mi.

- Por favor, solo quiero hablar - me acerco y me siento en el suelo, a una distancia prudencial.

Sentado a su lado, los dos mirando hacia delante a una pared blanca, sin saber qué hacer.

Llevaba todo el día pensando qué decir, pero ahora, estando a su lado y viéndolo en esta situación, no se que decir.

- Si has venido para quedarte callado, mejor vete - dice, mientras se sorbe la nariz.

Eso es el punto de inflexión para que finalmente alguna palabra salga de mi boca.

- Lo siento.

Dos simples palabras, pero con mucho sentimiento.

Sin miedo ~ JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora