•08•

896 167 5
                                    

La expresión de Jimin cambió totalmente. Pasó de estar confundido, a estar completamente molesto. Arrugó su entrecejo, y posicionó ambas manos en su cadera. ¿Quién se creía este tipo para decir qué hacer? ¿Cuál era la necesidad de meter a Hana?, se preguntaba el omega.

— ¿Estás loco? —preguntó—. Claro que no te ayudaré para que te acerques a mi amiga.

— No es como si me quisiera acercar a tí —rió, cargando su cabeza hacia atrás—. Solo quiero que me digas que le gusta, que tipo de flores, consejos, etc. Nada más. A cambio tú aprobarás. El que terminará ganando serás tú, porque puede que no me funcionen tus consejos, y tu amiguita termine bloqueando.

— Culpa mía no será.

— Claro que no —dijo, levantándose de hombros—. Será la mía.

— Hm... —Jimin se cruzó de brazos y volvió a arrugar su entrecejo—. ¿Por qué me miraste de pies a cabeza? ¿Eres un pervertido? ¿Acaso t-te gusto? ¿Es eso?

El corazón de Jimin latía fuerte, y la ansiedad se apoderaba de él mientras esperaba la respuesta. Jungkook, sorprendido por la osadía del contrario, se quedó momentáneamente en silencio, con los ojos abiertos como platos. La broma era tan inesperada que tomó un momento para que procesara lo que acababa de escuchar. Por un instante, el aire se cargó de una extraña tensión.

Sin embargo, en lugar de ofenderse, el alfa empezó a reírse nerviosamente. La risa rompió la tensión y fue seguida por la mirada curiosa del omega.

— No me gustan los hombres.

— O-oh...

— Por eso quiero conquistar a tu amiga. Vamos, ayúdame rubiecito.

¿Rubiecito?

Jimin lo miró asqueado y dio un paso atrás. Comenzó a pensar en las posibilidades de que todo salga mal, y eran bastante altas; sin embargo, no se cerraba a la idea de que todo este lío de conquistar a su amiga podría terminar bien... ¿Y él? con la clase aprobada.

— Bien. Acepto.

El alfa le sonrió y estiró su mano para que se la pudiera estrechar. Jimin analizó la mano y suspiró, rindiéndose al contrario. Estrechó su mano y lo miró con seriedad, mientras sentía una pizca de timidez.

— Las clases serán en la biblioteca.

— No me dejan entrar porque no he regresado dos libros —contestó, sin dejar de estrechar su mano.

— Dios... Las clases serán en tu casa entonces. No quiero que me vean con el tipo que me miró de pies a cabeza.

— ¡YA TE DIJE QUE NO SOY UN PERVERTIDO!

— No se sabe. —dijo, soltando la mano del alfa.

Pillado por la frustración, Jungkook se cruzó de brazos y suspiró.

— Pásame tu teléfono, tienes que anotar mi número.

— No te lo paso, dímelo.

El alfa rodó sus ojos y le dictó el número. Una vez listo, Jimin levantó sus cejas y salió de la sala de clases sin decir nada. Ya estaba listo.

— Qué chico más molesto —bufó, caminando hacia su puesto para tomar sus cosas e irse de una buena vez por todas.

— Qué chico más molesto —bufó, caminando hacia su puesto para tomar sus cosas e irse de una buena vez por todas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Brown EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora