Al llegar a la puerta de la habitación del alfa, Jimin se detiene por un momento, observando el espacio antes de entrar. La habitación era un reflejo de su personalidad: sencilla, pero con detalles que revelan más de él de lo que a menudo deja ver. Un escritorio con algunos papeles desordenados, una estantería llena de libros, y en una esquina, una pequeña jaula.
Ah, el hamster.
Jimin entró con lentitud y comenzó a observar las imágenes que colgaban a un costado de la habitación. Si estuviera suficientemente cerca podría adivinar quienes eran, y qué estaban haciendo. ¿Era su familia? ¿Amigos?
— ¿Qué miras tanto? —preguntó por mera curiosidad, apoyándose en la pared de brazos cruzados, observando al omega desde atrás.
— Solo miraba.
— Perdón si huele mucho... A mí —dijo Jeon, caminando hacia la jaula.
— Es tu habitación, ¿por qué pedirías perdón?
— No lo sé, yo solo digo.
— ¿Por qué? ¿Acaso alguna omega se quejó de tus feromonas? —Jimin rió y se acercó aún más al pequeño Hámster que jugaba entre pequeños laberintos—. Es bonito.
— No. Ninguna omega ha entrado a mi habitación.
— ¿Eres virgen? —preguntó Jimin girándose hacia atrás, para mirar al alfa desde su hombro.
— ¿Y si fuera qué?
— ¿Por qué andas tan a la defensiva? —el omega rió levemente, y volteó hacia el hámster otra vez—. Hola, pequeño roedor.
— Polo tiene un año. Llegó porque siempre quise un hámster cuando pequeño, pero sabía que no lo cuidaría como lo cuido ahora.
— Tiene sentido, es maduro de tu parte.
— ¿Qué quieres decir con eso?
El rubio se giró confundido y se levantó de hombros, mientras su rostro se desfiguraba. No podía comprender por qué el alfa andaba tan a la defensiva. Hasta el momento, él no había hecho nada malo como para que respondiera de esa manera.
— Oye, mira. Entiendo que no me quieras aquí. De verdad, pero si lo estoy es por tus padres, y no por tí —espetó—. Además fuiste tú quien me invitó a ver a tu mascota. Acepté por cortesía y porque me gustan los animales. No por tí, ¿entendido? Estás muy a la defensiva. Cálmate... Echaré un último vistazo a Polo y me iré.
Jungkook tragó duro ante los comentarios del omega y asintió sin decir nada a cambio. Se sentó en la cama, mientras que Jimin le hablaba con ternura al pequeño roedor. Era la primera vez que veía un hamster, le causaba ternura sus pequeñas patitas y la manera en que comía.
— Oye, Park.
— ¿Hm? —preguntó Jimin, dándole la espalda.
— No sabía que estaba a la defensiva, perdón.
— Está bien.
— Solo que... No lo sé, todo esto es raro —continuó—. Tengo por primera vez un omega en mi habitación. Y sé que huele a mí, y mis feromonas, y te veo tranquilo ante ello, y no quiero causarte una impresión negativa.
— ¿Impresión negativa dices?
— Ya sabes... Te tengo en mi habitación, y la puerta está cerrada.
— No te gustan los hombres, Jungkook —rió Jimin, y se giró para sentarse a su lado—. No tengo porqué sentirme intimidado ante tí, o tus feromonas... Te gusta mi mejor amiga, y estoy aquí para ayudarte con ello.
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Brown Eyes
FanfictionÉl era un alfa que daría lo que fuera para conquistar a la chica de sus sueños. Nunca ha imaginado caer por un hombre..., ¡eso sería absurdo! Hasta que llega uno rubio de ojos marrones... Quien resulta ser el mejor amigo de la chica que planea conqu...