7. ¿Celos?

15 2 13
                                    

Cuando llegamos al lugar de la fiesta, el resto de la banda nos estaban esperando en la puerta.
No nos lo pensamos mucho y directamente entramos allí, yo un poco menos convencido que los demás. Simplemente estaba allí para olvidarme de lo que había pasado horas antes y refugiarme con mis amigos.

Todos fueron directamente a la barra, entonces yo les seguí. Pidieron algo para beber todos, la mayoría con alcohol. Menos Theo y yo.
Nosotros pedimos una cocacola cada uno, ya que odiabamos con todo nuestro ser el alcohol.

El resto salieron a la pista, donde se encontraba todo el mundo. Excepto yo, yo me quedé sentado en uno de los taburetes de la barra con mi vaso en la mano, mirando hacia abajo y hundiéndome en mis pensamientos.

Pasado un rato, vi como un chico alto, de pelo castaño y ojos marrones se acercaba tímidamente a mí. Yo levanté mi mirada para verle bien, y perderme inmediatamente en el color de sus ojos.

- Hola.. - Dijo el chico, con un tono bastante timido - Soy Felix. - Sonrío ligeramente.

- Encantado, soy Matthew - Dije estirando mi mano para que él la estrechara.

- Soy el camarero.. Me has parecido muy mono y era por si querías pasar el rato conmigo, ahora que estoy libre - Sonrío un poco más decidido.

- Claro, sin problema - Dejé mi vaso en la barra y me levanté para salir del edificio con el chico.

Nos quedamos aproximadamente media hora hablando de nuestras cosas y conociendonos mejor. Me había parecido un chico majísimo y con el que era muy fácil hablar. Es verdad que hablaba bastante, pero cuando yo hablaba se quedaba totalmente en silencio atendiendo a cada una de mis palabras.
Miré mi reloj para asegurarme de la hora y le miré de nuevo a él, para interrumpirle.

- Perdón, debería volver, mis amigos estarán preocupados. - Sonreí agradablemente, mientras comenzaba a andar hacía la puerta. Allí pude ver una figura acercandose a la misma, pero ni siquiera pude distinguirla, pues una mano agarró mi muñeca impidiendo que me fuera.

- Espera, por favor. Dejame hacer algo antes. - No me dejó acceder, ni negarme. Pues rápidamente unió sus labios con los míos poniendo sus manos en mi cintura cuidadosamente. Yo reaccioné rápidamente separándome.

Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente. Cuándo un chico de pelo marrón oscuro, fuerte y alto se interpuso entre nosotros, empujándome con fuerza, haciendo que yo me cayera al suelo.

- ¡¿QUÉ HACES CON MI NOVIO?! - Dijo aquel chico gritándome mientras me miraba y yo intentaba levantarme.

- P-perdón, yo no sabi- - No me dejó terminar, pués cogió a Felix del brazo y pude ver perfectamente sus ojos de arrepentimiento mientras se iba.

Terminé de levantarme del suelo y pegué mi espalda en la pared, pasando mis manos por mi cara bastante preocupado.
Cuando de repente aquella figura que no pude distinguir bien anteriormente en la puerta, se paró frente a mi. Levanté la cabeza para mirarle y darme cuenta de que era Ethan.

- ¿Quién era él? Mejor dicho, ellos - Pude notar su mirada de rabia al haberme visto con aquellos chicos.

- No sé Ethan, estaba hablando con uno de ellos y de repente el otro llegó para gritarme y empujarme - Le miré apunto de llorar por el dolor que sentía en mi brazo derecho.

- ¿Ese tío te ha hecho esto? - Dijo cogiendome del brazo cuidadosamente, yo simplemente asentí ante su pregunta - ¿Que has hecho? - Volvió a intervenir.

- El otro chico y yo nos besamos, pero yo ni siquiera sabía que tenia novio de verdad - Él me interrumpió soltando mi brazo con fuerza. Pude notarle aún más enfadado que al principio al oir mis palabras.

- Ten más cuidado con lo que haces, no siempre vas a tener a alguien que te proteja - Tras decir aquello se dió la vuelta para volver a entrar al edificio, pero hice que se parase poniendo mi mano en su hombro.

Él se giró, mirándome aún con enfado.

- Gracias. - Fue la única palabra que pudo salir de mi boca en ese momento.
Realmente ni yo sabía por qué le estaba agradeciendo si no había hecho nada.
Pero el simple hecho de haberme buscado y preocuparse, para mi ya era suficiente.

Él levanto los hombros, haciendo como si no le importara y siguió su camino volviendo a entrar en la fiesta.

Simplemente viendo sus ojos había notado que no solo transmitían rabia, si no también celos.

Simplemente viendo sus ojos había notado que no solo transmitían rabia, si no también celos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


♪ 𝐌𝐨𝐮𝐧𝐭𝐚𝐢𝐧 𝐎𝐟 𝐅𝐚𝐦𝐞 ♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora