Dónde un compañero de clase convence a Matthew para unirse a su banda de rock.
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Dónde Matthew y el baterista de la banda se pelean por la fama hasta odiarse. O enamorarse..
Los nervios volvieron a recorrer nuestro cuerpo cuando volvimos a salir al escenario. Pero esta vez no estábamos solo nosotros, todas las bandas que habíamos audicionado estabamos allí a punto de saber el grupo ganador.
En el instante que la presentadora dijo "Y el ganador es.." escuché miles de voces gritar el nombre de nuestra banda, lo que me hizo tranquilozarme bastante.
Al escuchar el nombre de nuestra banda salir de la boca de la mujer que presentaba el programa, todos nos abrazamos inmediatamente.
Todos estabamos contentísimos pero creo que yo era el que más. Era mi primera vez cantando con tanto público y me ponía muy feliz haber ganado, aunque nada hubiera sido posible sin el resto de mis compañeros.
Tras recoger el premio bajamos de nuevo del escenario, ya que estaba dando comienzo aquella fiesta de la que nos habían hablado.
En el instante que la fiesta comenzó, perdí a todos mis amigos. James se había ido con Sydney. No encontré ni a Theo ni a Luke por ningún lado y al único que logré encontrar fue al pelinegro que se encontraba sentado en la barra de las bebidas, con un vaso en la mano y otro vacío a su lado. Me acerqué a la barra para pedirme algo de beber y me senté al lado suya.
— ¿Estás contento? — Dije tras darle un sorbo a mi bebida.
Él asintió con desgana, lo que me preocupó un poco.
— Estoy muy cansado — Dijo terminado el segundo vaso y haciendole un gesto al camarero para que le trajera otro.
— No bebas tanto, te va a hacer mal — Dije al ver que se bebía el tercer vaso de un solo sorbo.
Levantó los hombros, haciéndome entender que no le importaba. Yo me levanté del taburete para hacer otro esfuerzo para buscar a mis otros amigos, pero noté como una mano agarró mi muñeca haciendo que me detuviera.
— ¿A dónde vas? — Pude notar que no estaba bien, no sabía ni que estaba bebiendo pero le estaba haciendo mal.
— Me voy a la habitación ya, cosa que deberías hacer tú también. — Me volví a dar la vuelta y se levantó poniendo su brazo sobre mis hombros, para comenzar a andar juntos hacia la habitación.
Llegamos a la casa y abrí la puerta como pude, intentado soportar su peso a la vez. Subimos las escaleras lentamente y al llegar le tumbé en la cama.
Cerró sus ojos pero pude notar como realmente seguía despierto, aunque no le tomé importancia.
Fui hacia el baño para desmaquillarme y lavarme la cara. También me puse el pijama perezosamente y volví hacía la habitación.
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