Capítulo 02 | Tiempo Suficiente

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El príncipe caminaba de un lado a otro por su habitación

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El príncipe caminaba de un lado a otro por su habitación.

No sabía con exactitud cómo debía sentirse. Por un lado, aceptaba el hecho de que debía casarse, si para poder ser rey y hacer los cambios que quería, si eso le traía beneficios a Espile, entonces no le quedaba de otra más que aceptar su realidad y esperar a que el día llegue. Pero, por otro lado, estaba el detalle de que era Sukuna con quien debía contraer nupcias y eso no era algo que le agradara. De hecho, Sukuna era quien no le agradaba ni un poco.

—Una boda en tres meses, ¿cómo voy a llevarme bien con él en menos de tres meses? —preguntó a la nada.

La puerta de su habitación se abrió y el príncipe dejó de caminar para ver a su madre entrar tan tranquila, como si nunca lo hubiera dejado de lado para una decisión tan importante para una situación que lo involucraba tanto.

—Megumi...

No respondió, solo mantuvo su mirada frente a la mujer que se sentaba sobre su cama.

—No entiendo tu molestia.

El joven de ojos bicolor la miró incrédulo.

—Es Sukuna.

—Es un buen muchacho.

—¿Y?, no me agrada. ¿No pudieron haber elegido a Yuji?

—Los reyes de Savita dijeron que tal vez el matrimonio haga que Sukuna madure y al fin acepte el lugar al que pertenece.

—No me interesa que cosa le ayude a ser más como ellos desean que sea.

—Era el mejor de los dos.

Ahí fue cuando un foquito se encendió sobre la cabeza de Megumi.

—¿Quién era la otra opción?

—¿Cómo?

—Has dicho que Sukuna era la mejor de los dos, ¿quién era el otro?

—El príncipe de Elsins.

Y el foquito sobre la cabeza de Megumi se apagó de la nada.

—Eso es peor.

Ambos se quedaron en completo silencio. Megumi esperando que su madre lo comprendiera, y la reina Tea esperando que su hijo dejara de hacer un "berrinche".

—Siquiera lo consultaste conmigo.

—No había nada que consultarte.

—¡Soy yo a quien comprometieron! —levantó la voz, pero sin llegar a gritar, mientras se tocaba el pecho con una mano —Me están diciendo que voy a casarme por obligación, como mínimo pudieron elegir a alguien a quien ya conocía.

Tea solo se mantuvo en silencio y Megumi notó como su mirada azul se endurecía y se volvía tan fría como el hielo.

—¡Di algo!

Sparks Fly | SukufushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora